El perro que ladr¨® al rey

J. L. Un buen d¨ªa un famoso relojero suizo present¨® a un monarca espa?ol un reloj compuesto por un pastor, un perro y una canastilla llena de manzanas. Cada hora el pastor tocaba la flauta y el animal brincaba de alegr¨ªa a su alrededor.

El rey, maravillado por el artilugio, se sorprendi¨® a¨²n m¨¢s cuando el constructor del invento le invit¨® a que tomara una manzana de la cesta. Su majestad accedi¨® y en ese momento el perro autom¨¢ticamente se volvi¨® hacia. ¨¦l ladrando con tanta fuerza que provoc¨® la respuesta airada del resto de los perros del palacio.

La cosa no qued¨® ah¨ª. "Eso no es a¨²n todo", indic¨® el gran relojero al monarca, y le pregunt¨® si deseaba conocer la hora a trav¨¦s del perro. El rey, que no hab¨ªa salido de su asombro, as¨ª lo hizo, pero en espa?ol, y el animal no supo responderle. El relojero le indic¨® que la m¨¢quina era suiza y que el perro s¨®lo entend¨ªa el franc¨¦s.

Ante las explicaciones, su majestad volvi¨® a preguntarle la hora en su idioma de fabricaci¨®n: "Alors, quelle heure est-il?". Y el perro, que entendi¨® perfectamente el deseo del rey, le respondi¨®: "Trois heures moins un quart".

El monarca era Fernando VI; el relojero, Jacques-Droz, y el lugar de la demostraci¨®n, el castillo de Villaviciosa de Od¨®n. Esta an¨¦cdota fue recogida por el experto relojero Luis Monta?¨¦s en uno de sus trabajos.

Los relojes municipales

La capital ha contado desde la ¨¦poca de los Reyes Cat¨®licos con una importante colecci¨®n de relojes p¨²blicos.

Ya en el siglo XVII aparecen censados hasta 16 relojes. Destacan los de las parroquias de San Salvador, del Buen Suceso y Santa Cruz, y el de la Casa de la Panader¨ªa. De todos ellos s¨®lo permanece la referencia de los dos ¨²ltimos.

La Casa de la Villa, sede del Ayuntamiento, dispone de un reloj el¨¦ctrico en la torre que hace esquina a la calle Mayor. Est¨¢ conectado a un reloj patr¨®n, situado en la tercera planta de la Casa Consistorial, que a su vez manda ¨®rdenes a un carill¨®n, que fue instalado en 1986, y da la hora con temas musicales madrile?os.

El de la Casa de la Panader¨ªa no funciona -se ha quedado parado en las 9.55-, al igual que le sucede al de la Junta Municipal de Vallecas, situada en la avenida de la Albufera.

La Junta Municipal de Arganzuela, en el paseo de la Chopera, s¨ª cuenta, en cambio, con uno de los relojes m¨¢s populares de la ciudad, en funcionamiento desde hace tres a?os. Da nombre a la Casa del Reloj, antiguo matadero, y es de los pocos de cuatro esferas que hay en las torres de Madrid.