Paseo por la historia del arte en 800 cuadros
La colecci¨®n Thyssen ofrece un imprelionante panorama de nueve siglos de arte occidental
Fondo y forma, no creo que se pueda presentar mejor una colecci¨®n como esta de Thyssen-Bornemisza que abre ahora sus puertas al p¨²blico en el rehabilitado palacio de Villahermosa y que luce con un esplendor seguramente cegador para los no pocos. confusos y confundidos agoreros patrios. Pero, en verdad, ?hab¨ªa que esperar hasta esta inauguraci¨®n para descubrir cu¨¢l es el valor art¨ªstico en s¨ª y, en especial, qu¨¦ significa para el enriquecimiento del patrimonio art¨ªstico espa?ol este conjunto formado por 800 obras pertenecientes a nueve siglos del arte occidental? La interrogaci¨®n viene provocada por el hecho de haber sido ya parcialmente mostrados en dos ocasiones diferentes los fondos de esta colecci¨®n -Maestros modernos de la colecci¨®n Thyssen-Bornemisza (Biblioteca Nacional, Madrid, 1986) y Maestras antiguos de la colecci¨®n Thyssen-Bornemisza (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, diciembre de 1987-marzo de 1988), constando la primera de 114 cuadros y la segunda de 50-, con lo que, si bien ahora se a?aden ?650!, con lo entonces mostrado era f¨¢cil hacerse una idea de por d¨®nde podr¨ªa ir este espectacular resto que hoy permite contemplar la parte del le¨®n de un conjunto que en su totalidad suma unas 1.600 piezas.Mas si santo Tom¨¢s tuvo que meter los dedos en la sagrada llaga del resucitado, es obvio que estos adelantamientos tampoco bastaron para los que ni viendo quieren creer en lo que miran. En cualquier caso, las pruebas a la vista, yo les aseguro a estos sembradores de la duda un porvenir incierto a la hora de explicarse. Y es que tampoco era muy dif¨ªcil prever el beneficio cierto de disponer de 800 obras antiguas y modernas para solaz cultural de nuestro p¨²blico, incluso dejando de lado si esta posibilidad quedar¨¢ finalmente restringida a un alquiler temporal de 10 a?os, lo que espero fervientemente que. no ocurra.
Los primitivos
Pero es que adem¨¢s resulta que esta aportaci¨®n cobra una especial relevancia por su valor complementario para lo existente en nuestras colecciones nacionales, Museo del Prado incluido. Empezando por este ¨²ltimo, uno de los mejor pertrechados del mundo, esto es, no obstante, as¨ª en muy diversas ¨¦pocas y figuras, ya que la colecci¨®n Thyssen-Bornemisza rellena la laguna de primitivos y cuatrocentistas italianos, mientras que completa de manera sustancial la de primitivos y renacentistas flamencos, alemanes y franceses. Hace asimismo aportaciones de inter¨¦s, y en ocasiones de envergadura extraordinaria, en lo que se refiere a los mejores momentos de nuestra primera pinacoteca: los siglos XVI y XVII, y bastar¨ªa con citar s¨®lo a este respecto la soberbia Santa Catalina de Caravaggio y el Cristo de G. L. Bernini, por no hablar ya de los cuadros de El Greco, Ribera, Murillo, Zurbar¨¢n o Goya, siendo algunas de las piezas de los tres primeros de excepcional importancia.
Arribando en nuestra revisi¨®n al XVIII, adem¨¢s del bell¨ªsimo retrato de Asensio Juli¨¢ de Goya s¨®lo hay que citar dos nombres: el franc¨¦s Chardin y el veneciano Canaletto, ya que, a partir de este momento, cuando, comenzando la ¨¦poca contempor¨¢nea, tantas cosas se hunden en nuestro pa¨ªs, Museo del Prado incluido, los parabienes a lo aportado por la colecci¨®n Thyssen resultan sofocantes, aunque o precisamente porque carecemos de todo al respecto. De esta manera, ?qu¨¦ quieren que les diga?
Que est¨¢n en ella Constable, G¨¦ricault, Delacroix, Courbet, Corot, Manet, Pis ' arro, Monet, Renoir, Degas, C¨¦zanne, Gauguin, Van Gogh, Toulouse-Lautrec..., por citar a bulto.
Esta relaci¨®n ciertamente ahorra comentarios, pero, si les entretiene el deporte del agravio comparativo, observen lo que hay en la colecci¨®n Thyssen de obras maestras del siglo XX y p¨¢sense a continuaci¨®n por la llamada colecci¨®n del MNCARS, con su 50% de pr¨¦stamos m¨¢s o menos temporales incluido, y que est¨¢ a menos de un cuarto de hora andando, y les aseguro que tendr¨¢n una sangrante demostraci¨®n pr¨¢ctica del cu¨¢nto, el c¨®mo y hasta del porqu¨¦ de nuestra vergonzosa postraci¨®n en este campo. El asunto es como sigue: un se?or particular, durante tan s¨®lo unos treinta a?os y con la cent¨¦sima parte de lo invertido por el erario espa?ol, ha conseguido lo que nuestro Estado no s¨®lo no ha logrado durante un siglo, sino, lo que es peor, no tiene ya ni la m¨¢s remota posibilidad de hacerlo.
En este cap¨ªtulo la relaci¨®n, dadas nuestras carencias, tendr¨ªa que ser una simple lista de nombres, con lo que me limitar¨¦ a se?alar algunos episodios especialmente sobresalientes, como el de los expresionistas alemanes y austriacos, el del cubismo, el del constructivismo sovi¨¦tico, el del surrealismo internacional o, en, el del expresionismo abstracto americano.
Posible verg¨¹enza
?Hace falta, as¨ª pues, se?alar que lograr la definitiva permanencia en nuestro pa¨ªs de la colecci¨®n Thyssen es una cuesti¨®n, como le gustar¨ªa decir a un tonante regeneracionista, de "verg¨¹enza nacional"? Pues bien, ah¨ª tienen una prueba concluyente nuestros gobernantes de c¨®mo ser¨¢n juzgados por la historia si no son capaces de lograrlo...
Para concluir, no quiero dejar de apuntar algo sobre la disposici¨®n de los cuadros en el palacio de Villahermosa: en primer lugar, destacar la claridad del recorrido, la belleza de la mayor parte de las rasantes visuales, la espaciosidad luminosa de las salas y el cuidado de los detalles, dentro de ese modelo que ha elegido Rafael Moneo como de palazzo italiano. Se penetra por un fastuoso y monumental sal¨®n rectangular, sabiamente abierto por el frontal y el lateral derecho, sal¨®n donde ya se topa uno en el fondo con el Para¨ªso del Tintoretto, para a continuaci¨®n, si se desea realizar el aconsejable recorrido cronol¨®gico, acceder a la planta superior, en la que cuelgan los primitivos, y desde all¨ª ir descendiendo los pisos correspondientes hasta volver a la planta de la entrada, en cuyas ¨²ltimas salas, las ¨²nicas de paredes blancas, concluye este paseo por la historia del arte con los ejemplos m¨¢s recientes de las vanguardias de nuestro siglo.
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