Javier Solana inicia una gira a Oriente Pr¨®ximo en plena crisis del Golfo

El ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, inici¨® ayer una gira por tres capitales de Oriente Pr¨®ximo, en un momento en que el mundo ¨¢rabe, incluso los pa¨ªses mas moderados, consideran cada vez m¨¢s desproporcionada la r¨¦plica de la coalici¨®n encabezada por EE UU ante la desobediencia a las resoluciones de Naciones Unidas por parte del presidente iraqu¨ª, Sadam Husein.

El jefe de la diplomacia espa?ola lleg¨® a ¨²ltima hora de la noche ayer a la capital jordana, primera etapa de un periplo que le conducir¨¢ tambi¨¦n a Damasco y a El Cairo. En cada capital ser¨¢ recibido por el jefe de Estado -el rey Hussein de Jordania, el sirio Hafez el Assad y el egipcio Hosni Mubarak- y en Amm¨¢n, adem¨¢s, aprovechar¨¢ la ocasi¨®n para reunirse con los embajadores espa?oles en la zona y hacer incluso un poco de turismo visitando las ruinas de la ciudad nabatea de Petra.Espa?a ha legitimado sin titubeos el castigo militar impuesto por los aliados a Irak, lo que valdr¨¢ a Solana, primer titular de Asuntos Exteriores europeo que visita la regi¨®n desde la reanudaci¨®n de los ataques contra Irak, alg¨²n reproche, sobre todo porque su embajador, Juan Antonio Y¨¢?ez, se sienta desde el 1 de enero en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El hu¨¦sped espa?ol ser¨¢, sin embargo, elogiado gracias a las ¨²ltimas declaraciones de don Juan Carlos y del presidente Felipe Gonz¨¢lez, que le han allanado el camino. Despu¨¦s de haber cancelado el viernes su primera visita a Israel, el Monarca pidi¨® el martes a ¨¢rabes e Israel¨ªes que se abstengan de cualquier provocaci¨®n que pueda hacer peligrar el proceso de paz. La alusi¨®n a la expulsi¨®n por Israel al sur de L¨ªbano, el 17 de diciembre, de m¨¢s de 400 palestinos era evidente.

Satisfacci¨®n moral

Gonz¨¢lez, por su parte ha dado una satisfacci¨®n moral a los ¨¢rabes al reconocer el martes que la ONU no juzgaba con el mismo rasero a Irak y a Israel y al mostrarse receptivo a la adopci¨®n por el Consejo de Seguridad de medidas de presi¨®n sobre el Estado israel¨ª para que acate la resoluci¨®n 799, que le obliga a readmitir a los deportados. Tan s¨®lo cuatro d¨ªas antes, Solana echaba balones fuera cuando la prensa le preguntaba sobre la conveniencia de sancionar a Tel Aviv por su incumplimiento de la decisi¨®n de Naciones Unidas.Cinco embajadores ¨¢rabes acudieron justamente el jueves, en representaci¨®n de la Liga ?rabe, al despacho de Solana para pedirle la imposici¨®n por la ONU de un castigo a Israel, al tiempo que se quejaron amargamente del doble rasero del Consejo de Seguridad a la hora de actuar contra el Estado jud¨ªo e Irak.

Para Solana, la gira es, despu¨¦s de un segundo semestre de 1992 dedicado a hacer frente a la crisis de la construcci¨®n europea, su primera oportunidad de familiarizarse con Oriente Pr¨®ximo.

Para sus interlocutores, la estancia del ministro espa?ol ser¨¢ la ocasi¨®n de aclarar sus dudas sobre las simpat¨ªas de un pol¨ªtico al que sospechan m¨¢s afin a Israel que los dem¨¢s miembros del Gobierno espa?ol.

Su vieja militancia socialista y su amistad con su hom¨®logo laborista israel¨ª, Simon Peres, dan pie a estas especulaciones, que, de ser ciertas, no han tenido el menor reflejo en la pol¨ªtica exterior espa?ola.