El director del la Feria de Francfort se muestra optimista a pesar de la crisis
Weidhaas cree que la recesi¨®n internacional que afecta al libro es pasajera
La Feria del Libro de Francfort cierra hoy sus puertas. M¨¦xico se despide como tema central y para el pr¨®ximo a?o se prepara el t¨¢ndem Holanda Flandes. Sin embargo, a lo largo de los seis' d¨ªas de feria no Iba habido lugar a enga?os: el tema central es la crisis. Sea cual sea el pa¨ªs y sea cual sea el editor, la crisis editorial no tarda en aflorar a la conversaci¨®n. Peter Weidhaas, director de la feria, acepta la existencia de la crisis, pero se defiende diciendo: "No se trata de una crisis deI libro, sino de una pasajera recesi¨®n econ¨®mica internacional".
ENVIADO ESPECIAL
Afirma Peter Weidhaas, que, lleva 19 a?os al frente de la Feria de Francfort, que uno de los objetivos de la feria es precisamente ayudar a combatir la crisis editorial. "Aqu¨ª se plantean los problemas del sector y editores de todo el mundo se encuentran para intercambiar opiniones" se?ala. "Es por eso que no hay ning¨²n gran editor que pueda permitirse no venir a Francfort".
A pesar de la crisis, pues, y a pesar de quienes afirman que Francfort ya no tiene sentido en la era del fax, la feria sigue creciendo. "Es innegable que el fax ha agilizado la comunicaci¨®n" afirma Weidhaas, "pero se trata tan s¨®lo de una comunicaci¨®n lineal, entre dos personas. El fax nunca puede substituir a la comunicaci¨®n humana,. Un editor, en un solo d¨ªa de feria, puede encontrarse con mucha gente, observar lo que se produce en el extranjero cambiar impresiones, etc¨¦tera. Digan lo que digan, todos lo editores acaban viniendo a Francfort".
Tendencias
No hay duda de que Francfort es el lugar ideal para detectar, adem¨¢s de las crisis, las tendencias del mercado. Si el a?o pasado era el libro pol¨ªtico el que estaba en primera fila, en esta edici¨®n el panorama no estaba tan claro. A pesar de que Octavio Paz abog¨® en su discurso inicial por una edici¨®n desligada de las leyes de mercado, las editoriales buscan m¨¢s que nunca un ¨¦xito que les ayude a superar los fantasmas de la crisis. Es la ley del best seller.
Este a?o, por ejemplo, Wirhout remorse, del norteamericano Tom Clancy, se ha llevado el gato al agua como libro m¨¢s cotizado. Y es que Claney vendi¨® m¨¢s de cinco millones de ejemplares de su ¨²ltima novela en Estados Unidos. Una garant¨ªa. Por parte espa?ola, la anunciada biograf¨ªa del rey Juan Carlos, de Jos¨¦ Luis de Vilallonga, ocup¨® el lugar estelar. Ambos libros los publicar¨¢ Plaza y Jan¨¦s.
Hubo, sin embargo, otros libros. Quiz¨¢s m¨¢s alejados de las grandes cifras, pero que han llamado igualmente la atenci¨®n. El libro sobre el Danubio del h¨²ngaro Peter Esterhazy, por ejemplo, especie de r¨¦plica al de Claudio Magris, que PUblicar¨¢ Alfaguara. O las memorias de la viuda de FriedrichD¨¹rrenmatt. O la novela de Terry MacMillan Waiting to exhale, que est¨¢ escalando ventas en Estados Unidos y que publicar¨¢ Anagrama.
Es cierto, sin embargo, que Francfort es cada vez m¨¢s un lugar de encuentro (ayer, los libreros alemanes entregaron el Premio de la Paz al escritor israel¨ª Amos Oz) y menos un escenario de firmas. O sea, en la feria se habla, se adquieren opciones o se hacen tanteos, pero la negociaci¨®n no acaba de cerrarse. Continuar¨¢ por fax. Y quiz¨¢s porque se viven momentos de crisis, en la feria se habla m¨¢s que nunca del futuro, de la edici¨®n informatizada. Los libros ocupan cada vez menos lugar y en un sencillo disco inform¨¢tico pueden acumularse las obras completas de los m¨¢s prol¨ªficos autores.
"Los intelectuales cr¨ªticos siempre est¨¢n hablando de la muerte del libro, pero no es as¨ª", manifiesta Weidhaas. "Tenemos, por un lado, las informaciones impresas en forma de libro y, por otro, las informatizadas. Estas ¨²ltimas est¨¢n alcanzando un alto nivel de desarrollo y el resultado es que se pueden tener un acceso m¨¢s r¨¢pido a la informaci¨®n. Para los m¨¦dicos o para los abogados, por ejemplo, que requieren libros de consulta r¨¢pida, la informatizaci¨®n es algo muy ¨²til, pero estoy convencido de que la mayor parte de la producci¨®n de textos seguir¨¢ haci¨¦ridose en letra impresa".
El Este
En la edici¨®n actual de la feria ha podido comprobarse un especial inter¨¦s de los editores alemanes por situarse en el amplio mercado del Este. En un solo pabell¨®n, la organizaci¨®n reuni¨® a los editores de la Europa Central y del Este y en un espacio especial -el Punto de Cita Este-Oest¨¦- promovi¨® un debate sobre el intercambio entre ambas ¨¢reas.
"Los mercados del Este", comenta Weidhaas, "son muy Ca¨®ticos y nadie llega a saber exactamente lo que ocurre all¨ª. En Polonia, por ejemplo, un editor puede ignorar lo que publica su vecino. Se ha llegado al caso, incluso, de que dos o tres editores publican el mismo libro. Es un caos. Falla la estructura y la comunicaci¨®n en este gran mercado, hasta el punto que para los extranjeros es imposible participar. Por eso hemos creado este a?o el Punto de Encuento Este-Oeste-, en el que hab¨ªa 350 editoriales de pa¨ªses del Este. Esperamos que sirva para aclarar ese gran mercado".
Lo cierto es que, en medio de este immenso mercado del libro que es Francfort, el autor llega a sentirse empeque?ecido. Lo denunci¨® G¨¹nter Grass en la presentaci¨®n de Malos presagios. Y tambi¨¦n lo hizo el novelista mexicano Salvador Efizondo. "Comprendo que los autores no se sientan a gusto en Francfort" dice Weidhaas, "pero ellos saben que necesitan la feria para vender sus libros a otros idiomas, para promocionarse".
Quiz¨¢s para aliviar a los pobres autores, Peter Weidliaas contempla un futuro en el que la Feria de Leipzig, que busca su rumbo desde la reunificaci¨®n de hace dos a?os, podr¨ªa convertirse en una Fiesta de la Literatura. "Tenemos una opci¨®n para hacernos cargo de la Feria de Leipzig en 1996, pero durante este tiempo son ellos los que deber¨¢n buscar su orientaci¨®n", afirma. "No es f¨¢cil, ya que Francfort cubre todas las facetas del libro. La ¨²nica salida que se me ocurre es que Leipzig se convierta en una Fiesta de la Literatura, en algo m¨¢s dedicado a los autores que a las editoriales. Aqu¨ª, en Francfort, todo es muy profesional, pero all¨ª podr¨ªa ser distinto".
Y mientras el futuro no acaba de desepejarse, habla Weidhaas de lo complejo que es dirigir un monstruo como la Feria del Libro. No hace demasiados meses, Weidhaas estuvo a punto de dimitir, a ra¨ªz de una invitaci¨®n que realiz¨® en 1991 a los editores iran¨ªes. "Lo que yo quer¨ªa", explica, "era distinguir entre el Estados de Ir¨¢n, que es el que ha condenado a muerte a Ruslidie, y los editores y autores iran¨ªes. Ten¨ªa una idea distinta de escritores moralistas como G¨¹nter Grass y hubo una fuerte campa?a en mi contra, pero al final no dimit¨ª, aunque lo cierto es que hay tantas fuerzas implicadas en la feria que siempre surgen problemas".
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