Luces sobre Wifredo Lam
Sorprendente este gran encuentro, en forma de exposici¨®n doble, con no precisamente una de las grandes figuras de las vanguardias hist¨®ricas: al menos a los ojos de muchos, entre los cuales no me cuento, para quienes el nombre de Wifredo Lam (Sagua la Grande, Cuba, 1902-Par¨ªs, 1982) era poco m¨¢s que una nota algo ex¨®tica y sabrosa en el concierto con que aqu¨¦llas inauguraron el arte moderno, o contempor¨¢neo.Afortunadamente, a partir de ahora las dudas y las ignorancias deber¨¢n disiparse con premura y conceder que, si bien toda tarea de aireaci¨®n de colecciones o estilos, cae en los secanos de este pa¨ªs, que son nuestras carencias hist¨®ricas en materia art¨ªstica, "como el agua de mayo", en esta ocasi¨®n, casi nos ha llovido caf¨¦.
Wifredo Lam
Obra sobre papel. Fundaci¨®n La Caixa. Passeig de Sant Joan, 108. Barcelona.Pinturas. Fundaci¨®n Joan Mir¨®. Parc de Montju?c. Barcelona. Hasta el 21 de marzo.
Y, en muchos aspectos que exceden al ya mencionado de "iluminaci¨®n" y que apunta al resituamiento general de la figura de Lam dentro de ciertos lugares preferenciales que pocos estaban dispuestos a otorgarle, as¨ª ha sido: esos pocos, por lo dem¨¢s, tendr¨¢n la ocasi¨®n de comprobar, por ejemplo, hasta qu¨¦ punto la alargada sombra de ese cipr¨¦s que en lo pl¨¢stico fue Picasso s¨®lo sirvi¨® de moment¨¢neo y fresco cobijo al algo tard¨ªo en eclosionar artista cubano, o c¨®mo en Lam el cruce de una serie de avatares vitales (estancias en Espa?a, Francia y su regreso a Cuba) que se suman a otros de cariz intelectual (contactos con el n¨²cleo tardosurrealista y su posterior di¨¢spora, o su amistad con Picasso) acabaron por conformar una personal dicci¨®n que, en puridad, poco acab¨® debi¨¦ndoles.
As¨ª lo muestra la exhibici¨®n de pinturas de gran formato de Lam en la Fundaci¨® Mir¨®, -78 piezas entre ¨®leos y t¨¦cnicas al agua sobre papel, fechada entre 1933 y 1970- y que, coproducida por el Museo Nacional Reina Sof¨ªa y la Americas Society, con comisariado de Marta Gonz¨¢lez, ya fue comentada en estas p¨¢ginas al ser inaugurada en Madrid.
Cultura cubana
Matices, a¨²n, que, como esa inexacta frase de Evan Maurer -"la gran s¨ªntesis de Lam como surrealista consisti¨® en combinar un contacto estrecho entre el rito tribal y la sofisticaci¨®n cultural y art¨ªstica del intelectual de Occidente"-, Gerardo Mosquera, en un texto al que habr¨¢ que remitirse a partir de ahora al hablar de Lam, inclu¨ªdo en el cat¨¢logo de esta ¨²ltima exposici¨®n, se encarga de ajustar a base de considerar la obra del cubano "menos como resultado del surrealismo o de la presencia de lo 'primitivo', lo africano, o lo afroamericano en el arte moderno, y m¨¢s como fruto de la cultura cubana y del Caribe y como pionera de una acci¨®n en el Tercer Mundo en la escena contempor¨¢nea".La exhibici¨®n de la Fundaci¨® La Caixa, primicia en nuestro pa¨ªs y comisariada por Charles Merewether, adem¨¢s de permitirnos corroborar uno a uno los puntos mencionados, posee un ¨²ltimo aliciente: el de observar, a trav¨¦s del dibujo, ya sea como boceto previo a algunos cuadros, o como medio expresivo en s¨ª mismo, quiz¨¢s a¨²n de manera m¨¢s completa y did¨¢ctica que la anterior muestra, las progresivas reorientaciones que la "manera" de Lam sufri¨® hasta dar con un estilo definitivamente consolidado, cosa que acaecer¨¢ a partir de su regreso a Cuba en 1942.
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