"A los partidos espa?oles les falta autocr¨ªtica"

Javier Arenas est¨¢ veraneando en Sevilla. Los 40 grados de la ma?ana hispalense le saben a "gloria bendita" despu¨¦s de dos meses de est¨ªo sometido al aire acondicionado de su particular G¨¦nova madrile?a.Pregunta. Desde que usted est¨¢ en la direcci¨®n del PP, Aznar sale m¨¢s a la calle, incluso estuvo alternando en la Feria de Abril. ?Le ha costado mucho desenclaustrarle?

Respuesta. Eso no es s¨®lo responsabilidad m¨ªa, es una apuesta colectiva, pero lo cierto es que el PP, desde el gran ¨¦xito electoral en las municipales del 91, es un partido que trabaja con mucha m¨¢s vocaci¨®n externa, en contra de una cierta vocaci¨®n interna que hab¨ªa en el centro-derecha. El PP tiene la obligaci¨®n moral y pol¨ªtica de ganar las elecciones, y el partido que quiera ganar tiene que estar en la calle. Los ciudadanos quieren pol¨ªticos que vivan sus problemas, y hoy podemos decir que Felipe est¨¢ encerrado en el coche oficial y en La Moncloa y Aznar est¨¢ en la calle.

P. Si se cumplen sus deseos, sus vacaciones ser¨¢n cortas, pues su partido arde en deseos de batirse con el PSOE en unas elecciones.

R. El partido ha defendido que las elecciones son una necesidad nacional, porque el proyecto socialista est¨¢ agotado. Ante esta situaci¨®n, el ¨²nico partido que puede sacar a Espa?a adelante es el PP. La maquinaria electoral del PP est¨¢ perfectamente engrasada, pero bien entendido que la mejor campa?a es la que se hace todos los d¨ªas desde la coherencia y la credibilidad. El programa de gobierno popular es un programa capaz de ilusionar a los ciudadanos, resignados hoy a la situaci¨®n despu¨¦s de 10 a?os de socialismo que han convertido las ilusiones del 92 en las frustraciones del 92.

P. Sin embargo, parece que la m¨¢quina, electoral a la que alude chirr¨ªa un poco en Andaluc¨ªa, su tierra. ?Es usted la pieza importada por su partido para captar los votos del sur?

R. Yo estoy en Madrid, como en pol¨ªtica, de forma temporal. Pero s¨ª es cierto que Andaluc¨ªa es uno de los sitios donde es imperioso para el partido mejorar los resultados electorales. No s¨¦ puede olvidar que el socialismo ha tenido el monopolio del poder pol¨ªtico en Andaluc¨ªa en los ¨²ltimos 10 a?os, y hay capas de la sociedad que creen que su derecho a una pensi¨®n o a un subsidio no es tal, sino que ese dinero viene directamente, del bolsillo de Felipe Gonz¨¢lez o de Alfonso Guerra.

P. Usted es el encargado de vender a Aznar. ?Cree que es el mejor producto de su partido o necesita alg¨²n afeite extra para vencer a Gonz¨¢lez?

R. Estamos encargados de vender un proyecto pol¨ªtico que personifica Aznar. Lo mejor que tiene Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar es lo que para algunos es su mayor defecto: su independencia. Y en segundo lugar, su naturalidad. No creo que a los l¨ªderes haya que plantearles un marketing que destruya su personalidad, porque lo m¨¢s importante es que los electores conf¨ªen en una persona, y creo, que es dif¨ªcil confiar en un nombre que responde s¨®lo a marketing. No me planteo un cambio de imagen; de momento Aznar es indiscutible tanto fuera como dentro del partido, aunque a algunos les pese.

P. ?C¨®mo se plantea la foto electoral del PP habr¨¢ mujeres en ella?

R. Aznar es fotog¨¦nico. Isabel Tocino, evidentemente, es mujer, y como tal tiene virtudes f¨ªscas de las que carece Jos¨¦ Mar¨ªa, per¨® los dos son fotog¨¦nicos. De todas formas, va a haber foto colectiva a las puertas de La Moncloa, con Aznar de presidente.

P. ?Y en esa foto d¨®nde estar¨ªa usted, delante o detr¨¢s de Francisco ?lvarez Cascos [n¨²mero dos del PP], y, en cualquier caso, con qu¨¦ cartera en la mano?

R. Cuando me he visto en los carteles no me ha ido muy bien. S¨®lo una vez fui n¨²mero uno por el PDP, y no logramos ni un esca?o. De todas formas, esa foto es tan importante para ¨¦l futuro de Espa?a que no debe haber ning¨²n problema geogr¨¢fico. Yo siempre detr¨¢s de ?lvarez Cascos porque reconozco que es muy inteligente y adem¨¢s es el n¨²mero dos del partido. Lo de los ministerios no se habla en el PP porque, aunque aspiramos a que si hay Gobierno en la sombra pronto est¨¦ a la luz, eso s¨®lo lo conoce Aznar, y una de sus grandes virtudes es la discreci¨®n.

P. ?El 92 ha sido bueno para usted?

R. El 92 ha sido un tiempo de luces y sombras. La luz de determinados esfuerzos colectivos, como la Expo, los Juegos Ol¨ªmpicos y la capitalidad cultural. de Madrid, que han debido desarrollarse como aut¨¦nticos proyectos de Estado. Pero la gran sombra es que Espa?a no asume la preparaci¨®n del nuevo siglo como un pa¨ªs competitivo. Se prometi¨® un 92 de alegr¨ªa y de ¨¦xito y tenemos un 92 de incremento de IVA, IRPF, de una Espa?a en suspensi¨®n de pagos. 1992 es el fin del ciclo del PSOE, el agotamiento de su proyecto y el inicio de la era del PP.

P. ?Y la Expo? Usted, sevillano, yerno de Manuel Olivencia [ex comisario general], tendr¨¢ una opini¨®n apasionada, en un sentido u otro, de la muestra.

R. Ha fallado el aspecto human¨ªstico. Se ha intentado vender como una feria, y la gente ha interpretado que es una fiesta demasiado cara. Algunos responsables han llevado a un divorcio intolerable de la Expo con la ciudad de Sevilla, porque, si lo analizamos fr¨ªamente, quienes en realidad se han volcado con su Expo han sido los sevillanos. Esa actitud no ha sido correspondida. Al final creo que habr¨¢ un balance positivo, pero va a ser una oportunidad perdida.

P. Usted, con 34 a?os, est¨¢ haciendo una especie de master en pol¨ªtica desde dentro de un partido y del Congreso, ?qu¨¦ ambiciones le mueven?

R. Yo nunca me he planteado mi entrada inmediata en la responsabilidad pol¨ªtica. Lo que s¨ª he necesitado es sentirme ¨²til, y me he sentido hasta ahora muy ¨²til en la oposici¨®n; pero la etapa en Madrid sin duda es temporal, para ir donde el partido me mande y donde Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar diga, porque yo he adquirido un compromiso pol¨ªtico con el PP y un compromiso personal con Aznar, al que le agradezco profundamente su confianza.

P. Como miembro del aparato del partido, ?cu¨¢les son sus tareas m¨¢s ingratas?

R. En el centro-derecha se est¨¢ creando una nueva cultura de solidaridad interna que antes primaba solamente en la izquierda. Los partidos de centro-derecha han exteriorizado, por ejemplo, sus divisiones, cosa que no ha hecho la izquierda. De todas formas, en la vida del partido se aprenden muchas cosas, no todas buenas. Lo menos bueno es c¨®mo todav¨ªa los partidos dedican bastante tiempo a la destrucci¨®n interna. Creo que en los partidos espa?oles hace falta una gran autocr¨ªtica. Hay exceso de partitocracia, de la que es responsable el partido socialista, que ha invadido la sociedad y las instituciones.

P. Con el pen¨²ltimo caso de presunta corrupci¨®n pol¨ªtica, socialistas y populares est¨¢n empatados a esc¨¢ndalos judiciales. ?Cree que el ciudadano medio hace distingos entre ustedes?

R. Lo del empate habr¨ªa que discutirlo. En cualquier caso, lo grave es la sensaci¨®n de corrupci¨®n generalizada en las administraciones p¨²blicas que se est¨¢ produciendo. A medida que ha aumentado el sector p¨²blico han ido desapareciendo los controles, y esta responsabilidad es achacable al PSOE. No hay mayor corrupci¨®n pol¨ªtica que el incumplimiento de los programas electorales.

P. Usted rompe el t¨®pico de "a los 20 quien no es de izquierdas no tiene coraz¨®n, y a los 40 quien no es de derechas no tiene cabeza".

R. Yo nunca me he considerado de derechas, aparte de que creo que la tesis doctoral sobre izquierdas y derechas no se ha hecho. Si derecha es la defensa del sistema democr¨¢tico y de las libertades del hombre frente al Estado, pues soy de derechas. Si derecha significa la defensa del privilegio, los socialistas son la derecha. Siempre fui moderado, fui viejo demasiado pronto.

P. Dicen de usted que es un seductor nato, que se gan¨® a Aznar despu¨¦s de haber camelado a su esposa, Ana Botella.

R. Ja, ja [grandes carcajadas]. Ese ¨²ltimo detalle no lo conoc¨ªa. En todo caso, no tengo vocaci¨®n de seductor. Al final, uno s¨®lo quiere seducir a su mujer, que es lo importante. Para ser seductor hay que tener ocupaci¨®n y, desgraciadamente, cuando se est¨¢ en pol¨ªtica no se tiene tiempo para esas cuestiones tan interesantes.