Los expertos piden una acci¨®n conjunta del G-7 para reactivar la econom¨ªa mundial

Expertos econ¨®micos estadounidenses y responsables de gobierno de la CE y Jap¨®n coincidieron ayer en pedir una acci¨®n conjunta del Grupo de los Siete para reactivar la econom¨ªa mundial. Ese acuerdo de principio no impidi¨® , que los representantes de los tres grandes bloques econ¨®micos mostraran p¨²blicamente su distanciamiento sobre las recetas para conseguir ese crecimiento. Las posiciones de EE UU, Europa y Jap¨®n se mostraron opuestas respecto a las pol¨ªticas de tipos de inter¨¦s, inversi¨®n p¨²blica y saneamiento de sus econom¨ªas.

, .Los primeros debates en profundidad del Foro Econ¨®mico Mundial, que se celebran estos d¨ªas en la localidad suiza de Davos, han puesto en evidencia la falta de entendimiento entre los pa¨ªses m¨¢s ricos del planeta. Dos gur¨²s estadounidenses polemizaron con varios representantes de gobiernos europeos y de Jap¨®n, saliendo a relucir las profundas divergencias entre ellos en un momento de fuerte crisis econ¨®mica. Los empresarios asistentes a las discusiones abandonaron la sesi¨®n con una fuerte sensaci¨®n de pesimismo sobre una posible reactivaci¨®n de la econom¨ªa mundial a corto plazo.

El primer ponente del d¨ªa fue Fred Bergsten, director del prestigioso Instituto Internacional de Econom¨ªa, con sede en Washington, quien dijo que "el Grupo de los Siete ha muerto y es imprescindible resucitarlo para evitar que la crisis sea m¨¢s profunda". Propuso la convocatoria urgente de una cumbre del G-7 en marzo o abril.Las recetas de Bergsten se concretaron en varias propuestas: Japon deber¨ªa aumentar sus est¨ªmulos fiscales a la actividad econ¨®mica y depreciar el yen un 20%. Alemania deber¨ªa facilitar la rebaja de tipos de inter¨¦s en toda Europa y el G-7 tendr¨ªa que apoyar esa reducci¨®n de tipos y resucitar los acuerdos del Louvre (1987) sobre estabilidad cambiaria. Adem¨¢s, el experto estadounidense volvi¨® a hacer un llamamiento en favor de la liberalizaci¨®n comercial.

Los planteamientos de Bergsten chocaron en seguida con las intervenciones de los representantes de Europa y Jap¨®n. El fundador y presidente de la empresa japonesa Sony, Akio Morita, no quiso entrar en la pol¨¦mica, aunque insisti¨® en que de nada sirve una reactivaci¨®n formal de las econom¨ªas si no va acompa?ada de una nueva pol¨ªtica industrial. Karl Otto P?hl, ex presidente del Bundesbank (banco central alem¨¢n), mostr¨® su acuerdo con esa necesidad de relanzar el G-7 como elemento de reactivaci¨®n econ¨®mica, pero se mostr¨® muy esc¨¦ptico sobre el funcionamiento de las instituciones e incluso lleg¨® a decir que "ser¨ªa mejor que Francia dejara flotar su moneda y se alejara de la ¨®rbita del marco", aunque precis¨® que "el SME debe continuar vivo y continuar hacia la Uni¨®n Monetaria".

Los secretarios de Estado de Finanzas de Alemania y Jap¨®n, Horst Koehler y Tadao Chino, pusieron en evidencia la diferencia de criterios entre sus pol¨ªticas y con respecto a Estados Unidos, aunque no se quisieron desmarcar de la necesidad de una urgente cooperaci¨®n internacional.

'Crash' financiero

En medio de ese di¨¢logo de sordos, Lester Thurow, decano de la Sloan School of Economics de Boston, adopt¨® una postura provocadora, con un diagn¨®stico muy pesimista de la actual situaci¨®n y una previsi¨®n nada halag¨¹e?a sobre el futuro de la cooperaci¨®n internacional. "No tenemos una recesi¨®n mundial", dijo, "sino algo peor, porque nos encontramos ante un aut¨¦ntico crash financiero, una situaci¨®n penosa de las empresas y desempleo en todo el mundo".Thurow descart¨® la posibilidad de que Estados Unidos pueda actuar de locomotora econ¨®mica y predijo un fuerte movimiento proteccionista de la Administraci¨®n Clinton. "El presidente necesita que la econom¨ªa norteamericana crezca un 4% lo antes posible", afirm¨®, "y para eso es imprescindible llevar a cabo una pol¨ªtica fiscal muy agresiva, de corte keynesiano, aunque eso suponga desacoplarse del resto del mundo. Para algunos eso es proteccionismo, pero para otros puede ser sentido com¨²n". La amenaza de nuevas medidas proteccionistas llen¨® de preocupaci¨®n a la audiencia y provoc¨® una respuesta de P¨®lil: "menos mal que Thurow no es miembro de la Administraci¨®n estadounidense".