Una cierta frialdad

Gran ¨¦xito: aplausos largos, sonoros gritos de entusiasmo, sobre todo a la aparici¨®n de las primeras figuras y, m¨¢s a¨²n, a la de Cytrynowski y, naturalmente, la de Marsillach. A m¨ª me gust¨® poco esta versi¨®n de Fuente Ovejuna: debe ser porque estoy acostumbrado a m¨¢s br¨ªo, m¨¢s entusiasmo; y la encontr¨¦ helada. Algo enfr¨ªa esta representaci¨®n: el decorado met¨¢lico, como un sommier; un rombo inclinado hacia el espectador, con alg¨²n movimiento; un puente alto, unas pasarelas elevadas en el lugar del pasillo del patio de butacas, y algunos otros artilugios. Puede que sean distanciamientos a la manera de Brecht para hacer m¨¢s ¨¦pico el drama, pero yo no lo sent¨ª as¨ª.M¨¢s ac¨¢ del decorado est¨¢ la representaci¨®n misma, la palabra dicha. La escrita, naturalmente, es excelsa, dentro de las viejas trampas lopistas; y Carlos Bouso?o, adaptador, ha dado a los versos una limpieza cristalina, una concreci¨®n que suprime algunas ligerezas del texto, ha eliminado algunas larguras poco necesarias. No las encuentro bien dichas. Es esta vieja pesadumbre del verso castellano: tan f¨¢cil, tan sonoro, y sin embargo molesto para los actores actuales. Debe ser una negaci¨®n a la mism¨ªsima f¨¢cilidad que tiene, tan bien medido y puntuado. Hay un deseo de no dar demasiado ¨¦nfasis a las im¨¢genes, a los apelativos, a la trascendencia; pero es evidente que sin ese ¨¦nfasis, escenas realmente crueles y desgarradoras tienden a perder su naturaleza. Se puede, evidentemente, no declamar; pero algo perdernos los que quisi¨¦ramos escucharlo bien dicho.

Escuela actual

Es una escuela actual, y Adolfo Marsillach es un director muy actual. Parece, sin embargo, haber dejado a los actores una gran libertad para su dicci¨®n (por las diferencias que presentan) pero as¨ª se pierde el sentido de concierto del teatro en verso, y del teatro coral como es ¨¦ste.Puede que el alejamiento obedezca a una frialdad con la que posiblemente escribiera Lope su obra, hecha sobre todo en defensa de la monarqu¨ªa absoluta que le pagaba, y de la construcci¨®n del mito unionista de los Reyes Cat¨®licos, lo cual pod¨ªa, parecer un progreso sobre la situaci¨®n feudal.

Puede tambi¨¦n que se haya tenido en cuenta la historiografia de hoy mismo, en la que se supone que el movimiento de Fuente Ovejuna no fue de ninguna manera popular, sino fomentado y financiado por muchas manos.

De todas maneras, encuentro que la versi¨®n teatral es apasionada, que el verso de Lope refinado por Bouso?o conserva una sonoridad que habr¨ªa que decir y que la parte de revoluci¨®n, de levantamiento contra la tiran¨ªa, de la fuerza de las mujeres agredidas y revueltas, podr¨ªa tener m¨¢s valor esc¨¦nico. No hace ninguna falta: la forma sincera y amplia de agradecer la obra por parte del p¨²blico demostr¨® que, sin duda, es una f¨®rmula bien encontrada.