Musicos y cineastas norteamericanos imponen la moda de la 'suciedad elegante'
Tom Waits, Juliette Lewis Traci Lords o Axl Rose son algunos de los l¨ªderes del 'Dirty chic'
Quienes cre¨ªan que en los ¨²ltimos a?os, de este fin de siglo s¨®lo tendr¨ªan cabida los cuerpos atl¨¦ticos y saludables, el aspecto lujoso e impoluto y la cultura de mesa, se han quedado totalmente fuera. Las drogas, la suciedad, la provocaci¨®n, usar lo usado, las lecturas de James Ellroy y el no peinarse, conforman el dirty-chic, la moda de una suciedad elegante que probablemente ni siquiera sea chic, pero que ya preside las im¨¢genes de las pel¨ªculas de la temporada y es exhibida por los m¨²sicos m¨¢s importantes del momento. En tiempos de pobreza se imponer reciclar lo usado y olvidarse de lo nuevo. Eso s¨ª, de la manera mas elegante posible.
"Me paso todo el domingo con mis pantalones cortos y mi camiseta sucios, hasta que decido bajar a comprar", as¨ª comienza la ¨²ltima novela de la neoyorquina Tama Janowitz, una de las escritoras que conoce a la perfecci¨®n el pulso de la modernidad.T¨®m Waits, presentando su ¨²ltimo disco, Bone Machine, ha dicho: "Podemos sacar muchas cosas de la basura sobre la que vivimos. Me gusta recuperar cosas viejas, comprobar c¨®mo suenan los desperdicios, qu¨¦ m¨²sica puedo obtener de la basura". Son s¨®lo dos confirmaciones de lo que la revista 20ans apuntaba recientemente: el triunfo del dirty-chic. La moda de lo sucio.Enterrado el punki a finales de los a?os setenta y vista la decadencia de lo que se dio en llamar realismo sucio durante los a?os ochenta, en los noventa parece imponerse un extra?o cruce de ambas tendencias. Al menos en Estados Unidos.Existe un empe?o en reciclar lo ya consumido, una fascinaci¨®n por lo usado y un desprecio casi absoluto por lo nuevo. Se ha superado la l¨ªnea del descuido. Lo que antes era un vestir descuidado, un peinarse sin atenci¨®n, una decoraci¨®n con descuido, ahora es sencillamente sucio. Y la suciedad termina por exigir tanta dedicaci¨®n como la limpieza.En Melrose, la calle de Los ?ngeles dedicada a ropa joven, los escaparates sugieren que lo que se lleva es el pantal¨®n rajado, el parcheado, los deste?idos, la asimetr¨ªa y la arruga. La exitosa tienda American Rag dedica su amplio espacio a ropa vieja y usada o nueva, pero que oculta su origen bajo un mal trato de f¨¢brica. Y su p¨²blico se obstina en comprar prendas que a ser posible no se ajusten a su talla. Todo ha de ser deliciosamente err¨®neo, encantadoramente sucio.El cine americano actual fagocita esta man¨ªa. Entre la avalancha de pel¨ªculas juveniles se observa la inclinaci¨®n hacia ¨¢reas marginales aunque carentes de la rebeld¨ªa estomagante de otros tiempos. Ahora los j¨®venes parecen cansados y, sobre todo, sucios. Para nada transmiten Sensaci¨®n de vivir.
La generaci¨®n anterior, la de los Tom Cruise, Charlie Sheen o Matthew Broderick, ha terminado por convertirse en una elegante, impoluta y algo engolada variaci¨®n, del ni?o de pap¨¢. Sus sucesores, por el contrario, transitan por el lado salvaje de la vida. Hay tres parejas que ejemplifican a la perfecci¨®n el amor del nuevo Hollywood por lo sucio.
Winona Ryder y Johnny Depp. Ella, taxista mugrienta en el ¨²ltimo Jarmusch. ?l, protagonista de Cry Baby, dirigida por el pope del mal gusto John Waters.Juliette Lewis y Brad Pitt. Ella rob¨® El cabo del miedo a actores de la talla de Robert de Niro o Jessica Lange. ?l, tras la escena caliente con Geena Davis en Thelma y Louise, dio vida a Johnnie Suede, un ingenuo y sucio cantante con tup¨¦, en una modernez hip dirigida por Tom DiCillo. Ahora, juntos y felices, acaban de terminar Kalifornia, la K lo dice todo, donde interpretan a unos enamorados criminales que, por supuesto, pasean por el lado sucio de la vida.
Gary Oldrnan y Uma Thurman, confesos aficionados a no lavarse. El ser¨¢ Dr¨¢cula en la pr¨®xima pel¨ªcula de Coppola, que promete ser una adaptaci¨®n barroca, l¨ªrica pero muy sucia del cl¨¢sico de Bram Stoker.
Otro actor que estar¨¢ en esa pel¨ªcula es Keanu Reeves, que, junto a River Phoenix, protagoniz¨®, en My Own Private Idaho, un aut¨¦ntico pase de modelos de lo que. ser¨ªa la perfecta suciedad.
Como Matt Dillon, que aparece en su ¨²ltima pel¨ªcula, Singles, con melena y perilla y envuelto en trapos. Nicholas Cage, Kiefer, Sutherland, John Cusack, Martha Plimpton, estrellas de esta afici¨®n al pantal¨®n roto, el pelo sucio, la cazadora mugrienta, las zapatillas siempre desatadas y las camisetas una encima de la otra.
En Los ?ngeles se acaba de estrenar Pepi, Luci y Boom, de Pedro Almod¨®var. El adjetivo favorito en su promoci¨®n es tasteless. Algo as¨ª como de mal gusto. Sin duda un adjetivo que ahora cobra aut¨¦ntico valor positivo de cara al marketing.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.