La 'marcha de hierro' rebasa el recorrido autorizado, pese a la solidaridad de Madrid
Los madrile?os hicieron el esfuerzo que les pidieron. Unos fueron a aplaudir a los obreros que llegaban del norte y otros se sacrificaron olvid¨¢ndose del coche. Entre las dos y las ocho de la tarde circul¨® un 10% menos de veh¨ªculos de lo habitual un lunes. Los ciudadanos intentaban evitar el caos en que luego se sumergi¨® la zona noroeste de la ciudad porque los manifestantes; no respondieron con la misma moneda. Desde el principio se saltaron el recorrido pactado y cortaron m¨¢s carriles y calles de lo previsto. El Ayuntamiento de Madrid tiene claro qui¨¦n fue el, culpable: la Delegaci¨®n del Gobierno, que cedi¨® a las presiones de los organizadores de la concentraci¨®n. Un redactor de EL PA?S sigui¨® la jornada desde el centro municipal de control de tr¨¢fico.
Madrid volvi¨® a ser v¨ªctima de las iras ajenas. La marcha de los sider¨²rgicos de Asturias y del Pa¨ªs Vasco caus¨® graves problemas de circulaci¨®n en la carretera de La Coru?a, en los ejes oeste-este de la ciudad y en el paseo de la Castellana. Eso, a pesar de que la intensidad circulatoria (porcentaje de ocupaci¨®n de las calles) fue, desde la una de la tarde, inferior a la habitual.Los acuerdos previos sobre el itinerario que hab¨ªan establecido los organizadores con la Delegaci¨®n del Gobierno y la Polic¨ªa Municipal quedaron r¨¢pidamente en papel mojado. La primera v¨ªctima fue la carretera de La Coru?a. Los obreros, que entraron en la autov¨ªa sobre las dos de la tarde procedentes de Pozuelo, ten¨ªan reservado un carril en direcci¨®n Madrid, pero prefirieron ocupar dos.
Adem¨¢s, los familiares y simpatizantes que esperaban en el arco de la Victoria ejecutaron una perfecta maniobra envolvente contra los automovilistas al cortar tambi¨¦n la carretera en su entrada a Madrid.
Conclusi¨®n: los manifestantes llegaron a la capital a las tres de la tarde a una velocidad de cinco kil¨®metros por hora, mientras los conductores circulaban a cero kil¨®metros por hora. La carretera de La Coru?a no se recuper¨® de los efectos de la marcha hasta cerca de las seis de la tarde. A esa hora ya se hab¨ªa liberado el eje de Jos¨¦ Abascal-Cea Berm¨²dez, pero el paseo de la Castellana viv¨ªa sus peores momentos.
Las previsiones de la Polic¨ªa Municipal quedaron inservibles porque un peque?o grupo de manifestantes. destroz¨® todo el dispositivo de vallas que los agentes hab¨ªan preparado para que al menos quedara expedita la mitad del paseo.
Indignaci¨®n municipal
A las 18.10, cuando la manifestaci¨®n se concentraba a las puertas del Ministerio de Industria, el concejal de Seguridad, Carlos L¨®pez Collado, quien segu¨ªa los hechos desde el centro de control de pantallas, orden¨® que se intentara "en lo posible" liberar para la circulaci¨®n la parte del paseo que, seg¨²n los acuerdos, deb¨ªa quedar disponible. Hasta el Ministerio de Defensa hab¨ªa pedido ayuda al Ayuntamiento para desbloquear sus salidas. Pero las ¨®rdenes de L¨®pez Collado no se pudieron cumplir. Hasta las 19.15, el paseo de la Castellana fue de nuevo el manifest¨®dromo de Espa?a.
L¨®pez Collado estaba indignado con la actuaci¨®n del Cuerpo Superior de Polic¨ªa. "Han sido los culpables de que la Castellana se cortara totalmente al permitir que los manifestantes quitaran las vallas que la Polic¨ªa Municipal instal¨® para conducir la marcha por el lateral", coment¨®. El concejal de Seguridad consider¨® que "la Polic¨ªa Nacional cedi¨® a las presiones de los manifestantes". "Lamento que el de legado de Gobierno [Segismundo Crespo] deje su puesto con este borr¨®n".
A las ocho de la noche, los componentes de la marcha se su bieron a los 500 autobuses que desde primera hora de la tarde les esperaban a lo largo de toda la calle de Concha Espina. Esta v¨ªa se convirti¨® en un gigantesco aparcamiento de autocares que ocuparon tres y cuatro carriles de la calle desde el Santiago Bernab¨¦u hasta pasado el parque de Berl¨ªn.
Seg¨²n el gabinete municipal de tr¨¢fico, los principales problemas a media tarde se registraron en las salidas hacia la carretera de La Coru?a, especialmente en Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde, que fue la v¨ªa m¨¢s usada como alternativa a la cortada Cea Berm¨²dez-Jos¨¦ Abascal. A partir de las seis, el colapso sobrevino en la calle de Bravo Murillo, por donde fue desviado el tr¨¢fico tras portarse el paseo de la Castellana.
Menos veh¨ªculos
El resto de la ciudad registr¨® sus problemas habituales, aunque en algunos puntos estuvieron aligerados por la menor intensidad de circulaci¨®n. ?sta fue especialmente significativa a partir de la una de la tarde. A las cuatro circul¨® un 5% menos de veh¨ªculos, a las seis un 10% menos y a las ocho un 7% menos.
En la carretera de La Coru?a un conductor tard¨® casi dos horas en recorrer los cinco kil¨®metros que separan el enlace del palacio de la Moncloa del acceso a Aravaca. A las dos de la tarde de ayer, el atasco en la N-VI fue total en ambos sentidos de circulaci¨®n.
Fuentes de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) se?alaron que unas 30 l¨ªneas de autobuses se vieron afectadas por la marcha de protesta.
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