Duros y radicales
Es en el terreno musical donde la est¨¦tica sucia se ha impuesto y recupera d¨ªa a d¨ªa los mandamientos del punki en lo que puede llegar a ser su segundo esplendor. Los nuevos grupos americanos son rabiosamente alternativos, radicales y decididamente sucios.Ya no est¨¢n s¨®lo los gritos escatol¨®gicos de Red Hot Chili Peppers. Ni Ice Cube y su tocayo Ice-T, que ofrece una pistola desde la portada de su ¨²ltimo disco y que voluntariamente ha retirado del ¨¢lbum una de sus canciones, Cop Killer (Mata-polis), ante las protestas de grupos policiales. Ahora les acompa?a una aut¨¦ntica avalancha de rock duro y radical, No hay car¨¢tula de disco donde no se muestre la advertencia gubernamental de que contiene lenguaje expl¨ªcito. La pegatina es ya un sello de inter¨¦s.
Melena descuidada bajo una gorra de b¨¦isbol, pantalones cortos, camisas rajadas. Se mire por donde se mire, los grupos de ¨¦xito visitan al mismo modista. Da igual que sean los pasionales Guns n'Roses que los m¨¢s intelectuales Nirvana o que la variaci¨®n psicod¨¦lica de Black Crowes. El resto de grupos en la cresta de la ola no difieren demasiado: Pearl Jam, Ministry, Metallica.
Quiz¨¢ nadie quiera rescatar la palabra punki. Pero es la impresi¨®n que uno obtiene tras ver a Jim Rose colgarse ladrillos con unas cadenas prendidas a sus pezones y a su pene. O a 20.000 J¨®venes blancos vibrar con la encendida violencia pronegra de las letras de Ice Cube, mientras le gritan: "Vete a tomar por culo, Ice". El intercambio de insultos entre p¨²blico y artista es constante. Como en los viejos tiempos.
Y la hero¨ªna vuelve, seg¨²n Rolling Stone. La campa?a constante contra la droga ha convertido su consumo en una aut¨¦ntica transgresi¨®n ahora que parec¨ªa tan dif¨ªcil transgredir algo.
El a?o pasado muri¨® de sobredosis Johnny Thunders, los Chill Peppers perdieron a su guitarrista Nillel Elovak y su cantante consigui¨® desengancharse poco despu¨¦s. Guns n'Roses tuvo que despedir a su bater¨ªa a causa de la adicci¨®n. Perry Farrell se ha declarado a favor del uso de la hero¨ªna en varias ocasiones.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.