Busca y captura de 48 millones de votos
Campa?as multimillonarias para animar a votar a la 'generaci¨®n de la apat¨ªa'
Los actuales j¨®venes norteamericanos, conocidos como la generaci¨®n de la indiferencia o de la apat¨ªa, est¨¢n mostrando los primeros signos de actividad pol¨ªtica y parece que este a?o van a acudir, por fin, mayoritariamente a las urnas. Durante el ¨²ltimo a?o, los artistas de rock y la cadena de v¨ªdeos musicales MTV han organizado multimillonarias campa?as para animarles a participar en el proceso pol¨ªtico y romper la apat¨ªa por la que se han caracterizado hasta ahora. "?Hey!, protege tus libertades. ?Vota!", grita en uno de los anuncios el cantante del grupo Aerosmith, Steven Tyler. "Aunque sea por el candidato equivocado", puntualiza el bater¨ªa del grupo.
Los padres fundadores de la democracia norteamericana estar¨ªan orgullosos de saber que la cantante Madonna y los grupos B-52 y REM, entre otros, han conseguido que centenares de millares de personas se registren para votar. Seg¨²n la cadena de v¨ªdeos musicales, un 60% de los j¨®venes consultados han declarado que "casi seguro" votar¨¢n el 3 de noviembre. Los esfuerzos de MTV, que este a?o ha emitido informativos pol¨ªticos con el lema de "Elige o pierde" entre canci¨®n y canci¨®n, y de la campa?a de la industria discogr¨¢fica Rock the Vote han sido cruciales para incorporar al proceso a una generaci¨®n que ha sustituido la conciencia social por el zapping.La generaci¨®n de los veintitantos est¨¢ compuesta por 48 millones de personas, que, tras crecer en los avariciosos a?os ochenta, han aterrizado como adultos en un mundo en el que la ecolog¨ªa naufraga, el amor est¨¢ amenazado por el sida, el derecho al aborto peligra por una corriente conservadora y la falta de expectativas laborales les impide independizarse de sus padres. Son los primeros norteamericanos en muchos a?os que van a tener una calidad de vida inferior a la de sus mayores; hombres y mujeres que, tras ser testigos de la degradaci¨®n social, han desarrollado un complejo de cangrejo.
En un art¨ªculo llamado Actuando con precauci¨®n, la revista Time defin¨ªa a la generaci¨®n de entre 18 y 29 a?os como un grupo poblacional que ha desarrollado un firme escepticismo como protecci¨®n ante una sociedad hostil que nunca ha contado con ellos. En el reportaje se dec¨ªa: "Desprecian los r¨®lex y los tirantes. Aprecian la vida familiar, el activismo local, los parques nacionales y las bicicletas de monta?a. Tienen tan s¨®lo una vaga idea de su propia identidad, aunque, sin embargo, tienen una monumental preocupaci¨®n por los problemas que la anterior generaci¨®n les deja sin solucionar".
La generaci¨®n de la indiferencia, que creci¨® entre tres Administraciones republicanas, est¨¢ perdida. Seg¨²n una encuesta elaborada por Times Mirror hace dos a?os, ha respondido con rechazo a la era de la informaci¨®n que le ha tocado vivir. "Saben menos, leen menos y son m¨¢s ap¨¢ticos que cualquier otro sector poblacional", concluye dicha encuesta.
Si se tienen en cuenta los recuerdos hist¨®ricos que los veintea?eros conservan en su memoria, no es extra?o que hayan optado por desinteresarse por lo que pasa a su alrededor. Varios j¨®venes consultados coincidieron en se?alar que despertaron al mundo con noticias como el desastre nuclear de Chern¨®bil, la cat¨¢strofe ecol¨®gica del vertido de crudo del Exxon Valdez y el aniquilamiento forestal del Amazonas.
Si sus padres vivieron las revueltas sociales contra Vietnam, ellos han asistido, a trav¨¦s de la frialdad de las pantallas de sus televisores, a una guerra tecnol¨®gica; si sus progenitores tuvieron la posibilidad de vivir la utop¨ªa hippy y el amor libre, un 40% de los j¨®venes norteamericanos de hoy en d¨ªa son hijos de divorciados que se enfrentan al sexo con preservativo. Si la m¨²sica de los sesenta propugnaba el idealismo, los j¨®venes norteamericanos est¨¢n acostumbrados a ir a conciertos patrocinados por multinacionales y su ¨²nico cantante pol¨¦mico ha sido el rappero Ice-T, con una canci¨®n en la que animaba a matar polic¨ªas.
"Crec¨ª en los a?os Reagan que demostr¨® ser moralmente corrupto con el Irangate", explica Jillian Jones, una estudiante de Nueva York de 22 a?os; "fui a un colegio privado y mis padres me hicieron pensar que el mundo era un lugar maravilloso". "Cuando llegu¨¦ a la Universidad ya hab¨ªa empezado la recesi¨®n y empec¨¦ a descubrir el mundo de los vagabundos y el enga?o del sue?o en el que me hab¨ªan hecho creer", dice la joven pelirroja, consciente de las razones por las que a sus contempor¨¢neos les cuesta mucho tener ideales que comparar a los mitos generacionales de hace 30 a?os, Kennedy y Martin Luther King.
El candidato dem¨®crata, Bill Clinton, es consciente de que para muchos j¨®venes su opci¨®n es la menos mala. Su programa defiende el aborto y la ecolog¨ªa Los dem¨®cratas han sido los ¨²nicos que se han acercado a los estudios de MTV Televisi¨®n y han utilizado la oportunidad que les brindaban los representantes de la cultura de im¨¢genes r¨¢pidas y superficialidad a la que est¨¢n acostumbrados los j¨®venes electores. Clinton y su candidato a la vicepresidencia, Al Gore, se sometieron a las preguntas de estos j¨®venes que se ponen gorras de b¨¦isbol al rev¨¦s o se disfrazan de hippies porque ni siquiera han encontrado un estilo propio de vestir.
En las elecciones de 1988, la generaci¨®n de la apat¨ªa demostr¨® un abstencionismo sin precedentes: s¨®lo un 36% de ella acudi¨® a las urnas, y un 80% de esta cifra lo hizo para apoyar mayoritariamente a los republicanos.
Desde hace unos meses, Greg Geller, de 21 a?os, est¨¢ tratando de convencer a su novia, Kathy Carrocci, de que no puede seguir apoyando a Bush. "Clinton y Gore son j¨®venes, y en el ticket republicano, Quayle, que es el ¨²nico que no es tan viejo, act¨²a como si lo fuera. Es muy extremista, con su fiera oposici¨®n al aborto y su defensa de la familia", dice. Kathy, de 21 a?os, hija de un trabajador de la construcci¨®n de Long Island que estudia en la Bussiness School de la Universidad de Nueva York, quiere mucho a su novio, pero se resiste a apoyar a los dem¨®cratas.
Los dem¨®cratas est¨¢n ofreciendo en su programa ayudas para pagar las deudas estudiantiles, que, seg¨²n la directora del programa juvenil de los dem¨®cratas, Judy Brof, "ha aumentando un 127% en los ¨²ltimos 10 a?os". Seg¨²n Brof, ¨¦ste no es el ¨²nico problema a?adido que se ha acentuado en los a?os republicanos. "En los ¨²ltimos tres a?os se ha duplicado el n¨²mero de adictos a la coca¨ªna, y uno de cada 80 adultos consume coca¨ªna una vez a la semana", dice.
La juventud de los centros urbanos se enfrenta a un panorama desolador, y m¨¢s que verse salpicada por la violencia, empieza a formar parte de ella. El sector de la poblaci¨®n de 18 a 24 a?os experiment¨® un descenso en los niveles de violencia, pero la generaci¨®n que viene detr¨¢s est¨¢ pegando fuerte. Desde 1985, el n¨²mero de chicos de 17 a?os detenidos por homicidio ha aumentado un 121%, y el porcentaje asciende hasta el 217% en el caso de los detenidos por homicidio de 15 a?os.
Si West Side story dibuj¨® por primera vez el enfrentamiento de las bandas urbanas de los sesenta, la pel¨ªcula Boys in the Hood representa los conflictos interraciales y la marginaci¨®n a la que se enfrentan los j¨®venes de los noventa. La cadena de ropa Banana Republic, que, junto con Gap, es la tienda favorita de la juventud, ha llenado las ciudades norteamericanas de unos anuncios en los que se lee: "M¨¢s que preocuparnos por nuestros diferentes pasados, intentemos hacemos cargo de nuestro futuro com¨²n". El 3 de noviembre, 48 millones de j¨®venes tendr¨¢n la oportunidad de expresar su ¨²ltima palabra.
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