"La econom¨ªa mexicana es una de las m¨¢s abiertas del mundo"

Pregunta. ?No causa ning¨²n tipo de preocupaci¨®n en M¨¦xico esta especie de matrimonio mixto entre dos pa¨ªses industrializados y otro del Tercer Mundo?Respuesta. No ha habido otro ejemplo en la historia de las asociaciones econ¨®micas o de integraci¨®n econ¨®mica en el que un pa¨ªs con un nivel de desarrollo mucho menor se asocie con otros dos tan poderosos. La diferencia entre M¨¦xico y EE UU, por lo que se refiere al tama?o de la econom¨ªa, es de m¨¢s de veinte veces. En el caso europeo, la diferencia entre el m¨¢s grande y el m¨¢s chico es de seis veces. Sin embargo, aqu¨ª se ha planteado una cierta complementariedad de recursos, de factores de producci¨®n, que es lo que en esencia anima a la firma del Tratado y lo que puede resultar beneficioso para los tres pa¨ªses.

P. ?Con el t¨¦rmino complementariedad se refiere a la mano de obra barata que M¨¦xico aporta al TLC?

R. Creo que ¨¦ste ser¨¢ un atractivo muy especial. Hay que tener presente que la producci¨®n norteamericana utiliza alrededor del 7% de sus insumos [bienes empleados en la producci¨®n de otros bienes] totales procedentes de otros pa¨ªses. El resto lo produce internamente. En cambio, una econom¨ªa como la japonesa utiliza m¨¢s del 40% de insumos producidos por otros pa¨ªses y que son posteriormente ensamblados en alg¨²n lugar para lanzar despu¨¦s el producto japon¨¦s. ?ste es un hecho muy importante, y que explica el inter¨¦s y la estrategia de EE UU para proseguir y alentar un TLC con M¨¦xico. Hay quien dice que el primer beneficiario, al menos en los primeros a?os, ser¨¢ M¨¦xico, sobre todo por las inversiones que pueden provocar una perspectiva m¨¢s cierta de la zona de libre comercio.

P. ?No ser¨¢ al contrario, que M¨¦xico sufrir¨¢ m¨¢s al principio porque sus empresas est¨¢n menos preparadas para una reducci¨®n de aranceles?

R. La apertura comercial de M¨¦xico no se da a partir de la firma del TLC, sino que es un proceso en el que ya llevamos siete afios, en los que las barreras proteccionistas se han abatido de un modo extraordinario y han convertido a la econom¨ªa mexicana en una de las m¨¢s abiertas del mundo. En 1982, el 100% de las importaciones estaba sujeto a permiso previo. Hoy, poco m¨¢s del 5% lo est¨¢, y limitado a algunos art¨ªculos de car¨¢cter estrat¨¦gico. Hoy tenemos un arancel promedio del 10%. La competencia internacional ha sido ya muy tangible en los ¨²ltimos a?os y ha ocasionado que algunas industrias, que no pudieron competir, tuviesen que cerrar. Pero globalmente ser¨¢ positivo.

P. El TLC no prev¨¦ ning¨²n tipo de fondos de cohesi¨®n para paliar estos principios.

R. Efectivamente, porque el TLC es s¨®lo un ¨¢rea de libre comercio, no Como en Europa, que estamos hablando de una uni¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica importante. Yo creo que hubiese sido mejor contar con alg¨²n mecanismo que ayudase a este proceso de ajuste.

P. El Gobierno mexicano parece que intent¨® conseguir estos fondos, pero top¨® con la oposici¨®n rotunda de EE UU.

R. No me extra?a. El Gobierno estadounidense tiene un d¨¦ficit fiscal preocupante.

P. ?Puede ser que el Tratado sea tan s¨®lo una maniobra del presidente estadounidense, George Bush, que est¨¢ en un a?o electoral, pero que ¨¦ste diluya su contenido cuando vaya tomando forma, durante los pr¨®ximos meses?

R. Yo creo que la intenci¨®n compartida por los tres pa¨ªses es m¨¢s profunda. El proceso de integraci¨®n econ¨®mica entre M¨¦xico y EE UU ya se viene produciendo en los ¨²ltimos 20 a?os y el TLC es su culminaci¨®n.

P. Y por parte mexicana, ?es el TLC un intento del presidente Salinas de asegurar su proceso de reforma econ¨®mica mediante tratados internacionales, contra el sector m¨¢s inmovilista de su propio partido, el PRI?

R. El cambio en la pol¨ªtica econ¨®mica mexicana en los ¨²ltimos ocho a?os ha sido formidable. De un d¨¦ficit financiero del sector p¨²blico del 17% del PIB, cerraremos este a?o con un super¨¢vit del 1 %. El TLC contribuir¨¢, sin duda, a que estos cambios tengan un grado de permanencia mayor.

P. ?Se va a trasladar la presi¨®n migratoria en la frontera con EE UU a la frontera sur de M¨¦xico con el resto de Centroam¨¦rica en unos a?os?

R. El crecimiento demogr¨¢fico de M¨¦xico a¨²n es un tanto acelerado y su crecimiento econ¨®mico no ha conseguido dar todo el empleo necesario. Si M¨¦xico avanza ahora con mayor dinamismo, con TLC o sin ¨¦l, puede constituir un foco para la inmigraci¨®n centroamericana. Ojal¨¢ adoptemos pol¨ªticas como las que nosotros exig¨ªamos a los propios EE UU y que no siempre se cumpl¨ªan. La duda, claro est¨¢, se mantiene.