Retroactividad economica de los cambios del IRPF
Los autores critican el escaso respeto a las reglas del juego que muestra el Gobierno cuando modifica, unilateralmente y sin dar posibilidades de previsi¨®n, una "norma del juego" tan importante como la ley de renta, que se aprob¨® despu¨¦s de un largo y amplio debate t¨¦cnico y pol¨ªtico. .
Es posible que de acuerdo con la normativa vigente, la modificaci¨®n de la tarifa del IRPF aprobada para 1992 no incurra en irretroactividad legal. De ser as¨ª, quiz¨¢ deber¨ªa considerarse una revisi¨®n de la norma, pues, en la situaci¨®n actual, se acepta como legal que una de las partes pueda alterar a posterior? las reglas del juego que rigen el funcionamiento de nuestro sistema econ¨®mico.Decimos a posteriori porque, al margen de consideraciones legales, no hay duda de que toda modificaci¨®n de la tarifa a aplicar en la liquidaci¨®n del IRPF incurre en retroactividad econ¨®mica para todo el periodo para el que fue aprobada, con independencia de que la modificaci¨®n sea efectiva para la parte del periodo no cumplido o para, el periodo fiscal completo.
La alteraci¨®n actual de la tarifa puede considerarse semejante a introducir cambios unilaterales en un contrato de gasto ya firmado, pues se entend¨ªa que, a partir de la aprobaci¨®n de los presupuestos generales del Estado, se fijaban obligaciones ciertas e ineludibles para los contribuyentes en el periodo de aplicaci¨®n de la ley. No parece razonable aceptar este tipo de alteraciones, del mismo modo que nadie admitir¨ªa las correspondientes modificaciones del grado de. responsabilidad que asumi¨® el contribuyente al tomar sus decisiones de gasto. El cumplimiento de tales responsabilidades se ve ahora condicionado por las limitaciones que, por alteraciones legislativas, se introducen sobre la cuant¨ªa,de renta disponible para el gasto de los consumidores.
En resumen, la inesperada modificaci¨®n de la tarifa impo ne al contribuyente una obliga ci¨®n de gasto adicional que no pudo prever en el momento de tomar las decisiones de gasto para el periodo y para cuya cobertura no ten¨ªa, por tanto, la obligaci¨®n de establecer una reserva de fondos. Por todo ello sorprende que, visto desde el periodo corriente, pueda tener amparo legal la reducci¨®n por sorpresa de la renta disponible.
Para el futuro, la actual modificaci¨®n de la tarifa sugiere a los agentes econ¨®micos que queda abierta la posibilidad de realizar modificaciones por sorpresa de su capacidad de gasto y, por extensi¨®n, de los par¨¢metros de pol¨ªtica econ¨®mica. Este hecho es sumamente relevante para el funcionamiento del sistema econ¨®mico en su conjunto, pues introduce una componente de incertidumbre que afecta de forma decisiva a la caracterizaci¨®n del modelo de toma de decisiones de los agentes econ¨®micos.Inseguridad econ¨®mica
Al margen de sutilezas formales (como establecer si los impuestos sobre la renta se pagan tan s¨®lo a finales de junio o, por el contrario, la declaraci¨®n anual no es sino la liquidaci¨®n final de un impuesto que se ha estado tributando a lo largo del todo el a?o fiscal; si los par¨¢metros establecidos por la ley de presupuestos tienen car¨¢cter provisional o definitivo, etc¨¦tera) que puedan servir para dar cobertura legal a la modificaci¨®n de la tarifa, no parece que pueda ignorarse que, de hecho, dejar abierta la posibilidad de cambios por sorpresa de las obligaciones en el pago del IRPF implica una modificaci¨®n sustancial de las reglas de juego que rigen la actuaci¨®n de los agentes econ¨®micos en nuestro pa¨ªs.
En una econom¨ªa de mercado, los consumidores tienen en cuenta sus expectativas de renta para tomar las decisiones de consumo y ahorro m¨¢s acordes con sus preferencias. De modo an¨¢logo, los responsables de las empresas adoptan sus decisiones de inversi¨®n y producci¨®n de acuerdo con los objetivos de sus propietarios. Igualmente, el Gobierno toma decisiones sobre variables de pol¨ªtica econ¨®mica en funci¨®n de la prioridad o la combinaci¨®n de objetivos que se plantea alcanzar: reducci¨®n de la inflaci¨®n, generaci¨®n de empleo, crecimiento econ¨®mico, etc¨¦tera. Se produce un complejo juego de interacciones en el que las decisiones de unos son datos para otros.
Es importante que existan unas reglas establecidas y conocidas por los participantes, que ordenen este juego y ayuden a elevar la eficiencia reduciendo al m¨¢ximo los niveles de incertidumbre.
Y m¨¢s importante a¨²n es el respeto a esas reglas de juego establecidas, especialmente cuando alguno de los participantes ya ha tomado sus decisiones. De otro modo ser¨ªa como iniciar una partida de ajedrez bajo la creencia de que se debe actuar de acuerdo con las reglas generalmente aceptadas y, cuando ya se han realizado algunos movimientos, descubrir que uno de los jugadores tiene la facultad de decidir en cualquier momento a qui¨¦n le toca mover, qu¨¦ movimientos est¨¢n permitidos o, cu¨¢l es el n¨²mero m¨¢ximo de jugadas.
A diferencia de lo que se espera en el ¨¢mbito deportivo, en el econ¨®mico suele haber un jugador de ventaja, en este caso el Gobierno, que puede modificar reglas de juego una vez iniciada la partida. Si es inevitable que sea asi, porque no se pueda establecer una normativa que lo impida, la autoridad econ¨®mica deber¨ªa ser especialmente cuidadosa en evitar ejercer esta posibilidad legal, que siempre es fuente de ineficiencias en la asignaci¨®n de recursos, produce sentimientos de inferioridad y desamparo en los jugadores en desventaja y conduce a cuestionar la limpieza en ¨¦l juego.
son catedr¨¢ticos de Econom¨ªa de la Universidad Complutense.
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