El n¨²mero de casas desvalijadas se incrementa en verano, pero desciende respecto a otros a?os
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Un simple destornillador permite asaltar la mayor¨ªa de los hogares de Madrid. Y si no, a una brava (barra de hierro afilada en la punta) no hay puerta blindada que se resista. Durante el verano pasado desvalijaron 700 domicilios y m¨¢s de 500 comercios en la capital. Los barrios m¨¢s adinerados, con Chamart¨ªn a la cabeza, resultan los m¨¢s castigados. Aunque la cifra resulta alarmante, la tendencia es decreciente por causas que van desde la falta de verdaderos asaltantes profesionales hasta el incremento de la colaboraci¨®n ciudadana.
Para evitar sorpresas desagradables, el consejo que ofrecen los expertos es sencillo: esconder los objetos valiosos en un sitio que no sea espectacular, sino dificil de llegar a ¨¦l. Es preciso renunciar a las cajas de zapatos y a los cajones de la cocina. Hay quienes escondieron el dinero y las joyas en el cubo de la basura y cuando volvieron a casa lo tiraron junto a las sobras de la primera cena posveraniega.
Billetes voladores
La frase m¨¢s pronunciada entre los desval¨ªjados ("parece que sab¨ªan d¨®nde estaba el dinero porque se han ido derechito al sitio") no coincide con la realidad. Los rateros desconocen en su mayor¨ªa los escondites, pero los due?os de las casa se empe?an en escoger el dormitorio para guardar las pertenencias m¨¢s queridas, con especial predilecci¨®n por las s¨¢banas. "Lo ¨²nico que hacen los ladrones es tirar de ellas para que vuelen los billetes y las joyas", aclara un agente. "Un ejemplo efectivo puede ser colocarlo entre la escayola del techo y la pared", afirma otro polic¨ªa experto en la materia.
Marcar los electrodom¨¦sticos con un punz¨®n facilita mucho su recuperaci¨®n. "Si ponen el DNI con puntitos, no rayando el aparato, que as¨ª pueden borrar la cifra, sino con peque?as puntilladas, nosotros contactamos despu¨¦s enseguida con el propietario".
No obstante, el n¨²mero de casas desvalijadas durante el verano ha descendido respecto a 1990 en un 26%. Fueron 963 los hogares asaltados en el verano de 1990, y 703 el a?o pasado. Establecimientos robados hubo 600 en 1990, y 534 en 1991. ?Las causas del leve descenso?: la falta de verdaderos profesionales. No se encuentran espadistas o expertos en abrir cerraduras sin forzarlas como hab¨ªa hace 15 a?os. En la actualidad, cuando se denuncia un robo donde no hay forzamiento de cerraduras es muy probable que se trate de un falso robo. Pero los viejos virtuosos, que acariciaban con sus espadas las m¨¢s complicadas cerraduras como si fueran cirujanos, abandonaron el oficio sin traspasar sus conocimientos.
Asaltantes profesionales
Hay tambi¨¦n un buen pu?ado de llasaltantes de casas profesionales" que pagan condena de varios a?os en Carabanchel.
Lo m¨¢s sofisticado que se llega a practicar en la actualidad es el pico del oro: prender con una tenaza la parte m¨¢s estrecha del picaporte, hasta que cede. Son los drogadictos y falsos vendedores ambulantes quienes tomaron el relevo.
Los barrios m¨¢s adinerados resultan los m¨¢s castigados por los ladrones de temporada. Especialmente el de Chamart¨ªn, donde se produjeron el verano pasado 108 de los 700 atracos de la capital. Precisamente fueron los comisarlos de este distrito quienes atraparon el pasado mes a un hombre de 23 a?os en un chal¨¦ de la calle de Bancarrota. La due?a lo sorprendi¨® in fraganti con las joyas en la mano, y ¨¦l escap¨® diciendo que ten¨ªa una pistola.
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