Laberinto militar en v¨ªsperas electorales
Fujimori puede rentabilizar el intento golpista de cara a los comicios del d¨ªa 22
El intento de golpe militar sumi¨® a Per¨² en la confusi¨®n por el momento en que se produjo, los protagonistas y sus extra?as circunstancias. Seg¨²n casi todos los indicios, el hecho responde al descontento entre algunos elementos de las Fuerzas Armadas. No obstante, el presidente de facto de Per¨², Alberto Fujimori, aprovech¨® lo ocurrido para en su primera reacci¨®n acusar de la intentona a quienes intentan restablecer el r¨¦gimen anterior al fujigolpe del 5 de abril. Fujimori puede rentabilizar ahora la asonada. El laberinto peruano se complica en v¨ªsperas de las elecciones del d¨ªa 22.
A menos de 10 d¨ªas de las elecciones para el Congreso Constituyente Democr¨¢tico (CCD), que el pr¨®ximo d¨ªa 22 dar¨¢ previsiblemente al r¨¦gimen de Fujimori una m¨ªnima legitimaci¨®n formal, un grup¨²sculo de militares retirados parece haber intentado la captura y asesinato del presidente de Per¨², quien gobierna sin control parlamentario desde el pasado 5 de abril.El intento parece la obra de un grupo de aficionados que Fujimori y sus asesores sabr¨¢n, sin duda, capitalizar al m¨¢ximo, sobre todo, ante las pr¨®ximas elecciones para el CCD. Fujimori disfruta todav¨ªa de altas cotas de popularidad. Todo parece indicar que ver¨¢ confirmada su posici¨®n de tuerza con una victoria arrolladora de los suyos en las elecciones del pr¨®ximo 22 de noviembre. El nuevo CCD parece predestinado a elaborar una Constituci¨®n a la medida del presidente, todav¨ªa de facto, y construir el entramado legal para un r¨¦gimen fujimorista con una democracia de signo autoritario.
La cl¨¢sica pregunta en estos casos de "?a qui¨¦n beneficia el golpe?" invita casi a barajar la posibilidad de una escenificaci¨®n de la tentativa de los militares que, seg¨²n la versi¨®n oficial, trataron de asesinar a Fujimori. No faltaban ayer en Lima los que consideraban esta posibilidad y mostraban su escepticismo ante la versi¨®n oficial de los hechos.
Esta teor¨ªa de la conspiraci¨®n en - provecho propio ser¨ªa llevar tal vez demasiado lejos ' la capacidad de maquiavelismo de Fujimori y su entorno de asesores, pero no cabe duda de que, una vez acontecidos los hechos, tratar¨¢n de sacar el m¨¢ximo partido pol¨ªtico.
A la hora de buscar motivos para la descabellada intentona se pueden encontrar algunos elementos que podr¨ªan arrojar cierta luz sobre los confusos hechos que sorprendieron ayer a la opini¨®n p¨²blica peruana. La noticia comenz¨® a circular en Lima al mediod¨ªa y por las calles de la capital no se advert¨ªan se?ales de sucesos extraordinarios. La poblaci¨®n lime?a segu¨ªa ocupada en la dificil batalla cotidiana por la supervivencia, ajena a lo que se coc¨ªa entre los bastidores del poder.
Penuria econ¨®mica
La situaci¨®n econ¨®mica de las Fuerzas Armadas peruanas no se diferencia mucho del resto de los ciudadanos, que padecen una situaci¨®n de aut¨¦ntica penuria. El sueldo de un general peruano oscila en torno a los 500 soles mensuales, que en estos momentos no llegan a las 35.000 pesetas. No es raro encontrar a alg¨²n oficial de la Fuerzas Armadas entre los miles de taxistas informales que se ganan la vida y completan su sueldo con sus coches particulares por las calles de. Lima.
Un decreto ley aparecido ayer en el diario oficial El Peruano, con la firma de Fujimori y del ministro de Defensa, deja al presidente las manos libres para pasar a retiro, casi a su antojo, a militares de cualquier rango. Al mismo tiempo, Fujimori parece haber tirado demasiado de la cuerda en su af¨¢n fustigador contra la corrupci¨®n, incluso dentro de las Fuerzas Armadas.
En un programa de televisi¨®n del pasado domingo Fujimori denunci¨® la corrupci¨®n en la Marina y critic¨® a sus mandos por lo que el presidente consider¨® como complicidad durante varios a?os con hechos il¨ªcitos. Todo esto puede haber tenido el efecto de unas banderillas de fuego sobre el lomo de los militares, pero no parece motivo suficiente para desencadenar un golpe cuando Fujimori disfruta todav¨ªa de un alto grado de apoyo.
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