"Entre los heridos no est¨¢"
El funcionario del Gobierno Civil de Castell¨®n recib¨ªa con extremada amabilidad a los familiares que acud¨ªan durante la madrugada del jueves a pedir informaci¨®n, y les dec¨ªa: "Entre los heridos no est¨¢". A pesar del cuidado puesto al pronunciar la frase, los parientes ca¨ªan sumidos en la desesperaci¨®n. "Quiz¨¢ hayan salido en otro autob¨²s, que parti¨® hacia la misma hora de Cornell¨¢". La frase, que pretend¨ªa ser conciliadora, no consegu¨ªa enga?ar a nadie. Los familiares por quienes preguntaban ser¨ªan identificados entrada la ma?ana en el cementerio castellonense, a donde hab¨ªan sido trasladados todos los cad¨¢veres.Entre tanto, los servicios de Protecci¨®n Civil ofrec¨ªan caf¨¦ y bocadillos a los parientes, que apenas los probaron. Una habitaci¨®n de hotel, reservada por los Gobiernos aut¨®nomos de Valencia y Catalu?a, esperaba a quienes desearan utilizarla. La afluencia de familiares se produjo de forma escalonada a lo largo de toda la noche. El autob¨²s con familiares procedente de Co.mell¨¢, que en Castell¨®n se daba por seguro, jam¨¢s lleg¨®." ?Por qu¨¦ lo ha hecho?", preguntaba una pariente desesperada, posiblemente con referencia al conductor del autob¨²s. Otra mujer sufri¨® un ataque de histeria y fue asistida por los servicios m¨¦dicos que esperaban en Gobierno Civil. "Lo menos que puede darle es ese ataque", se?al¨® un funcionario, quien explic¨® que la mujer buscaba a sus dos hijos -uno de ellos muerto y el otro herido grave- y a su suegro, de 59 a?os, que hab¨ªa perdido la vida.
"Las primeras noticias indicaban que todos iban a la Expo de Sevilla. Mi hermana y su marido no. Por eso pens¨¦ que hab¨ªa alguna esperanza. Luego los datos comenzaron a coincidir y-". Como le ocurri¨® a esta mujer, la mayor¨ªa de los parientes conocieron la noticia por las im¨¢genes de televisi¨®n.
Tras las identificaciones de la ma?ana, las escenas eran a¨²n m¨¢s pat¨¦ticas. Antes, al amanecer, algunos funcionarios retiraron de las salas destinadas a familiares los ejemplares de todos peri¨®dicos, cuya noticia de portada era, invariablemente, la tragedia de Torreblanca.
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