El museo Picasso de Barcelona ganar¨¢ antes de fin de siglo un 30% de superficie de exhibici¨®n
La reforma de los Palacios anexos Finestres y Mauri comenzar¨¢ en 1994
Los visitantes que acudan al Museo Picasso de Barcelona en los ¨²ltimos a?os de este siglo hallar¨¢n un centro art¨ªstico remozado, con una superficie para exhibici¨®n de obras, que exceder¨¢ en un 30% la actual, de 5.632 metros cuadrados. La ampliaci¨®n ser¨¢ posible gracias a la incorporaci¨®n al museo de los palacios Mauri y Finestres, ubicados en los n¨²meros 21 y 23 de la calle de Montcada, que se a?adir¨¢n al actual complejo picassiano integrado por los palacios Berenguer de Aguilar -n¨²cleo primigenio del museo desde 1963-, Bar¨® de Castellet y Meca, en los n¨²meros 15, 17 y 19 de la calle. Las obras de la tercera ampliaci¨®n del museo comenzar¨¢n en 1994 y podr¨ªan estar terminadas para 1996 o 1997.
Los inquilinos de los palacios Finestres y Mauri -un centro para la tercera edad que ocupa la planta baja del primero (ya de propiedad municipal) y una industria que ocupa el segundo- han comenzado a desalojar los dos inmuebles destinados a integrarse en el conjunto picassiano. Desde ahora, pueden pasar unos tres o cuatro a?os entre la realizaci¨®n del proyecto de ampliaci¨®n, la adjudicaci¨®n de presupuesto, la realizaci¨®n de las obras, el acondicionamiento final de los nuevos espacios y la reordenaci¨®n de la colecci¨®n permanente, de la que podr¨¢ exhibirse una parte mucho mayor que ahora.En conjunto, el Museo Picasso ganar¨¢ con la ampliaci¨®n unos 1.500 metros cuadrados para superficie de exposiciones.
El centro de arte barcelon¨¦s que hoy se conoce mundialmente como Museo Picasso fue inaugurado el 9 de marzo de 1963 con la cr¨ªptica denominaci¨®n de Museo Berenguer de Aguilar, muy poco aclarada por la circunstancia de que la obra que se exhib¨ªa en ¨¦l fue definida como "colecci¨®n Sabart¨¦s".
El motivo de tan grotesco disimulo era la f¨¦rrea oposici¨®n de algunas autoridades franquistas a que el nombre de Pablo Picasso apareciera vinculado a una iniciativa oficial.
Palacios parcelados
El museo, no obstante, era de propiedad municipal, y su acondicionamiento hab¨ªa sido financiado por el Ayuntamiento de Barcelona, por m¨¢s que sus impulsores hubiesen sido amigos barceloneses del artista, como Jaume Sabart¨¦s, Gustau Gil? o Joan Gaspar.En cualquier caso, la iniciativa no hubiese llegado a buen puerto sin contar con el entusiasmo del entonces alcalde de Barcelona, Jos¨¦ Mar¨ªa de Porcioles, que hizo causa personal de la fundaci¨®n de un museo en el que se mostrara la obra del artista a pesar de que, por aquel entonces, Picasso era uno de los s¨ªmbolos del antifranquismo.
La necesidad de camuflar su nombre no fue la ¨²nica dificultad con que tropez¨® en sus inicios el Museo Picasso, ya que el inmueble en el que se instal¨® estaba parcelado y ocupado por peque?os talleres, viviendas y un improvisado garaje, que fue necesario desalojar.
Aun as¨ª, el palacio Berenguer de Aguilar se qued¨® peque?o muy pronto, en especial debido al constante flujo de donaciones de obra hechas por Picasso a Barcelona a lo largo de los a?os sesenta, que culminaron en la cesi¨®n a la ciudad, en 1970, de parte de su colecci¨®n particular.
En los primeros 11) a?os de funcionamiento del centro, su colecci¨®n permanente se increment¨® hasta superar las 2.000 piezas. En la actualidad, el museo posee m¨¢s de 3.000 obras, entre cer¨¢mica, esculturas, dibujos, grabados y telas, lo que supone que s¨®lo una parte de las colecciones se expone permanentemente.
Pese a las dificultades de espacio, hubo que esperar m¨¢s de 15 a?os hasta la realizaci¨®n de las reformas que dejaron el museo en su configuraci¨®n actual. La expansi¨®n del centro picassiano se verific¨® en los contiguos palacios del Bar¨® de Castellet y Meca.
El primero era ya de propiedad municipal y el segundo fue cedido al Ayuntamiento por La Caixa. El proyecto de ampliaci¨®n, encargado a los arquitectos Jordi Garc¨¦s y Enric S¨®ria, deb¨ªa estar terminado en principio para diciembre de 1981, pero su plan de reformas desencaden¨® una pol¨¦mica institucional que impidi¨® poner en marcha la ampliaci¨®n hasta enero de 1986. Durante ese periodo, sin embargo, se modernizaron las instalaciones de seguridad y climatizaci¨®n del museo.
La ampliaci¨®n del Museo Picasso, inaugurada en diciembre de 1986, creaba un espacio museogr¨¢fico enteramente nuevo y funcional, al tiempo que manten¨ªa dentro -de lo posible la fisonom¨ªa interior de los tres palacios, que quedaron unidos por una calle interior de 60 metros de longitud a nivel de planta baja y en el primer piso, que es la columna vertebral de la reforma de Garc¨¦s y S¨®ria. La planta baja de los tres palacios qued¨® convertida en ¨¢rea de servicios, con la librer¨ªa, los lavabos, el guardarropa y un bar restaurante que fue el primer establecimiento de este tipo que abri¨® dentro de un museo barcelon¨¦s.
D¨¦dalo de espacios
El d¨¦dalo de espacios, pasillos y escaleras de las plantas superiores est¨¢ dividido entre salas de exposiciones y ¨¢rea de administraci¨®n, servicios y mantenimiento.La futura ampliaci¨®n del Museo Picasso no s¨®lo enriquecer¨¢ ostensiblemente la capacidad del museo para exponer sus fondos y realizar simult¨¢neamente exhibiciones temporales, sino que tambi¨¦n mejorar¨¢ su infraestructura, en especial los espacios de almacenamiento de obras, y permitir¨¢ racionalizar la orientaci¨®n y circulaci¨®n interior, un aspecto muy importante en un museo que suele superar el millar largo de visitantes por d¨ªa.
Babelia
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