"Olv¨ªdate de Omarska, nunca ex¨ªsti¨®"

"Olv¨ªdate de Omarska, nunca existi¨®", le dijo el guardi¨¢n a Esad cuando fue liberado. Pero es muy poco probable que este musulm¨¢n de 17 a?os olvide el miedo, las ejecuciones y las palizas que, dice, eran la rutina de los 51 d¨ªas que pas¨® en el m¨¢s famoso campo de internamiento, serbio en Bosnia-Herzegovina.Esad saca el retrato de un hombre joven de grandes ojos saltones y mejillas hundidas, cubiertas por una barba rala, dibujado en el fondo de una caja de cart¨®n. "?ste soy yo en Omarska. Lo dibuj¨¦ un amigo".

Esad fue liberado del campo el 15 de julio. Su cara est¨¢ un poco m¨¢s llena, pero todav¨ªa queda lejos del chico sonriente y mofletudo de las fotograf¨ªas de familia en su peque?a casa del barrio musulm¨¢n de Prijedor. Omarska, a 25 kil¨®metros al sureste de Prijedor, ensombrece la regi¨®n, donde las autoridades serbias est¨¢n intimidando a los miembros de las otras comunidades para que se marchen, como parte de la campa?a de limpieza ¨¦tnica.

La entrevista se desarrolla en voz baja. Esad se calla repentinamente cuando dos hombres con uniforme azul pasan junto a la ventana. Se marchan y el alivio e expande por la habitaci¨®n. "Tengo miedo", dice Esad. "Dijeron que me matar¨ªan si alguna vez hablaba de Ornarska". Con el ¨¢nimo de un hermano, Esad prosigue el relato. El primog¨¦nito de la familia est¨¢ todav¨ªa en el campo. "Eran las seis menos cinco de la tarde cuando la polic¨ªa vino", dice Esad, describiendo su arresto el 15 de mayo. "Me estaba ba?ando. Mir¨¦ el reloj cuando entraron". Esad cuenta que la polic¨ªa le dijo que se lo llevaban s¨®lo un cuarto de hora para interrogarle. Fue golpeado en la comisar¨ªa y llevado a una f¨¢brica donde se le retuvo hasta su traslado a Omarska con otros 1.220 hombres, "Llegamos a Omarska a la una de la ma?ana. Los guardas nos alinearon al bajar de los autobuses. Nos llevaron a unos barracones y nos encerraron".

Explica que hab¨ªa cinco barracones con 670 hombres cada uno, y otro m¨¢s que albergaba a 30 mujeres. Preguntado qu¨¦ hac¨ªan los prisioneros durante el d¨ªa, Esad contesta: "Esperar sentados hasta que alguien ven¨ªa a pegarnos". Dice que un prisionero era ejecutado cada d¨ªa.

Cuando los prisioneros eran puestos en fila para recibir la comida de unos guardas que les pegaban mientras andaban, ve¨ªan cuerpos cubiertos con s¨¢banas. "O¨ªa gemidos, luego un disparo, luego silencio". Est¨¢ seguro de que hab¨ªa una ejecuci¨®n por d¨ªa. "Si hubiera habido m¨¢s lo habr¨ªa o¨ªdo. El primer d¨ªa mataron a tres personas. Luego una cada d¨ªa". La elecci¨®n del condenado se hac¨ªa al azar. Hab¨ªa algunos serbios entre los prisioneros, entre ellos Igor, un amigo suyo acusado de pasar armas a los musulmanes. Lo vio un d¨ªa. Al siguiente no estaba.