Una lluvia negra cay¨® sobre Ferrol
El medio mill¨®n de ciudadanos de La Coru?a y los n¨²cleos de poblaciones m¨¢s pr¨®ximas no dejaron ayer de mirar al cielo ante las graves amenazas que se cern¨ªan sobre ellos. Cualquier cambio en la direcci¨®n del viento o la presencia de lluvias en uno u otro lugar pod¨ªan tener consecuencias en principio impredecibles. As¨ª, los habitantes de Ferrol observaron por la tarde c¨®mo sus coches quedaban embadurnados con tintes negros a los pocos minutos de comenzar a llover.En La Coru?a, un cambio s¨²bito en la direcci¨®n del viento a ¨²ltima hora de la madrugada de ayer sumi¨® a la ciudad bajo el temor a que todo el casco urbano quedara sumergido en el denso humo procedente del mar.
A esa hora todav¨ªa una alfombra de llamas se extend¨ªa sobre el mar en los alrededores de la torre de H¨¦rcules y cada vez que una r¨¢faga de viento avivaba las llamas, una amplia zona quedaba iluminada. Equipos especiales de la Armada especializados en lucha contra este tipo de siniestros hab¨ªan llegado de Ferrol y se hab¨ªan apostado en tierra y en el mar para controlar la evoluci¨®n del incendio. Junto a ellos remolcadores de Marina Mercante y fuerzas de seguridad permanecieron toda la noche en vela para seguir paso a paso la situaci¨®n y hacer frente al riesgo de peque?as explosiones que todav¨ªa exist¨ªa a esa hora.
Poco despu¨¦s el viento volv¨ªa a rolar y el peligro quedaba conjurado, mientras las llamas y el humo por efecto de la lluvia y el viento se iban extinguiendo. En la ciudad, sin embargo, segu¨ªa ayer por la noche un penetrante olor a petr¨®leo.
Pese a los peligros que acechaban, La Coru?a fue normalizando su situaci¨®n a lo largo del d¨ªa. A mediod¨ªa, una vez que el fuego y el humo dejaron de ser una amenaza, el alcalde, Francisco V¨¢zquez, decret¨® el fin de las medidas de emergencia que hab¨ªan sido acordadas.
As¨ª las 300 personas evacuadas en los primeros momentos de la tragedia pudieron volver a sus hogares y las restricciones de tr¨¢fico de veh¨ªculos pesados quedaron levantadas. Tan s¨®lo se ha mantenido un cord¨®n de seguridad en la zona afectada.
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