Gobernar es prever

Yo no puedo creer que una persona sea asesinada simplemente porque el color de su piel sea negro. Hace poco Espa?a se conmovi¨® ante el triste suceso de una ni?a violada y asesinada por un loco en libertad. Vino un se?or y nos explic¨® que la justicia es as¨ª, que hay que dejar en libertad vigilada a los presos que han cumplido una parte de su condena. Y que, adem¨¢s, habr¨ªa que pensar en modificar el C¨®digo Penal para otros casos parecidos, ya que los autores, m¨¢s que delincuentes, eran unos trastornados mentales. En este caso se dio una explicaci¨®n y no hac¨ªa falta indagar los m¨®viles, que eran bien patentes.Pero en el caso actual no se ha dado ninguna explicaci¨®n del hecho. El Gobierno ha hecho una declaraci¨®n de condena, tan fogosa como innecesaria. No creo que exista un solo espa?ol que no repudie los hechos. Tampoco hac¨ªa falta recordamos que nuestra gente ha emigrado. Todos conocemos la fama de laboriosidad y seriedad que nuestros emigrantes han dejado. Pero hace falta m¨¢s. Hace falta una explicaci¨®n de los m¨®viles. Si se trata de otros locos, que en vez de a ni?as atacan a las personas de otras razas y colores, adem¨¢s de proteger a todas las etnias residentes en Espa?a, habr¨ªa que pensar tambi¨¦n en modificar el C¨®digo Penal.

Yo no creo en estos locos. Creo en exaltados y en desesperados. Y pienso, se?ores gobernantes, que gobernar, entre otras cosas, es prever. Lo de Aravaca, como en su tiempo lo de Martos, eran hechos cantados. La obligaci¨®n de las autoridades es impedir que la situaci¨®n se salga de control.-