La cocina blanca y el feudo de Cruyff
Los vestuarios del Bar?a y del Madrid reflejan las diferencias de los dos clubes
Las diferencias de juego, estilo y funcionamiento entre el Real Madrid y el Barcelona se prolongan hasta los mismos vestuarios. Uno no tiene nada que ver con el otro. Hay una sensaci¨®n generalizada de que los jugadores del Real Madrid disponen de la llave del camerino de Chamart¨ªn, mientras que en el Camp Nou no hay otro sereno que Johan Cruyff. "La ley del vestuario soy yo", dijo el holand¨¦s a su llegada a Barcelona. En Madrid se emplea el t¨¦rmino cocina para definir ese espacio inaccesible en el que se rigen buena parte de los destinos de la entidad.
El vestuario del Real Madrid, c¨®mo no, es totalmente blanco. El ¨²nico adorno que se aprecia al entrar en ¨¦l es una enorme ristra de ajos -por aquello de la buena suerte-, que cada a?o regala una pe?a. Este recinto de la Ciudad Deportiva se tia convertido en todo un misterio y para muchos en un poder f¨¢ctico dentro de la entidad madridista, a pesar de que sus moradores intentan por todos los medios negarlo.Sanchis, Michel y Butrague?o han heredado el testigo de Gallego y Camacho. A ellos se les atribuye el poder, aunque aseguran que tan s¨®lo desempe?an un papel m¨¢s protagonista por cuesti¨®n de veteran¨ªa. Sanchis es desde hace 15 d¨ªas el capit¨¢n del equipo tras la dimisi¨®n de Chendo.
Sanchis y Butrague?o comparten una gran amistad que va m¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n profesional. Baste como detalle recordar que se casaron en un intervalo corto de tiempo y ambas parejas realizaron juntas el viaje de novios. Adem¨¢s, los dos estudian Econ¨®micas en el mismo centro.
A Michel se le convirti¨® en el l¨ªder del llamado Clan de Las Rozas. As¨ª se denomin¨® a un grupo de jugadores que viven en esta localidad cercana a Madrid: Villarroya, Milla, Gordillo, Hierro y Michel. La marcha de Gordillo al Betis dej¨® a Michel un poco hu¨¦rfano. Esta ausencia y un malentendido entre las familias de Hierro y Michel alter¨® algo la relaci¨®n. Milla, a quien Michel acogi¨® en su casa durante una larga temporada cuando lleg¨® a Madrid y se lesion¨®, y Prosinecki, con quien comparti¨® sus primeras vacaciones en Ibiza, recuerdan siempre su hospitalidad.
El Barcelona, mientras, ha conseguido tener el colectivo de futbolistas m¨¢s cohesionado de toda su historia y el vestuario azulgrana, que acostumbraba a ser un aut¨¦ntico reino de taifas, es ahora una pac¨ªfica balsa de aceite donde no proliferan las camarillas.
El principal art¨ªfice del nuevo orden barcelonista es el t¨¦cnico, Johan Cruyff. El entrenador holand¨¦s, conflictivo, altanero y d¨ªscolo durante su ¨¦poca de jugador, ha sabido transmitir su liderazgo indiscutible a sus hombres, a quienes ya advirti¨® nada m¨¢s llegar que "la ley del vestuario soy yo". Lo demostr¨® expulsando a los directivos.
Para lograr sus objetivos, Cruyff ha contado con la estimable colaboraci¨®n de un veterano ilustre: Jos¨¦ Ram¨®n Alexanco. El defensa azulgrana es el hombre encargado de canalizar las peticiones de sus compa?eros y de neutralizar cualquier salida de tono.
Las reivindicaciones estrictamente laborales se discuten en asamblea y el comit¨¦ sindical, elegido democr¨¢ticamente, est¨¢ integrado por Zubizarreta, Alexanco, Koeman, Bakero y Laudrup. Las cuestiones puramente futbol¨ªsticas, que se dilucidan en el campo, tienen como canales de transmisi¨®n ante la prensa al holand¨¦s Ronald Koeman y a Bakero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.