La preferida de la Dietrich, a subasta
Un an¨®nimo pujante se lleva por 100 millones de pesetas la joya favorita de la misteriosa actriz
Marlene Dietrich vivi¨® tan sigilosamente sus ¨²ltimos a?os que hac¨ªa dudar al p¨²blico sobre si se trataba de una leyenda viva o muerta. La noticia de su muerte, a los 90 a?os, llen¨® los peri¨®dicos, del pasado mayo con detalles sobre su apasionante vida. Esta semana, la subasta de la joya de la que nunca se quiso separar confirm¨® que la rentabilizaci¨®n de su glamour es ya un negocio de otros. Unas 250 personas se reunieron el martes en la galer¨ªa Sotheby's de Nueva York para asistir a la subasta de su brazalete favorito, que alcanz¨® un precio de 990.000 d¨®lares (unos 100 millones de pesetas). La tremenda pieza de diamantes y rub¨ªes que la actriz luci¨® en la pel¨ªcula Aquarius, de Alfred Hitchcock, triplic¨® el precio de salida en dos minutos y medio, y fue adjudicada a un coleccionista an¨®nimo que pujaba por tel¨¦fono.John D. Block, director de joyer¨ªa de Sotheby's, habl¨® en nombre del nuevo due?o para explicar que, aunque el precio era sorprendente, "el glamour de la propietaria y el atractivo" de la pieza val¨ªan la pena. La simple descripci¨®n del cat¨¢logo sobre la joya, engarzada en 1937 por Louis Arpels y puesta a la venta por Mar¨ªa, la hija de la artista, corta la respiraci¨®n. "El arrebatador brazalete tridimensional", se dice sin una pausa, "es una curva decorada con c¨ªrculos conc¨¦ntricos de rub¨ªes rodeados por un arco de diamantes, con un reverso decorado con diamantes que forman un p¨¦talo y una banda articulada de diamantes de cierre".
Los responsables de Sotheby's calificaron el brazalete de "hist¨®rico". "Mucha gente considera que Marlene Dietrich es m¨¢s que una reina; por tanto, tiene el mismo prestigio tener algo que ha sido de ella o de un arist¨®crata", explic¨® Block tras presenciar la gran acogida que la pulsera hab¨ªa tenido entre los elegantes asistentes. La subasta de la pieza 491 hab¨ªa conseguido paralizar de admiraci¨®n al p¨²blico, que giraba su cabeza hacia el final de la sala para observar c¨®mo el anticuario Leigh Keno sub¨ªa el precio y retaba al desconocido del tel¨¦fono.
Segundos despu¨¦s de que la pulsera superara los 600.000 d¨®lares, Keno se dio por vencido y tir¨® con rabia al suelo el estandarte rojo que utilizaba para pujar. Keno, que actu¨® en representaci¨®n de un coleccionista privado, declar¨® a este peri¨®dico que su cliente deseaba m¨¢s que nada en el mundo tener en su poder la pulsera. "Para la persona a la que represento, cualquier objeto de Marlene Dietrich se convierte en una obra de arte", dijo.
La subasta del pasado martes coincidi¨® con un momento en el que vuelve a estar de actualidad la vida de la actriz que vest¨ªa como un hombre. Las librer¨ªas exhiben en sus escaparates la ¨²ltima biograf¨ªa sobre esta mujer nacida en Alemania en 1902 y trasplantada a Hollywood por Joseph von Sternberg en 1930. En el libro de 626 p¨¢ginas de Steven Bach Marlene Dietrich. Vida y leyenda se la describe como una celebrada madre, actriz y amante que vivi¨® peligrosamente sin llegar a quemarse. En palabras del cr¨ªtico de libros de The New York Times Wilfrid Sheeden, "Marlene no fue simplemente una amante de la vida desenfrenada con efecto fugaz, sino una s¨®lida burguesa con un fiero sentido de obligaci¨®n hacia sus clientes. Fue una vividora con las virtudes de un tendero". De acuerdo con esta descripci¨®n, la actriz se hubiera sentido orgullosa de ver el inter¨¦s que su joya favorita despert¨® en este bingo para millonarios que son las subastas.
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