La econom¨ªa espa?ola crecer¨¢ por debajo del 2% este a?o, seg¨²n el Banco de Espa?a
La econom¨ªa espa?ola ha entrado en una fase de fuerte desaceleraci¨®n y presenta, de cara a fin de a?o y al ejercicio que viene, un panorama poco alentador. As¨ª lo pone de manifiesto el informe que el Banco de Espa?a present¨® ayer referido al segundo trimestre de 1992 y en el que destaca c¨®mo, frente a la ligera recuperaci¨®n del primer trimestre, se reducen apreciablemente las previsiones de crecimiento a medio plazo. Seg¨²n el banco emisor, el crecimiento medio del a?o quedar¨¢ por debajo del 2%, frente al 2,4% con que concluy¨® 1991.La demanda nacional, que durante los tres primeros meses del a?o hab¨ªa tirado de la econom¨ªa, se desaceler¨® en el segundo trimestre al igual que la actividad en la construcci¨®n o la inversi¨®n en bienes de equipo. El cuadro cl¨ªnico de la econom¨ªa espa?ola queda completado por los abultados d¨¦ficits p¨²blico y exterior, la fuerte ca¨ªda del empleo y la resistencia de la inflaci¨®n a ceder, cuesti¨®n ¨¦sta que mantiene caro el precio del dinero.Los datos del segundo trimestre confirman, a juicio del Banco de Espa?a, la 'Tragilidad en la que se asentaba la actividad de la econom¨ªa espa?ola". El crecimiento se ha basado en un mal modelo cuyo protagonista principal ha sido el tir¨®n de la demanda nacional, especialmente del consumo, al tiempo que la expansi¨®n del gasto de Alemania tras la unificaci¨®n impulsaba las exportaciones.
La p¨¦rdida de pulso de la econom¨ªa internacional, no s¨®lo de la alemana, est¨¢ afectando a nuestras ventas en el exterior sin que el comportamiento del turismo sea suficiente para paliar el aumento del d¨¦ficit comercial. Al tiempo, la demanda interna se desacelera r¨¢pidamente al pasar de crecer un 3,5% en el primer trimestre del a?o a hacerlo a una tasa inferior al 2% en el segundo.
El pilar fundamental de esa demanda ha sido el consumo, mientras que la inversi¨®n ha ido debilit¨¢ndose hasta alcanzar tasas negativas desde el ¨²ltimo trimestre de 199 1. Pero ese pilar tambi¨¦n se tambalea al faltarle, seg¨²n el banco, una base s¨®lida como el empleo, y basarse s¨®lo en el crecimiento de los salarios, por una parte, y las transferencias del sector p¨²blico, tanto por obra p¨²blica como por servicios, por otra.
Durante los primeros meses del a?o la compra de coches (con un IVA menor) mantuvo el conjusumo privado, pero de abril a' nio ha ca¨ªdo la compra de bienes duraderos. El descenso en la creaci¨®n de empleo -de un 1,3% en el primer semestre- tampoco favorece al consumo aunque su efecto, de momento, se ha visto compensado por los fuertes incrementos salariales que, sin embargo, presionan la inflaci¨®n.
Moderaci¨®n salarial
El Banco de Espa?a insiste, de nuevo, en que de cara al futuro deben moderarse los salarios ya que, si bien los aumentos pactados en convenio hasta el 15 de julio son del 7, 1 % como media (un punto por debajo del a?o pasado), los deslizamientos producen que las ganancias medias porpersona, con datos del primer trimestre, sean del 7,6%, (un punto m¨¢s que-en 1991). La presi¨®n de los costes laborales, seg¨²n el banco, est¨¢ obligando a las,industrias a ajustar empleo y reducir m¨¢rgenes para poder competir en el exterior. Mientras, este ajuste se dilata en el tiempo en los servicios donde los costes se trasladan directamente a los precios, lo que impide bajar la inflaci¨®n.
La ca¨ªda de la demanda ha reducido la capacidad utilizada en la industria. Las empresas producen menos, ganan menos y, en consecuencia, retrasan o paralizan sus planes de inversi¨®n y ajustan sus plantillas. De enero a junio el empleo se redujo en todos los sectores, pero fue la construcci¨®n el que experiment¨® el cambio m¨¢s dr¨¢stico, con una disminuci¨®n de un 4,3% (en tasas interanuales) con respecto al mismo periodo del a?o pasado.
Sector en recesi¨®n
El informe achaca gran parte de la desaceleraci¨®n econ¨®mica -qued¨® ligeramente por encima del 2% en junio- a la "clara recesi¨®n" en la queha entrado la construcci¨®n, componente tambi¨¦n fundamental de la invers¨ª¨®n. La licitaci¨®n oficial, despu¨¦s de reducirse en 1991 un 27,8%, en t¨¦rminos nominales, acumul¨® un descenso del 47,9% en los primeros seis meses de este a?o. El ajuste presupuestarlo incidir¨¢ adem¨¢s de forma importante en este sector.
La inversi¨®n en bienes de equipo en el segundo trimestre muestra tambi¨¦n una quiebra de la ligera recuperaci¨®n registrada los tres primeros meses. Las empresas no consiguen buenos resultados como lo demuestran, entre otros casos, la ca¨ªda en el impuesto de sociedades, los datos facilitados en bolsa o la evoluci¨®n de las suspensiones de pagos, y limitan por tanto aqu¨¦llas inversiones que no tienen garantizada su rentabilidad.
A este negro panorama hay que a?adir la cotizaci¨®n a la baja que sufren los mercados financieros por la situaci¨®n nacional y por la incertidumbre que pesa sobre la econom¨ªa internacional. La reducci¨®n de la confianza se ha manifestado especialmente en los mercados secundarios de deuda, que han registrado descensos significativos en las cotizaciones de los valores a m¨¢s largo plazo.
El banco emisor ha introducido varias reformas formales y de contenido en sus informes, de tal forma que se inclyue un nuevo cap¨ªtulo de s¨ªntesis y una versi¨®n en ingl¨¦s para facilitar su difusi¨®n.
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