Nueve siglos en hora y media
Gu¨ªa pr¨¢ctica para visitar la colecci¨®n Thyssen-Bornemisza
Si quiere ver la colecci¨®n Thyssen, olv¨ªdese de los lunes, y, en cualquier caso, deje el coche en casa. El museo Thyssen-Bornemisza, en el palacio de Villahermosa, abre de martes a domingo, de diez de la ma?ana a siete de la tarde. El metro, 18 l¨ªneas de autobuses y el tren -Atocha y Recoletos- permiten llegar al museo -situado junto al Congreso y frente al Museo del Prado sin sufrir atascos ni perder el tiempo en busca de aparcamiento. Para los que viven con la hora pegada a los talones, es posible visitar la colecci¨®n y ver lo esencial en el mismo tiempo que uno emplea en comer.
La riqueza art¨ªstica de la colecci¨®n Thyssen, que ofrece en sus 700 cuadros un magn¨ªfico panorama de nueve siglos de arte occidental, ha originado colas desde el d¨ªa de su inauguraci¨®n. Las m¨¢s largas se forman los s¨¢bados y los domingos, mientras que desaparecen en las tardes durante la semana. Eso s¨ª, la luz natural, que ilumina cenitalmente las pinturas, favorece la contemplaci¨®n de los cuadros m¨¢s que la vespertina luz el¨¦ctrica.Para quien desee evitar las aglomeraciones, el museo dispone de un servicio de venta anticipada de entradas, situado en la taquilla, con un horario de cuatro a seis de la tarde. No es posible, sin embargo, reservar las entradas por tel¨¦fono. Hay que sufrir la cola un d¨ªa para evitarla otro, el que se elige para ir.
Una vez llegado a la taquilla, el visitante comprobar¨¢ que los precios son altos: 600 pesetas para los adultos y 350 pesetas para los mayores de 65 a?os y los estudiantes de la CE, previa acreditaci¨®n. Los escasos privilegiados que entran sin pagar son los ni?os menores de 12 a?os, acompa?ados, y los miembros de la International Corporation Museum (ICOM).
El visitante en busca de una orientaci¨®n did¨¢ctica tendr¨¢ que esperar hasta que, a principios del a?o que viene, la fundaci¨®n edite la gu¨ªa que est¨¢ preparando el conservador de la colecci¨®n, Tom¨¢s Llorens. De momento, el museo s¨®lo ofrece un peque?o y sucinto folleto gratuito o dos voluminosos cat¨¢logos, uno sobre los maestros antiguos y otro sobre los maestros modernos, que cuestan 6.000 pesetas cada uno.
Para quienes opten por formar un grupo y llevar su propio gu¨ªa, las visitas han de realizarse de 10.00 a 11.30, de martes a viernes, y el grupo no puede exceder de 25 personas. La excepci¨®n a la regla son los VIP (very important person, personas muy importantes), a los que el museo ofrece como gu¨ªa a alguien de su propio personal.
Para minusv¨¢lidos
El museo cuenta con facilidades para minusv¨¢lidos, ancianos y padres que visiten la colecci¨®n acompa?ados de beb¨¦s. Los visitantes minusv¨¢lidos disponen de ascensores, tel¨¦fonos y aseos especialmente dise?ados para su uso. El servicio de guardarropa cuenta con sillas de ruedas y mochilas portabeb¨¦s a disposici¨®n del p¨²blico que lo necesite.
El museo aconseja ver la colecci¨®n siguiendo un orden hist¨®rico, criterio con el que se han ordenado num¨¦ricamente las salas. El recorrido sugerido empieza en la segunda planta, con el nacimiento de la pintura europea, en el siglo XIII italiano.
Contin¨²a en la primera planta, con la pintura moderna, que comienza en el siglo XVII holand¨¦s. Y finaliza en la planta baja, con las vanguardias del siglo XX, el modernismo ecl¨¦ctico, el surrealismo tard¨ªo y la sensibilidad pop. La visita se hace en sentido contrario al de las agujas del reloj, en torno al patio central.
Aquellos a quienes pille la hora de comer en el palacio de Villahermosa pueden salir fuera con un sello invisible en la mano, que les permitir¨¢ volver a entrar sin pagar ni hacer colas.
Para los que prefieran no salir del museo, funcionan en el primer s¨®tano una cafeter¨ªa y un autoservicio para calmar el hambre. El autoservicio, abierto de doce de la ma?ana a cuatro de la tarde, ofrece un men¨² del d¨ªa por 850 pesetas o una selecci¨®n de platos por un precio que ronda las 2.000 pesetas. En la cafeter¨ªa, que permanece abierta durante el horario del museo, es posible tomar bebidas fr¨ªas y calientes, boller¨ªa, sandwiches y platos combinados. Es, adem¨¢s, el ¨²nico sitio del palacio de Villahermosa donde se puede fumar. Est¨¢ prohibido tomar im¨¢genes en el interior del museo. Las m¨¢quinas de fotos y v¨ªdeos deben dejarse en el guardarropa, junto a los paraguas, cochecitos de ni?os, paquetes, bolsas y bolsos que excedan de 40 cent¨ªmetros. El servicio es gratuito.
Recuerdos de arte
Los que no quieran abandonar el museo sin llevarse alguna imagen o un recuerdo pueden acudir a una tienda en la planta baja que funciona tambi¨¦n como librer¨ªa. Adem¨¢s de los dos extensos y exhaustivos cat¨¢logos de la colecci¨®n, la tienda ofrece libros de arte y carteles grandes (1.000 pesetas) y peque?os (500 pesetas) con reproducciones de 20 cuadros de la colecci¨®n.
Asimismo, forman parte de la oferta de la tienda tarjetas postales (50 pesetas), un calendario para 1993 con reproducciones de pinturas (1.500 pesetas), camisetas estampadas o bordadas (2.000 y 2.500 pesetas), bolsas de lona y tacos de notas y l¨¢pices con el logotipo de la Fundaci¨®n Thyssen-Bornemisza.
Esta entidad proyecta poner a la venta felicitaciones de Navidad y pa?uelos de seda con reproducciones de cuadros, elegidos por la propia baronesa Thyssen, para principios de a?o. Otro de los proyectos consiste en la programaci¨®n de ciclos de conferencias en el sal¨®n de actos en el primer s¨®tano. Este espacio, con capacidad para 200 personas y dotado de cabinas de traducci¨®n simult¨¢nea y sistemas de proyecci¨®n de audiovisuales, se puede alquilar.
Los inexcusables en el recorrido
Tom¨¢s Llorens, conservador de la colecci¨®n Thyssen, ha seleccionado los 51 cuadros esenciales del museo.En la primera planta:
- Sala 1: Cristo y la samaritana, de Duccio.
- Sala 3: Diptico de la Anunciaci¨®n, de Van Eyck, y La Virgen del ¨¢rbol seco, de Petrus Christus.
- Sala 4: Cristo resucitado, de Bramantino.
- Sala 5: Robert de Maswin y Retrato de un hombre joven, de Campin; Joven caballero orando, de Memling; Retrato de un hombre joven, de Antonello; Giovanna Tornabuoni, de Ghirlandaio; Supuesto retrato de Catalina de Arag¨®n, de Juan de Flandes, y Retrato de Enrique VIII, de Holbein.
-Sala 7: Joven caballero en un paisaje, de Carpaccio, y Retrato de Ferry Carondolet, de Sebastiano.
- Salas 8 y 9: Cristo entre los doctores, de Durero, y Retrato de una dama, de Baldung Grien.
- Sala 11: San Jer¨®nimo en el desierto, de Tiziano, y Anunciaci¨®n para el retablo de Madrid, de El Greco.
-Sala 12: Santa Catalina de Alejandr¨ªa, de Caravaggio, y La Piedad, de Ribera.
-Sala 17: Muerte de Jacinto, de Ti¨¦polo, y Piazza de San Marcos, de Canaletto.
-Sala 19: Venus y Cupido, de Rubens.
En la segunda planta:
- Sala 22: Retrato de una familia con un criado negro, de Frans Hals.
-Sala 25: La fachada occidental de Santa Mar¨ªa de Utrecht, de Saenredam.
- Sala 28: El columpio, de Fragonard.
-Sala 31: La esclusa, de Constable.
- Sala 32: La amazona de frente, de Manet, y El deshielo de Vetheuil, de Monet.
-Sala 33: Les Vessenots en Auvers, de Van Gogh; En la modista, de Degas; Retrato de un campesino, de Cezanne, y Mata Mua, de Gauguin.
- Sala 36: Paisaje de oto?o en Oldenburg, de Schnidt-Rottluff.
- Sala 37: Nubes en verano, de Nolde, y Fr?nzi ante una silla tallada, de Kirchner.
- Salas 39 y 40: Quappi de rosa, de Beckmann, y Metr¨®polis, de Grosz.
En la tercera planta:
- Sala 42: Localizaci¨®n de m¨®viles gr¨¢ficos I, de Kupka.
- Sala 43: Nueva York, de Mondri¨¢n, y Merzbild 1A, de Schwitters.
- Sala 44: La escalera, de Leger; Mujer sentada, de Gris, y Hombre con clarinete, de Picasso.
- Sala 45: Cuadro con tres manchas, de Kandinsky; Cabeza de un campesino catal¨¢n, de Mir¨®, y Arlequ¨ªn con espejo, de Picasso.
- Sala 46: Verde sobre marr¨®n, de Rothko.
-Sala 47: Habitaci¨®n de hotel, de Hopper, y Sue?o causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar, de Dal¨ª.
- Sala 48: Express, de Rauschenberg, y Mujer en el ba?o, de Lichtenstein.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.