Solicito a vuestra ilustr¨ªsima...
Una familia v¨ªctima de una agresi¨®n urbarn¨ªstica lleva a?os enzarzada en in¨²tiles papeleos
GABRIELA CA?AS ?Qu¨¦ puede hacer un ciudadano frente a una constructora que semientierra la propia casa y un Ayuntamiento incapaz de mediar en el conflicto? La familia Rodr¨ªguez ha comprobado que tras casi cuatro a?os de papeleos nadie le soluciona el problema: la agresi¨®n urban¨ªstica de unos vecinos que ha convertido su casa en h¨²medos semis¨®tanos. El agua se filtra por las paredes desde hace 38 meses, y sus reclamaciones s¨®lo han servido para coleccionar una voluminosa carpeta de solicitudes, respuestas administrativas y mucha literatura funcionarial.
Los problemas de Valeriana Guerrero, una pensionista de 67 a?os, viuda de un carpintero, y su familia empezaron a principios de 1989. Hasta esa fecha hab¨ªan visto c¨®mo una empresa constructora hab¨ªa tirado la peque?a casa de la finca colindante con la suya. Donde antes hubo una, ahora se erig¨ªan cinco chal¨¦s adosados con materiales de primera calidad.La estrecha franja que quedaba entre las nuevas casas y la de Valeriana se destin¨® a jardines privados de los nuevos vecinos, de manera que, ante el estupor de ¨¦sta, un d¨ªa los obreros nivelaron el terreno con escombros y tierra, cuya sujeci¨®n era, directamente, el muro de su casa, que es de una sola planta, de manera que la vivienda de Valeriana ha quedado semienterrada en uno de sus m¨¢s largos lados hasta una altura de 1,60 metros.
Luchadores de papel
De esta forma, una de las paredes del sal¨®n, de la cocina, del ba?o y del dormitorio de Valeriana est¨¢ cubierta desde hace casi cuatro a?os hasta una altura de 1,60 metros. Desde entonces, la humedad corroe el muro de la casa y ha convertido a los dos hijos de esta pensionista, Justo y Juan Jos¨¦ -uno, t¨¦cnico de reparaciones de Iberia, y el otro, de maquinaria pesada-, en luchadores de papel timbrado.
Las primeras solicitudes las enviaron a la Junta Municipal de Hortaleza el 21 de febrero de 1989. Las firmaban Valeriana Esperanza Guerrero L¨¢zaro, su hijo Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Guerrero y Juan Antonio Mat¨ªas Garc¨ªa. Los tres, propietarios de sendas casas bajas puestas en fila en la calle de Laur¨ªn, esquina a la Plaza; las tres, v¨ªctimas de las nuevas humedades producidas por el, nuevo jard¨ªn con piscina. Estos tres vecinos del distrito de Hortaleza s¨®lo ped¨ªan -y siguen pidiendo- que se hiciera un muro de contenci¨®n impermeabilizado.
La impaciencia motiv¨® un segundo escrito en abril por parte de Valeriana pidiendo que alguien de la junta revisara lo denunciado. Su hijo hizo un escrito similar, pero a?adi¨® a la solicitud en grandes caracteres: "?Aqu¨ª est¨¢ entrando el agua!".
Se multiplicaron las visitas a la Junta Municipal y, seg¨²n los afectados, las buenas palabras, pero cada vez que llov¨ªa el agua segu¨ªa entrando sin que nadie moviera un dedo por impedirlo. En mayo, estos vecinos de Hortaleza, cuyas humildes casitas han quedado absorbidas por el lujoso barrio del Parque del Conde de Orgaz, insistieron con un nuevo escrito. Pero ese mismo mes consiguieron que la junta inspeccionase y reconociese al menos los hechos.
"Cuando, en mayo de 1989, se nos ocurri¨® consultar a un abogado", dice Juan Jos¨¦, "¨¦ste nos dijo que era tarde , que ya no se pod¨ªa poner un interdicto de obra nueva".
Ahora, Juan Jos¨¦, de 45 a?os, cuenta con cierta sorna sus peregrinaciones. Su insistencia le ha hecho ir de despacho en despacho y de secretaria en secretaria, que "siempre tomaban nota", explica.
A mediados de noviembre, los afectados escriben al alcalde, a la tercera tenencia de alcald¨ªa, a la Polic¨ªa Municipal, a Urbanismo, a los bomberos, a Protecci¨®n Civil y al Defensor del Pueblo. En diciembre de 1989, un escrito de la junta anuncia a los Rodr¨ªguez que "con fecha actual se propone la imposici¨®n de la preceptiva sanci¨®n econ¨®mica de 25.000 pesetas a la empresa denunciada", la constructora Videal.
Volver a empezar
En marzo de 1990 no todo sigue igual: las cosas para los denunciantes est¨¢n realmente peor. Los Rodr¨ªguez se ven obligados a cambiar de interlocutor en la junta. Ahora est¨¢ F¨¦lix Garc¨ªa, jefe de secci¨®n de asuntos generales. "Me dijo que tratase de llegar a un acuerdo con los nuevos vecinos", explica Juan Jos¨¦, "y que todo lo hab¨ªamos hecho mal, ya que ten¨ªamos que haber denunciado a los propietarios de los chal¨¦s, as¨ª que me aconsej¨® empezar todo el tr¨¢mite de nuevo".
En mayo de 1990, el defensor del pueblo, ?lvaro Gil-Robles, anuncia que "archiva el expediente", dado que se ha impuesto una multa y el Ayuntamiento efectuar¨¢ la ejecuci¨®n subsidiaria en caso de que el demandado no haga el muro.
Seguir enumerando las r¨¦plicas y contrarr¨¦plicas hasta la fecha de hoy es demasiado farragoso. Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez asegura que ni a trav¨¦s del registro de la propiedad pudo dar con la identidad de los due?os de las casas. El Defensor del Pueblo ha recibido dos cartas m¨¢s para que sepa que todo sigue igual, y el presidente de la junta, Jorge Tapia, le recibi¨® -por fin- en su despacho. "Me dijo que nuestro asunto ser¨ªa prioritario". Eso ocurri¨® hace un a?o.
La familia Rodr¨ªguez asegura que no est¨¢ dispuesta a rendirse todav¨ªa.
"P¨ªdalo por escrito"
Este peri¨®dico ha sido incapaz de desenmara?ar un ¨¢pice este complicado asunto en s¨®lo diez d¨ªas. El concejal de Hortaleza no devolvi¨® las llamadas efectuadas. Tampoco lo hizo la vocal del PSOE en la junta, Pilar Garc¨ªa Pe?a. La propietaria de uno de los chal¨¦s colindantes declin¨® la invitaci¨®n de dar su versi¨®n sobre el asunto. La empresa constructora Videal s¨ª contest¨®. "Nosotros hicimos una obra que ten¨ªa la correspondiente licencia municipal", explica su portavoz. "Es verdad que nos pusieron una multa que ahora no s¨¦ si pagamos o no, pero en cualquier caso la construcci¨®n del muro -quiz¨¢ innecesario- no es cosa nuestra, sino de los propietarios de las casas. Es un asunto que tenemos olvidado".F¨¦lix Garc¨ªa, jefe de secci¨®n de Asuntos Generales de la junta de Hortaleza, se neg¨® a dar explicaciones. "Le aconsejo que venga, pida el expediente y lo vea. Lo tiene que pedir por escrito, y se lo dar¨¢n al d¨ªa siguiente", dijo. A preguntas sobre la supuesta infracci¨®n urban¨ªstica, remiti¨® al Plan General de 1985.
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