Hormaechea baila en la cuerda floja

Aferrado a la popularidad que conserva entre los c¨¢ntabros, que resaltan sus obras p¨²blicas con el endeudamiento que han supuesto, Juan Hormaechea, de 53 a?os, quiere continuar como si nada hubiera ocurrido y formar un nuevo Gobierno regional, tras la dimisi¨®n de seis de sus nueve consejeros. Pero la falta de fondos, la ausencia de presupuestos para el presente a?o y la mayor firmeza del Grupo Popular auton¨®mico, auguran una lenta descomposici¨®n de su poder personal.

Con un endeudamiento de 90.000 millones de pesetas en una comunidad cuyos presupuestos ordinarios no alcanzan los 50.000, la Diputaci¨®n Regional vive de las inversiones aprobadas en un presupuesto extraordinario de 1991, elaborado por el Gobierno de coalici¨®n de populares, socialistas, centristas y regionalistas. En diciembre de 1990 el PP, el PSOE, el CDS y el Partido Regionalista de Cantabria se pusieron de acuerdo para aprobar una moci¨®n de censura contra Hormaechea, inducida por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.Hormaechea era el primer conocedor del endeudamiento del Gobierno regional, porque ¨¦l mismo hab¨ªa hecho que se disparara. Por eso, en junio del a?o pasado quiso regresar a la alcald¨ªa de Santander. Encabez¨® las candidaturas de su nuevo partido, la Uni¨®n para el Progreso de Cantabria, tanto para la elecci¨®n del Ayuntamiento de la capital como del Gobierno aut¨®nomo e intent¨® a toda costa, seg¨²n algunos concejales, volver a la alcald¨ªa, que ya hab¨ªa ocupado de 1977 a 1987.

El rechazo frontal de varios concejales a votar su elecci¨®n y la preminencia final de otros intereses pol¨ªticos le mantuvieron en la presidencia del Gobierno aut¨®nomo. "En realidad, lo que le interesaba del Ayuntamiento era controlar el urbanismo, es decir, las relaciones con los empresarios de la construcci¨®n" seg¨²n uno de sus ¨²ltimos colaboradores.

Para muchos c¨¢ntabros, el resultado de las elecciones auton¨®micas de 1991 fue sorprendente.

Hormaechea consigui¨® 15 diputados frente a seis del PP, y propici¨® un pacto dif¨ªcil de asimilar. El PP, que hab¨ªa promovido la moci¨®n de censura contra ¨¦l y le hab¨ªa descalificado hasta la saciedad, lleg¨® a un acuerdo para reelegirle como presidente auton¨®mico - ¨²nica v¨ªa para impedir la elecci¨®n de un presidente socialista- a cambio de la disoluci¨®n de la Uni¨®n para el Progreso de Cantabria en el seno del PP.

Ahora, el caudillista presidente c¨¢ntabro amenaza a Aznar con reconstituir su partido y escindir el PP c¨¢ntabro si contin¨²a el acoso contra ¨¦l. En la dimisi¨®n materializada el pasado viernes por seis de los nueve consejeros del Gobierno regional, tres de ellos -Roberto Bedoya, Alberto Rodr¨ªguez y Jos¨¦ Parra- han recorrido por segunda vez el camino de regreso al PP tras haberlo abandonado para asociarse con Hormaechea.

Motivos personales

Las humillaciones frecuentes que han tenido que sorportar, sus problemas con la justicia -los tres se hallan procesados, en el mismo sumario que Hormaechea, por presuntos delitos de prevaricaci¨®n y malversaci¨®n de fondos p¨²blicos-, en definitiva, el hartazgo, les han llevado a dimitir. Los seis ex consejeros se han comprometido a no dar explicaciones p¨²blicas de su renuncia. El pasado viernes, se limitaron a difundir un comunicado en el que atribu¨ªan su decisi¨®n a motivos personales.

La falta de coraje pol¨ªtico que esa actitud entra?a es presentada por dirigentes nacionales del PP como ejemplo de las dificultades para desarrollar los intentos de aislamiento de Hormaechea y para obtener su renuncia. Hace tres meses varios consejeros consultaron con los hombres de confianza de Aznar su estrategia para conseguir una renuncia un¨¢nime de todos los miembros del Gobierno c¨¢ntabro. El mensaje que recibieron fue que cada cual deb¨ªa afrontar sus responsabilidades.

Ahora Hormaechea se encuentra expuesto a que el Grupo Popular le rechace los Presupuestos para 1992, cuando los presente, u otros proyectos cuya paralizaci¨®n puede embarrancar su gesti¨®n. Y dentro de unos nueve meses tendr¨¢ que sentarse ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria acusado de cuatro delitos de prevaricaci¨®n y dos de malversaci¨®n de fondos p¨²blicos por los que la fiscal pide 33 a?os de inhabilitaci¨®n especial.