Los jueces italianos rechazan la acusaci¨®n de desestabilizaci¨®n lanzada por Craxi
La Asociaci¨®n Nacional de Magistrados italiana rechaz¨® ayer de plano las acusaciones de desestabilizaci¨®n que el secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), Bettino Craxi, le dirigi¨® el viernes tras un intento de registro de su despacho en la sede central del partido, que fue impedido por la direcci¨®n socialista. No obstante, Craxi reiter¨® esas denuncias durante una jornada en la que se practicaron nuevas detenciones al amparo de las 14 ¨®rdenes de b¨²squeda y captura emitidas la v¨ªspera.Entre los detenidos ayer se encontraban Giorgio Casadei, secretario del ex ministro de Exteriores Gianni de Michelis -vicesecretario craxiano del PSI-, y Lorenzo Pensavolto, ejecutivo del grupo Ferruzzi. Giuseppe Garofano, ex presidente y hoy asesor de Montedison, el sector qu¨ªmico del citado grupo -el m¨¢s importante de Italia tras la Fiat-, segu¨ªa, por su parte, ilocalizable para la justicia.
"Se respira una atm¨®sfera que no es de renovaci¨®n, sino otra mucho m¨¢s turbia de destrucci¨®n de la democracia italiana", insisti¨® ayer Craxi al t¨¦rmino de una reuni¨®n extraordinaria de la secretar¨ªa del PSI, en la que fue nombrado secretario administrativo Gabriele Piermartini. ?ste sustituye a Vincenzo Balzamo, fallecido hace un mes de un infarto, quien, seg¨²n Craxi, ser¨ªa el ¨²nico responsable de los presuntos delitos financieros y de corrupci¨®n pol¨ªtica que investiga la magistratura milanesa.
El secretario del PSI hizo tambi¨¦n un llamamiento para que "los dem¨®cratas" se movilicen en defensa del sistema. Pero esta campa?a de Craxi -a quien el viernes le fue abierto un tercer sumario al mismo tiempo que le era comunicado otro en Mil¨¢n a De Michelis, ya procesado en Venecia- no encontr¨® apenas adhesiones en el Parlamento y prensa italianos.
Salvo los diarios de la ¨®rbita socialista, los peri¨®dicos de difusi¨®n nacional afirmaban ayer que Craxi confunde su propio declive con el de la democracia, y reprochan al secretario socialista que no se haya apresurado a dimitir para ahorrar al pa¨ªs nuevos problemas y facilitar la regeneraci¨®n democr¨¢tica.
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