Presidente de EE UU "Nuestra intenci¨®n no fue derrocar a Sadam"
El presidente George Bush, que deja la Casa Blanca el pr¨®ximo d¨ªa 20, reflexiona en esta entrevista de despedida, realizada en el Despacho Oval un d¨ªa antes del ataque a Irak, sobre pol¨ªtica exterior e interior durante sus cuatro a?os al frente de la presidencia de EE UU. "Nuestra intenci¨®n no fue derrocar a Sadam Husein", afirma al responder a c¨®mo se siente al abandonar el poder mientras el l¨ªder iraqu¨ª sigue en su puesto. Se muestra especialmente satisfecho del tratado START II y de la Operaci¨®n Tormenta del Desierto para liberar Kuwait de los iraqu¨ªes. Y reconoce que fracas¨® en su intento de explicar de forma clara la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs lo que le ha costado la presidencia.
George Bush responde ante la pregunta de qu¨¦ har¨ªa de forma diferente si tuviera la oportunidad de revisar su mandato de los ¨²ltimos cuatro a?os: "Habr¨ªa ganado las elecciones para poder explicar mejor la situaci¨®n real y los beneficios de nuestros programas a todos los americanos, y tambi¨¦n habr¨ªa incrementado la acci¨®n legislativa a trav¨¦s del Congreso". Bush se?ala algo que seg¨²n ¨¦l no se sab¨ªa durante la campa?a electoral: "Que la econom¨ªa estaba mejor de lo que se pensaba".Bush comenta que es un mito de la prensa" el que ¨¦l haya empleado m¨¢s tiempo en la pol¨ªtica exterior que en los asuntos internos. "Durante los ¨²ltimos cuatro a?os, me he dedicado mucho m¨¢s a la pol¨ªtica interior que a la exterior", insiste. "Pero con un Congreso con discrepancias ideol¨®gicas, decidido, desde el segundo a?o de nuestro mandato, a boicotear todo lo que hac¨ªamos para. beneficiarse pol¨ªticamente, es dificil lograr algo". A?ade que el Congreso se hizo partidista y que ¨¦l hubiera esperado que esto se produjera al comienzo de un a?o electoral.
Cree que el sentido filos¨®fico con que el asumi¨® la presidencia y el apoyo obtenido de su Gobierno fue "bueno y correcto, pero tuvimos problemas con el Congreso y sufrimos el terco comportamiento de la econom¨ªa, de la que se inform¨® que era mucho peor de lo que en realidad demostr¨® ser". Se?ala que le hubiera gustado completar, al finalizar su mandato, sus programas para estimular la econom¨ªa, especialmente en lo relativo a sus planteamientos de crecimiento econ¨®mico y de legislaci¨®n sanitaria.Bush espera que Clinton un dirigente firme, aunque tiempo nos lo dir¨¢ y s¨®lo la historia podr¨¢ demostrarlo". Por ahora, asegura, est¨¢ muy satisfecho de sus conversaciones con su sucesor en la Casa Blanca. "Ha sido muy solidario con las iniciativas que hemos adoptado en pol¨ªtica exterior desde que fue elegido presidente. Nos mantenemos en estrecho contacto, le informamos sobre todas las novedades referentes a Oriente Pr¨®ximo, en particulair sobre Sadam Husein. Tambi¨¦n sobre la cuesti¨®n de Bosnia-Herzegovina y la Operaci¨®n Esperanza en Somalia".
Respecto a la pol¨ªtica exterior, George Bush considera que sus mayores aciertos han sido el Tratado START II, firmado el3 de enero en Mosc¨² en su ¨²ltimo viaje como presidente, y la Operaci¨®n Tormenta del Desierto, con la coalici¨®n de las Naciones Unidas en 1991 para liberar Kuwait de la dominaci¨®n iraqu¨ª.
"Estoy muy satisfecho con el Tratado START II", afirma. "Y en t¨¦rminos hist¨®ricos, la Operaci¨®n Tormenta del Desierto tiene grandes aportaciones, como las negociaciones de paz en Oriente Pr¨®ximo y como el que Estados Unidos sea el ¨²nico pa¨ªs al que la gente se vuelve para consolidar sus democracias".
?Qu¨¦ siente Bush al dejar el cargo mientras Sadam permanece en el poder en Bagdad? "Nuestra intenci¨®n no fue derrocarle", responde. "Hay muchos duros que afirman que deber¨ªa haber sido as¨ª. Ahora bien, ?me gustar¨ªa verle fuera de juego? ?Me gustar¨ªa por el bien del pueblo iraqu¨ª? Desde luego. La idea no era derrocarle; era demostrarle a un agresor que no le permites agredir a un pa¨ªs vecino menor. Se lo demostramos y destruimos su arsenal. Pero no me gusta el hecho de que Sadam contin¨²e all¨ª".Bush y el secretario de Estado James A. Baker III comenzaron el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo, que se inici¨® con las conversaciones multilaterales en Madrid en octubre de 1991.
"Creo que hemos hecho grandes avances que pasar¨¢n a la historia", asegura. "Nadie pensaba, que los ¨¢rabes se sentar¨ªan a negociar con los israel¨ªes. No pod¨ªa predecirse. Nadie crey¨® que lo lograr¨ªamos. Por lo menos lo hemos iniciado y fue en gran parte gracias a la Operaci¨®n Tormenta del Desierto.
"Pienso que obtendremos un reconocimiento por estas negociaciones", y a?ade que ¨¦l aplaude a los dirigentes de Egipto, Jordania, Israel, Siria y L¨ªbano por participar en estas conversaciones sin precedentes.
Durante su presidencia, comenta Bush, ha intentado actuar con decencia y honorabilidad. "Me siento orgulloso del hecho de que mi Administraci¨®n ha sido limpia y ha estado libre de esc¨¢ndalos", afirm¨®.Consejo a Clinton
Sobre c¨®mo aconsejar¨ªa a Bill Clinton para prevenirse de los esc¨¢ndalos, Bush dice: "Si me preguntara, le dir¨ªa que los evitara de la forma en que yo lo hice". "Soy muy consciente de que trabajo con personas. Todo el mundo debe seguir las reglas y todos deben decir la verdad. Sin embargo, no tengo ninguna raz¨®n para pensar que el equipo de Bill Clinton abusar¨¢ del poder. Su gente est¨¢ entrando con un alto nivel ¨¦tico declarado, y eso es importante".
Sobre la pol¨¦mica Iran-contra, por la que Bush emple¨® al anterior fiscal general Griffin Bell para que le aconsejara, afirm¨®: "No estoy implicado". "Nadie me ha acusado de nada".
Respecto a las decisiones que cambiar¨ªa si pudiera dar marcha atr¨¢s al reloj, George Bush declara: "Dada la forma en que fueron las cosas, no creo que subir los impuestos fuese bueno. La gente dijo que hab¨ªa roto mi promesa y ¨¦se es un repoche muy importante. Reflexionando sobre otras decisiones, se?ala que la m¨¢s inteligente fue "movilizar al mundo para hacer frente a la agresi¨®n" en el golfo P¨¦rsico.
Su mayor disgusto fue "perder las elecciones, porque me hubiera gustado terminar la tarea en un segundo mandato". "La econom¨ªa fue la causa, pero creo que lo que yo dec¨ªa sobre ella era cierto, sobre todo ahora, que la situaci¨®n econ¨®mica est¨¢ mejorando". Afirma que el momento m¨¢s dificil en el Despacho Oval fue cada vez que tuvo que decidir si enviaba al hijo o a la hija de cualquier otra persona a la guerra. "Esa", se?ala con ¨¦nfasis, "es una decisi¨®n dura".copyright international Press Syndicate
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