Jordi Pujol advierte al Gobierno que peligra la continuidad de la etapa de colaboraci¨®n

El presidente de la Generalitat de Catalu?a, Jordi Pujol, advirti¨® al Gobierno y al PSOE que peligra la continuidad de la etapa de colaboraci¨®n con los nacionalistas catalanes. Esa colaboraci¨®n se har¨¢ imposible, dijo, si no se resuelve el problema de la financiaci¨®n auton¨®mica, si no se reorienta la pol¨ªtica econ¨®mica en beneficio de los sectores productivos y si contin¨²a lo que calific¨® como pol¨ªtica auton¨®mica "regresiva". La oposici¨®n acogi¨® esta advertencia como un s¨ªntoma de que Pujol prepara ya el discurso de los nacionalistas para las elecciones legislativas.

Pujol dedic¨® la parte central del discurso -con el que se inici¨® ayer en el Parlamento catal¨¢n el debate anual de pol¨ªtica general- a desarrollar sus ideas sobre la situaci¨®n de Catalu?a en Espa?a. El l¨ªder nacionalista dijo que para consolidar y desarrollar su personalidad, Catalu?a necesita que, en un horizonte que fij¨® en el a?o 2000, "haya una Espa?a diferente y un encaje diferente de Catalu?a en el conjunto espa?ol".Las dificultades para lograr este encaje provienen, afirm¨®, de la resistencia de Espa?a "a llevar cabo los cambios hasta admitir plenamente su pluralidad, que no es de peculiaridades, sino de naciones". Agreg¨® que esas dificultades provocan fuera de Catalu?a un malestar "que hace ver fantasmas". Para contribuir a alejarlos, Pujol dijo que el objetivo para Catalu?a "no es la independencia, sino el reconocimiento pleno de su personalidad y de una situaci¨®n propia dentro del Estado". A rengl¨®n seguido, no obstante, a?adi¨® que este objetivo "va m¨¢s all¨¢ de la autonom¨ªa que tenemos, m¨¢s all¨¢ de la actual capacidad de tomar decisiones y m¨¢s all¨¢ de status ling¨¹¨ªstico y cultural".

No a la uniformidad

Pese a la rotundidad de es as afirmaciones, Pujol no aclaro a lo largo de su discurso -que dur¨® dos horas y cuarto- si pensaba en una reforma del Estatuto de Autonom¨ªa y de la Constituci¨®n. Dej¨® claro en cambio que ¨¦l reconocimiento del que hablaba "no es compatible con la uniformizaci¨®n de las autonom¨ªas". Esta parte de su discurso termin¨® con la advertencia de que, a la corta o a la larga, "la insuficiencia de libertad y de poder" conducir¨ªa a una "situaci¨®n de ahogo" que llevar¨ªa a su coalici¨®n, Converg¨¨ncia i Uni¨®, y a todo el pa¨ªs a un cambio de estrategia.

Pujol combin¨® una vez m¨¢s el enfoque general de su discurso con incursiones en aspectos de actualidad. Se ratific¨® en su juicio favorable a la depreciaci¨®n de la peseta y la defendi¨® como una, consecuencia de un cambio de rumbo de la pol¨ªtica econ¨®mica espa?ola, que juzg¨® imprescindible. El cambio que, seg¨²n Jordi Pujol, debe operarse en la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno socialista consiste en enfocarla hacia el apoyo a lo que denomin¨® "los sectores productivos" de la econom¨ªa. "A toda Espa?a le convendr¨ªa bascular hacia la mentalidad productora de riqueza en vez de estar tan condicionada por la mentalidad administradora de riqueza, ya sea inmobiliaria, terrateniente o financiera".

"No est¨¢ en mi estilo formular amenazas", asegur¨®, "pero la no resoluci¨®n del problema de la financiaci¨®n y la pol¨ªtica auton¨®mica regresiva hacen cada vez m¨¢s dif¨ªcil la relaci¨®n y la colaboraci¨®n con el Gobierno y los socialistas".

Pujol rechaz¨® la idea del alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, de hacer de la capital catalana una segunda capital institucional de Espa?a, salvo en el supuesto, dijo, de que este cambio respondiera a una aceptaci¨®n profunda de la diferencia de Catalu?a dentro del conjunto espa?ol. Pasqual Maragall, que junto al l¨ªder del PSC, Raimon Obiols, expres¨® la "desilusi¨®n" de los socialistas por el discurso de Pujol, apreci¨® no obstante el "tono relativamente amistoso" del presidente de Catalu?a.