La herencia del pintor

El testamento de Francis Bacon a¨²n no se ha dado a conocer oficialmente. Seg¨²n un portavoz de la galer¨ªa londinense Malborough, que act¨²a como agente art¨ªstico del pintor, los abogados del bufete londinense Theodore Goddard resuelven estos d¨ªas los ¨²lt"mos detalles. Se da por seguro, sin embargo, que un amigo de Bacon, John Edwards, ser¨¢ el principal beneficiario de una herencia que podr¨ªa ascender a 60 millones de libras (m¨¢s de 10.000 millones de pesetas), principalmente en cuadros y piezas de arte. [El director de la Marlborough de Londres, duque de Beaufort, mostr¨® ayer en Madrid sus dudas sobre la exactitud de esa cifra publicada en el Reino Unido. Beaufort dijo que los pormenores del legado son asunto del abogado del pintor, pero a?adi¨® que si bien desconoce el dinero que pudiera tener Bacon, la herencia en cuadros s¨®lo incluye cinco o seis, dado que, seg¨²n cont¨®, era un artista que no acostumbraba a guardar pinturas, propias o ajenas, ni siquiera dibujos].John Edwards, de 43 a?os y compa?ero de Francis Bacon desde 1980, ya ha anunciado su intenci¨®n de donar al Estado brit¨¢nico la casa donde viv¨ªa y trabajaba el pintor. La donaci¨®n se har¨¢ efectiva tras la muerte de Edwards, quien de momento piensa trasladarse a vivir al antiguo domicilio de Bacon.

Una casa peque?a

Se trata de una casa peque?a, con dos dormitorios, que constituye en s¨ª un aut¨¦ntico museo: el artista utilizaba las puertas y paredes como paletas de mezclas, por lo que la vivienda est¨¢ recubierta por completo de los colores carnosos y lil¨¢ceos que prefer¨ªa Bacon.

Los cuadros de Bacon sol¨ªan venderse a precios no inferiores al mill¨®n de libras (unos 175 millones de pesetas), y su cotizaci¨®n se ha visto incrementada por la muerte del pintor, seg¨²n lord Gowrie, presidente de la firma de subastas art¨ªsticas Sotheby's. Lord Gowrie confirm¨®, en declaraciones al dominical brit¨¢nico The Sunday Times, que la casa de Bacon "tiene un extraordinario inter¨¦s art¨ªstico".

Se ha perdido, sin embargo, pr¨¢cticamente toda la documentaci¨®n utilizada por Bacon a lo largo de su vida. De acuerdo con las explicaciones facilitadas por John Edwards, Bacon se desprendi¨® de casi todo ese material hace unos cinco a?os, cuando un empleado de la Tate Gallery londinense le escribi¨® para pedirle que lo cediera al museo. Bacon se sinti¨® insultado por el tono displicente de la carta, y, en un acceso de rabia, hizo una hoguera con cientos de fotograf¨ªas y papeles. Un par de a?os despu¨¦s, el mismo empleado de la Tate Gallery volvi¨® a insistir, y Bacon reaccion¨® de igual forma: busc¨® todo el material que se hab¨ªa salvado de la primera quema, y encendi¨® una segunda hoguera.