Solchaga propone reformar Maastricht y critica el "doctrinalismo monetarista" alem¨¢n

ENVIADO ESPECIAL

El ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, cambi¨® ayer su actitud de prudencia de las ¨²ltimas 24 horas y propuso reformas al Tratado de Maastricht, mientras criticaba duramente la pol¨ªtica monetaria alemana y la posici¨®n norteamericana frente a la crisis. "Una interpretaci¨®n flexible de ciertos aspectos del Tratado ayudar¨ªa a despejar las incertidumbres", afirm¨®. Tambi¨¦n dijo que los mercados financieros no pod¨ªan vivir "entre la negligencia benigna de los Estados Unidos y el doctrinalismo monetarista del Bundesbank". Solchaga se mostr¨® pesimista respecto a la reactivaci¨®n econ¨®mica y estim¨®, la CE seguir¨¢ registrando un aumento del desempleo durante el pr¨®ximo a?o.

Despu¨¦s de varios d¨ªas de tensi¨®n contenida y aparente moderaci¨®n en sus intervenciones p¨²blica, Carlos Solchaga aprovech¨® ayer su intervenci¨®n en la conferencia de prensa como presidente del Comit¨¦ Interino del Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer algunas propuestas tras los resultados del refer¨¦ndum franc¨¦s. En su primera intervenci¨®n ante la prensa, 36 horas antes, el ministro hab¨ªa dejado entrever que hac¨ªa falta reformar algunos aspectos de Maastricht, pero el domingo por la noche se desdijo, tras el encuentro con sus colegas comunitarios, al afirmar que "no era necesario reformar el Tratado".

Interpretaci¨®n pol¨ªtica

Ayer, sin embargo, explic¨® muy claramente que tras la experiencia del refer¨¦ndum franc¨¦s y las tensiones monetarias de las ¨²ltimas semanas hab¨ªa que replantear algunos aspectos del proceso de uni¨®n econ¨®mica y monetaria. "Se trata fundamentalinente", dijo a los periodistas, "de interpretar de una manera pol¨ªtica alguna de las cl¨¢usulas que est¨¢n en el propio Tratado de Maastricht y que han dado lugar a los mayores recelos o desconfianzas por parte de la opini¨®n p¨²blica. Me refiero a la aplicaci¨®n insuficiente del principio de subsidiariedad o a la desconfianza que surge del hecho de que pueda haber determinadas transferencias de soberan¨ªa nacional que la opini¨®n p¨²blica no est¨¢n madura para aceptar, en materia de pol¨ªtica exterior fundamentalmente".

Solchaga insinu¨® tambi¨¦n cambios en el calendario de convergencia de las econom¨ªas comunitarias, o al menos una mayor flexibilidad en la valoraci¨®n de los criterios de convergencia para que nadie quede fuera de, la uni¨®n monetaria. El ministro explic¨® que "hay una ansiedad por parte de muchas sociedades europeas, particularmente en aquellos pa¨ªses que est¨¢n teniendo problemas estructurales graves de car¨¢cter econ¨®mico, a veces enraizados en su propia estructura pol¨ªtica en lo que se refiere a su posible soluci¨®n, sobre la posibilidad que van a tener de cumplir algunos de los requisitos sobre convergencia para 1997 o 1999. Creo que debe seguir predominando la idea de que la Europa que estamos construyendo debe hacerse con doce miembros y que estas ansiedades deben disiparse -en el sentido que no habr¨¢ nadie que quede excluido, aun cuando puedan considerarse periodos transitorios un poco m¨¢s o menos largos. Pero hay que acabar con la ansiedad de que alguien pueda quedar eliminado de este proceso de avance hacia la integraci¨®n en la uni¨®n econ¨ªmica y monetaria europea".

En el transcurso de la conferencia de prensa, Carlos Solchaga aprovech¨® varias preguntas sobre la coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas de los pa¨ªses industrializados, para criticar la posici¨®n de Estados Unidos y Alemania, que en sus intervenciones anteriores hab¨ªa eludido conscientemente. El ministro dijo que la coordinaci¨®n era insuficiente y que "los mercados financieros no pueden entre la negligencia benigna de Estados Unidos y el doctrinalismo monetarista del Bundesbank.

Posteriormente en una conversaci¨®n informal con los periodistas Carlos Solchaga aclar¨® que ¨¦l estaba contra todos los doctrinalismos y que de lo que se trataba era de reducir el diferencial de tipos de inter¨¦s entre Estados Unidos y Alemania. "Lo que yo pedir¨ªa a la Administraci¨®n norteamericana", a?adi¨®, "es que si eventualmente se produce una reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s en Alemania, la Reserva Federal mantenga o sus tipos, o incluso los suba para reducir la diferencia".

Respecto a la situaci¨®n econ¨®mica, Solchaga dijo que "las perspectivas de reactivaci¨®n no est¨¢n despejadas" y augur¨® que el d¨¦bil crecimiento previsto para 1993 ser¨¢ insuficiente para reducir el desempleo en los pa¨ªses comunitarios. "En el mejor de los casos se podr¨¢ detener el crecimiento del desempleo". El vicepresidente de la CE, el dan¨¦s Henning Chistophersen, por su parte, dijo que hab¨ªa solucionar lo m¨¢s r¨¢pidamente posible los problemas estructurales de las econom¨ªas de los Doce y "mantener un intenso di¨¢logo trasatl¨¢ntico que asegure una mayor coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas".