La justicia brit¨¢nica ordena a John Major dar marcha atr¨¢s en el cierre de minas de la British Coal

Los sindicatos mineros brit¨¢nicos ganaron ayer su primer pleito judicial contra la orden de cierre de 31 minas de carb¨®n, tomada por el Gobierno de John Major el pasado 13 de octubre. Seg¨²n el fallo del Alto Tribunal de Justicia de Londres, anunciado ayer por el juez Glidewell en una intervenci¨®n que se alarg¨® durante m¨¢s de cuatro horas, British Coal (empresa estatal del carb¨®n) y el propio Gobierno brit¨¢nico actuaron "ilegalmente" en su decisi¨®n de cierre.A ¨²ltima hora de la tarde, Michael Heseltine, ministro de Industria y Comercio, admiti¨® que el Gobierno hab¨ªa actuado err¨®neamente. "Nos equivocamos", reconoci¨® ante las c¨¢maras de televisi¨®n, para proseguir: "Una vez decidido que hab¨ªa que reducir la capacidad de British Coal, no consideramos necesario proceder con una consulta". Pero, en un claro rev¨¦s contra las expectativas de los sindicatos, el ministro insisti¨® en que "hoy no se ha a?adido o sustra¨ªdo nada a la controversia sobre el anuncio de los cierres".

Los l¨ªderes de la oposici¨®n pidieron la dimisi¨®n de Heseltine y de la ministra de Trabajo, Gillian Shephard, en vistas al reconocimiento por parte del juez de los principales puntos en la defensa de los sindicatos. El pasado 13 de octubre, fecha de la dr¨¢stica decisi¨®n, los mineros criticaron "la injusticia, ilegalidad y fallo irracional" de las autoridades que ordenaron el cese de producci¨®n sin haber consultado a los empleados o a sus representantes sindicales. Y, una semana m¨¢s tarde, al tiempo que Heseltine daba marcha atr¨¢s en la fecha de cierre de 21 de los 31 pozos sentenciados, la comunidad minera protest¨® por la "arbitrariedad de la selecci¨®n".

Arthur Scargill, presidente del Sindicato Nacional de Mineros, asegur¨® que la sentencia "hace a?icos la pol¨ªtica del Gobierno conservador" y ofrece "un rayo de esperanza a los mineros". Su abogado, Mark Stephens, defend¨ªa la reanudaci¨®n de las extracciones de carb¨®n. Los planes de reestructuraci¨®n, definidos sin consulta previa, fueron criticados incluso por miembros del Partido Conservador. La amenaza de cierre de 31 minas e inevitable despido de 30.000 mineros moviliz¨® a la sociedad brit¨¢nica en una de las mayores manifestaciones de los ¨²ltimos a?os.