"Me considero escultora cl¨¢sica", dice Susana Solano
La artista abri¨® ayer una retrospectiva de su obra en el Reina Sof¨ªa
El Palacio Vel¨¢zquez del Centro de Arte Reina Sof¨ªa acoge desde ayer hasta el mes de marzo una retrospectiva de la obra de Susana Solano (Barcelona, 1946) en la que se re¨²nen unas 55 piezas realizadas en los ¨²ltimos 14 a?os. La artista, mujer intensa al tiempo que dotada de una gran curiosidad y aquejada de una inquietud que la lleva a volcar toda su energ¨ªa en sus obras, piensa que "la retrospectiva es una ocasi¨®n para abrir un periodo de reflexi¨®n" sobre una tarea creativa que le ha valido el reconocimiento mundial por su magia e innovaci¨®n, por m¨¢s que ella insiste en considerarse "una escultora cl¨¢sica". "Aunque trabajo con la materia de mi tiempo", a?ade.
"Pienso", dice Susana Solano, "que la mayor¨ªa de los artistas somos espectadores de lo que pasa, de nuestra sociedad, y a veces actuamos como revulsivo; en parte nos dedicamos al arte por propia insatisfacci¨®n con lo que sucede. La pr¨¢ctica genera seguridades e inseguridades: son cosas que te replanteas tras 14 a?os de trabajo y 300 o 400 obras de todos los tama?os. Los resultados de ese trabajo est¨¢n conmigo, forman parte del lenguaje que he construido. Por eso pienso que est¨¢ bien esta exposici¨®n, para cerrar un ciclo, reflexionar y adquirir perspectiva. Las obras se hacen en el estudio o en los lugares donde est¨¢n emplazadas pero ver muchas, de distintas ¨¦pocas, en un solo espacio, es una sensaci¨®n muy fuerte. En todo caso estoy contenta, porque mi relaci¨®n con todas las piezas es buena y porque se relacionan bien entre s¨ª". La selecci¨®n y preparaci¨®n de la retrospectiva que se abre hoy en Madrid estuvo a cargo de la cr¨ªtica Teresa Blanch, y el texto de introducci¨®n al cat¨¢logo -titulado Arc¨¢ngel Gabriel- es de Eugenio Tr¨ªas.Susana Solano apunta su convencimiento de que "la escultura es, en el fondo, una denuncia, una provocaci¨®n, una manifestaci¨®n de la voluntad de escandalizar, pero tambi¨¦n la expresi¨®n de un deseo de situarse, de resituarse. Al acabar una obra, puedo estar contenta de su resultado, pero eso no dura mucho tiempo, porque no por ello remite la inquietud, el delirio: es como una especie de droga. Claro que siempre se da una cierta ambivalencia; siempre existe una cierta fragilidad. La escultura no deja de ser una escenograf¨ªa, un medio para volcar los sentidos".
M¨¦todos
"Yo no utilizo m¨¦todos ni f¨®rmulas", dice Solano, "cada obra llega de manera diversa; a veces es una obra que me lleva a otra u otras y muy a menudo son cosas que ni yo misma s¨¦, que se van configurando. Es como un di¨¢logo, no s¨®lo con los materiales, sino con las circunstancias, conmigo misma. Una obra puedes perderla de vista, pero hay todo un proceso que se queda almacenado contigo. No s¨¦ si adem¨¢s permanece en la obra: ojal¨¢ sea as¨ª". Acerca de los efectos del reconocimiento de su trabajo, la escultora explica: "El reconocimiento comporta una gran satisfacci¨®n, pero tambi¨¦n una incomodidad importante. Con la elecci¨®n de mi trabajo, planteo una cierta forma de marginaci¨®n y el reconocimiento opera en contra de eso. Es preciso mantener una cierta distancia para que no te haga da?o".Al decir que se considera "una escultora cl¨¢sica", Solano puntualiza: "Yo no busco la originalidad por s¨ª misma ni los materiales originales por s¨ª mismos. Mis mensa es parten de mi interior. Quiz¨¢ a veces me gustar¨ªa ser m¨¢s informal o m¨¢s l¨²dica, pero no es ¨¦se mi terreno: el lenguaje siempre surge y, por el momento, mi alfabeto es el hierro". "A veces puedo identificarme m¨¢s con una obra de Rodin que con la de un contempor¨¢neo", pero al hablar de los maestros que reconoce, cita a Brancusi "como precursor de la modernidad y creador de una escultura que es un cont¨ªnuo con su soporte".
Babelia
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