"Desde hoy, mi pa¨ªs es Espa?a"

Tras cuatro d¨ªas de navegaci¨®n, ayer llegaron a Cartagena 382 refugiados bosnios a bordo del Arag¨®n, un buque de la Armada espa?ola, y forman parte del primer contingente del programa pactado entre el Gobierno y la ONU. En el grupo se encontraban 29 familiares de los ex prisioneros refugiados en Gandia, algunos de los cuales se trasladaron a Cartagena para abrazar a sus parientes a los que, en muchos casos, llevaban tres meses sin ver. En el buque viajaban 142 menores de 16 a?os y tres beb¨¦s que a¨²n no conocen a sus padres. Un electricista bosnio asegur¨® nada m¨¢s desembarcar: "Hasta ayer, mi pa¨ªs era Bosnia-Herzegovina, pero desde hoy mi pa¨ªs es Espa?a. Gracias".

Pasadas las 9.30, el buque iniciaba el amarre en el muelle militar del carb¨®n. Los refugiados abarrotaban la cubierta saludando con las manos. "Que el viento sople de espaldas, que el sol os acompa?e siempre, que encontr¨¦is trabajo y que os hag¨¢is viejos en Espa?a". Con estas palabras, el capit¨¢n de nav¨ªo Luis Roca desped¨ªa a los refugiados.La banda del Tercio de Levante interpretaba el pasodoble Espa?a ca?¨ª cuando Kemal, un sastre de 42 a?os, identific¨® a su esposa y a su hija sobre la cubierta. ?l levant¨® el brazo a modo de saludo mientras ellas gritaban su nombre entre saltos. Kemal, que vio morir a muchos bosnios en el campo de concentraci¨®n de Menjaka, parec¨ªa en la ma?ana de ayer un hombre feliz; para ¨¦l comenzaba una nueva vida. Y lo mismo para Dantomil Emir, un hombre de 28 a?os que ten¨ªa a su padre en el barco.

Dantomil tard¨® casi una hora en abrazar a su progenitor por el retraso con que llegaron al puerto las autoridades civiles encargadas de recibirles, entre las que se encontraban el director general de Pol¨ªtica Interior, Fernando Puig de la Bellacasa; el presidente de Murcia, Carlos Collado; y la delegada del Gobierno en esa comunidad, Concepci¨®n Saez, delegada de Gobierno. El presidente y la delegada subieron al buque entre los insultos que les dedicaban un grupo de empleados de Baz¨¢n, empresa situada junto al muelle donde atrac¨® el barco.

El Arag¨®n hab¨ªa partido el domingo del puerto croata de Rijeka. Su tripulaci¨®n de 300 hombres coloc¨® gomaespuma en los rincones para evitar que los menores se golpearan; muchos enchufes fueron bloqueados para evitar accidentes.

El hombre de la fotograf¨ªa

Con los refugiados viajaron dos m¨¦dicos y varias asistentes sociales. La traves¨ªa se desarroll¨® sin problemas. "La mariner¨ªa se volc¨® con los bosnios", asegur¨® una de las asistentes sociales que realiz¨® el viaje con ellos. Las bodegas del buque asistieron a los primeros partidos de f¨²tbol entre Espa?a y Bosnia y fue en el Arag¨®n donde algunos ni?os aprendieron a dibujar soles y casas.

Entre los reci¨¦n llegados a Cartagena se encontraba un hombre de 36 a?os cuya imagen, esquel¨¦tico tras la alambrada de un campo de concentraci¨®n serbio, dio la vuelta al mundo. Muchos refugiados aseguraron que no les importar¨ªa quedarse a vivir en Espa?a si hallan trabajo.

La llegada de los refugiados ha sorprendido a muchos vecinos de Cartagena, que no entienden c¨®mo se ha elegido para que busquen trabajo esta ciudad, donde 600 obreros de la factor¨ªa de FESA y Enfersa est¨¢n a punto de perder su empleo, mientras la regi¨®n se halla en una crisis sin precedentes.

El aspecto de los refugiados era bueno, pese a los signos visibles de cansancio. Algunos llegaron con costillas y algunos dientes rotos, debido a los malos tratos que padecieron en el campo de concentraci¨®n serbio donde estuvieron internados.