La tortuosa v¨ªa de Colmenar Viejo a Leizar¨¢n
La suspensi¨®n de pagos de Construcciones Atocha, SA, dej¨® un agujero de unos 9.000 millones de pesetas en sus libros de contabilidad y a m¨¢s de 700 trabajadores en el alero. Esto ocurr¨ªa el 26 de mayo de 1991. La empresa, que se constituy¨® en 1986 con un capital social de 25 millones, lleg¨® a concertar un centenar de contratos con administraciones p¨²blicas, por un importe superior a los 100.000 millones.El primer informe del administrador y de los interventores judiciales de la suspensi¨®n de pagos, remitido el pasado mes de septiembre al Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 2 de Madrid, reflej¨® una clara conclusi¨®n: indicios de estafa y falsedad documental. El juez civil le pas¨® los trastos al fiscal para "la depuraci¨®n de las responsabilidades penales".
Comunidades aut¨®nomas como Asturias, Extremadura, La Rioja, Andaluc¨ªa o Madrid; ayuntamientos como el de Torrelavega (Cantabria), M¨¦rida (Badajoz) o Coslada y Colmenar Viejo (Madrid); el Instituto Nacional de la Salud (Insalud), o el Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inserso), y hasta el Ministerio de Hacienda, se quedaron con alguna obra atrapada en la mara?a de la suspensi¨®n de pagos.
Una docena de adjudicaciones fueron cedidas con autor?zaci¨®n judicial a terceras empresas para que pudieran concluirse los trabajos. Sin embargo, otras resultaron traspasadas sin permiso de los administradores judiciales. Este es el caso de las obras -dentro de la Comunidad de Madrid- del centro agropecuario y la Delegaci¨®n de Agricultura de Colmenar Viejo, la rehabilitaci¨®n de la casa consistorial y la construcci¨®n de un polideportivo en Parla -financiadas con fondos de la Consejer¨ªa de Agricultura y Cooperaci¨®n- o las de sendos aparcamientos municipales en Fuenlabrada y Torrej¨®n de Ardoz.
Cobro por adelantado
Los administradores de la suspensi¨®n de pagos de Construcciones Atocha destacan que esta empresa sol¨ªa cobrar por adelantado a las administraciones con las que contrataba. Para ello, presentaba certificaciones de obra por acopios de materiales justo al finalizar los ejercicios presupuestarios. De esta forma, los gestores p¨²blicos pod¨ªan agotar los fondos de las partidas de obras sin temor a que se quedasen sin poderlas ejecutar. A cambio, exig¨ªan a Construcciones Atocha que presentase un aval bancario para garantizar que los trabajos se iban a llevar a cabo.Construcciones Atocha tambi¨¦n estuvo relacionada con las conflictivas obras de la autov¨ªa de Leizar¨¢n, entre Navarra y Guip¨²zcoa, a trav¨¦s de la empresa Ramos Hidalgo, SL, cuyo capital controlaba. Precisamente, uno de los ejecutivos de Atocha, Felipe Rey Pati?o, sufri¨® un atendado con carta bomba en agosto de 1991.
En el informe del administrador judicial de la suspensi¨®n de pagos se sospecha de la existencia de un "montaje" mercantil en el abandono de las obras del Pa¨ªs Vasco. Ramos Hidalgo fue vendida a Deutch, SL, cuyo principal propietario no hab¨ªa cumplido 19 a?os cuando se constituy¨® la sociedad, en julio de 1991. Esto es, cuatro meses despu¨¦s de que se hubiese firmado la compraventa de las acciones de Ramos Hidalgo.
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