Blancos y negros acuerdan compartir el poder en Sur¨¢frica tras las elecciones y hasta 1999
El ministro de Desarrollo Constitucional, Fanus Schoeman, uno de los principales representantes del Gobierno blanco surafricano en las negociaciones con el Congreso Nacional Africano (ANC) de Nelson Mandela, reconoci¨® ayer que ambas partes se han puesto de acuerdo sobre la necesidad de compartir el poder tras las elecciones del a?o pr¨®ximo y al menos hasta el a?o 1999. El secretario general del ANC, Cyril Ramaphosa, ampli¨® la informaci¨®n sobre los acuerdos alcanzados despu¨¦s de tres d¨ªas de conversaciones secretas con el Gobierno y asegur¨® que una asamblea constituyente popularmente elegida ser¨¢ la encargada de decidir sobre los poderes de los Gobiernos regionales en una Sur¨¢frica democr¨¢tica.
Una presidencia encabezada por el l¨ªder negro Nelson Mandela es ahora menos imposible en Sur¨¢frica. El Gobierno blanco de Frederik de Klerk y el ANC han acordado la formaci¨®n del un gobierno de unidad nacional que regir¨¢ los destinos del pa¨ªs durante los cinco a?os siguientes a la celebraci¨®n de las elecciones generales, previstas para dentro de quince meses. El pacto, revelado ayer, permitir¨¢ un periodo de transici¨®n ordenado despu¨¦s de unos comicios en los que, previsiblemente, el ACN se convertir¨¢ en la primera fuerza de Sur¨¢frica.Cyril Ramaphosa afirm¨® que respecto "a las fronteras, gobiernos y funciones de las regiones hemos acordado que las decisiones sean adoptadas por un organismo con poderes constitucionales elegido por el pueblo". Los acuerdos alcanzados, a falta de confirmaci¨®n oficial, representan una importante concesi¨®n al ANC de Mandela por parte del Gobierno blanco del presidente F. W. de Klerk. El ANC insisti¨® previamente en que las negociaciones deb¨ªan fijar los poderes b¨¢sicos de las regiones.
Sin embargo, el avance experimentado puede suponer tambi¨¦n un aislamiento mayor del jefe zul¨², Mangosuthu Buthelezi, l¨ªder del Inkata, quien insiste en establecer el principio de autonom¨ªa impl¨ªcita para los gobiernos regionales, especialmente para su feudo territorial en Kwazulu-Natal, antes de celebrar las primeras elecciones libres multirraciales. El aislamiento de Buthelezi supone, seg¨²n los observadores, un riesgo para la paz y la estabilidad de Sur¨¢frica.
El ANC est¨¢ a favor de un Gobierno central fuerte y su posici¨®n en el panorama pol¨ªtico surafricano le otorga un importante predominio en cualquier consulta popular que se pueda celebrar para la elecci¨®n de un nuevo Parlamento.Acusaciones de Buthelezi
Buthelezi acusa al Partido Nacional (PN) de De Klerk y al ANC, los dos gigantes de la pol¨ªtica surafricana que representan a blancos y negros, de cocinar entre ellos acuerdos secretos para dividirse el pa¨ªs y el poder y marginar a los partidos peque?os antes de reanudar las conversaciones constitucionales multipartidarias.
El secretario general del ANC dijo que las negociaciones con el Gobierno de De Klerk est¨¢n abriendo el camino hacia la democracia en Sur¨¢frica. Las dos partes han mantenido hasta ahora tres rondas de conversaciones desde que en septiembre pasado reanudaron sus contactos bilaterales. Ramaphosa dijo que "a¨²n existen profundas diferencias, pero con voluntad pueden ser superadas sin dificultad". A?adi¨® que el Gobierno y el ANC no han conseguido resolver el conflicto planteado por la detenci¨®n, a principios de este mes, de tres miembros del ANC que transportaban armamento pesado.
Ramaphosa asegur¨® en conferencia de prensa que su partido ha reafirmado su promesa, de 1990, de suspender las operaciones de su brazo armado, el Umkhonto we Sizwe (MK, Punta de lanza de la Naci¨®n), y detener el tr¨¢fico de armas. "Ni el Comit¨¦ Ejecutivo Nacional del ANC ni el cuartel general del MK dio orden alguna a los individuos detenidos recientemente ni a ninguna otra persona para pasar armas a Sur¨¢frica", subray¨®.
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