La sonrisa de un genio
La última vez que vi a John Cage fue el 5 de noviembre del pasado a?o, en un marco tan exquisito como es el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Se interpretaban sus Sonatas e interludios para piano preparado. Acabada la ejecución de la obra, John Cage salió de entre el público para felicitar al, también exquisito, pianista, que se había quitado las gafas para recibir los aplausos y las fotos. Allí estaba Cage, con sus casi 80 a?os, ataviado con una camisa vieja que cubría parte de sus roídos pantalones.Cage sonreía. Era la sonrisa, a la vez sincera y desafiante, de un genio que ha sabido interpretar en su obra el mundo que le rodea, un mundo dominado por el azar, el silencio, y "los ruidos del siglo XX". Este genio sonriente nos ha ense?ado un nuevo tipo de relación con el arte, del que somos parte activa al toser en un silencio o al tocar el claxon de nuestro coche.
Casualmente, John Cage ha muerto en agosto, mes en el que el tráfico desaparece de las grandes ciudades y sus calles enmudecen.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás a?adir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.