Gustavo Guti¨¦rrez lamenta que se haya "enterrado" la 'teolog¨ªa de la liberaci¨®n'
Gustavo Guti¨¦rrez, considerado el padre de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, ha lamentado que el documento de Santo Domingo (Rep¨²blica Dominicana), que recoge las conclusiones de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, "haya enterrado el m¨¦todo ver, juzgar y actuar, herramienta b¨¢sica de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n". "Ahora" ha se?alado, "es s¨®lo juzgar y actuar". El te¨®logo peruano comprende, no obstante, que el documento no mencione la teolog¨ªa que ¨¦l fund¨®. Algo que ha irritado a muchos no ha levantado en ¨¦l el m¨¢s m¨ªnimo enojo.
"El documento", se?ala, "no condena ni agrede a nadie". Guti¨¦rrez considera el texto como un instrumento v¨¢lido para los tiempos que vienen, pero de escaso profetismo con respecto a los laicos, la l¨ªnea pastoral m¨¢s votada por los prelados despu¨¦s de la opci¨®n preferencial por los pobres. En el documento falta, seg¨²n deja entrever el te¨®logo, un compromiso de futuro en torno a la ordenaci¨®n de personas casadas.Guti¨¦rrez, que para algunos te¨®logos ha moderado sus posiciones, sostiene que ning¨²n documento "del magisterio habla de una teolog¨ªa determinada. Ser¨ªa una novedad dentro de la Iglesia". Recuerda, para ilustrar su afirmaci¨®n, que el Concilio Vaticano Il recoge muchas cosas del te¨®logo alem¨¢n Karl Raliner, ya fallecido, pero no menciona su nombre. No obstante, la teolog¨ªa de la liberaci¨®n era mencionada expl¨ªcitamente. "Ha de estar fundada en la doctrina socialde la Iglesia", se dec¨ªa, entre otras cuestiones, en el documento de trabajo elaborado por los episcopados latinoamericanos y que fue aparcado al comenzar la conferencia.
El te¨®logo peruano, que ha participado este fin de semana en El Escorial (Madrid) en una mesa redonda titulada Dios y hombre en la sociedad defin de siglo, organizada por el Consorcio Madrid Capital Cultural Europea de la Cultura, considera que Santo Domingo no ha supuesto un paso atr¨¢s con respecto a las conferencias generales precedentes: Puebla (1979) y Medell¨ªn (1968). En una breve entrevista concedida a tres periodistas, Guti¨¦rrez sostiene que el documento "abre una agenda para trabajar en el futuro".
La opci¨®n por los pobres, por ejemplo, no tiene en cuenta solamente las cuestiones socioecon¨®mica. "Hab¨ªa que a?adir a la pobreza su dimensi¨®n cultural, algo que no estuvo presente en otrasconferencias, como Medell¨ªn o Puebla", considera Guti¨¦rrez. "Creo que una gran tarea de hoy en Am¨¦rica Latina es saber entrar en la complejidad del mundo del pobre. No basta decir es pobre. Hay que decir tambi¨¦n que tiene un color, una cultura y una lengua", dice. Las conclusiones de Santo Domingo, que han sido sancionadas recientemente por el papa Juan Pablo II, reconocen la pluralidad de las culturas ind¨ªgenas, afroamericanas y mestizas. La Iglesia latinoamericana adquiere en este documento el compromiso de potenciar la identidad de estas culturas y promover la ense?anza biling¨¹e en el marco de la inculturaci¨®n del Evangelio, por ejemplo.Novedades
La cultura de ind¨ªgenas, mestizos y afroamericanos, la reivindicaci¨®n del papel de la mujer, de la que se pide un trato de igual a igual con el hombre en el ¨¢mbito de Iglesia, aunque el documento no se pronuncia en torno a su ordenaci¨®n, o la ecolog¨ªa, verdadera novedad de Santo Domingo, son las l¨ªneas prioritarias que Guti¨¦rrez entiende que se convertir¨¢n en los instrumentos de trabajo esenciales para el futuro. "Son nuestra agenda de trabajo", se?ala.
El te¨®logo peruano admiteque el mayor grado de profetismo del documento se encuentra en los apartados dedicados a la ecolog¨ªa y a la propiedad de la tierra. Los prelados se declaran aliados, en el documento, de quienes intenten' recuperar "sus tierras", y reivindican una explotaci¨®n de la Tierra subordinada a los l¨ªmites ecol¨®gicos. Guti¨¦rrez lamenta, sin embargo, que los obispos no hayan adquirido un compromiso m¨¢s valiente en torno a los laicos.
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