Los despistes de un ministro
Replica el articulista al texto de Jordi Sol¨¦ Tura, Hablando en serio, publicado el 19 de febrero y en el que reflexionaba acerca de si el Partido Popular es o no una alternativa real de gobierno. Las conclusiones no eran muy favorables para el principal partido de la oposici¨®n. Lo que, a su vez, se refuta en este art¨ªculo.
Lo m¨¢s interesante del art¨ªculo no son las afirmaciones finales, pues el argumento de que no hay m¨¢s opci¨®n que los socialistas no es nuevo, y en el PSOE, casi ¨²nico a falta de otros. Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n son las razones que se aportan para alcanzar tan democr¨¢tica conclusi¨®n: la derecha, en la que se incluye a Primo de Rivera, Gil-Robles y Franco, siempre "ha gobernado a trav¨¦s de mecanismos autoritarios" y nunca "ha sido capaz de crear un sistema de partidos pol¨ªticos modernos". Circunstancia ¨¦sta que subsiste hoy, como lo prueba la existencia de diversos partidos regionalistas, y que es, si cabe, m¨¢s grave, pues la propuesta de administraci¨®n ¨²nica, que "no ha pasado de los enunciados, generales", precisa "de un sistema de fuerzas pol¨ªticas muy homog¨¦neo en toda Espa?a y una gran capacidad de consenso y de lealtad, y eso es precisamente lo que el Partido Popular no puede asegurar".Conclusi¨®n de todo lo anterior: es imposible la alternancia en el poder. Y como resulta inc¨®modo hablar de "nuestra gesti¨®n" de gobierno, y no parece posible que seamos capaces de ilusionar a votante cabal alguno, digamos que el adversario no existe en t¨¦rminos pol¨ªticos reales, pues, aparte otras cosas, con sus planteamientos "no es capaz de sostener el centro de gravedad del sistema", dice el se?or Sol¨¦ Tura, o incluso "pone en peligro la unidad de Espa?a", seg¨²n el presidente del Gobierno y otros.
Un hecho objetivo
Ya se sabe que la historia cada uno la cuenta a su manera. Personalmente, nunca me he planteado siquiera el que alg¨²n d¨ªa tuviera que explicar mi relaci¨®n con Primo de Rivera, lo que no s¨¦ si le ocurre a los socialistas estudiosos de su historia, o con Franco. El Partido Popular es una fuerza pol¨ªtica como las que gobiernan en toda Europa y en la que se han integrado personas de diversa procedencia, al igual que en el PSOE, donde conviven desde ex comunistas, como el propio se?or Sol¨¦ Tura, hasta, seg¨²n parece, liberales y alg¨²n que otro ex franquista o de Euskadiko Ezquerra con historia anterior.
La unidad de Espa?a es un hecho objetivo. Nunca he o¨ªdo en mi partido otra cosa. Y no recuerdo a ning¨²n dirigente o militante de PP manifest¨¢ndose detr¨¢s de una pancarta en petici¨®n de autodeterminaci¨®n, afirmaci¨®n que dudo que otros puedan hacer.
Y que desde el PSOE se acuse de ambig¨¹edad en el modelo de Estado no me parece muy serio. Basta una lectura superficial de los medios de comunicaci¨®n para comprobar la "cohesi¨®n absoluta" de los territoriales. Valga como prueba indiscutible de lo anterior las opiniones expresadas en este mismo peri¨®dico sobre la cesi¨®n de un porcentaje de la recaudaci¨®n del IRPF a las comunidades aut¨®nomas.
Lo que es m¨¢s sorprendente a¨²n cuando el Partido Popular acaba de celebrar un congreso fijando posici¨®n sobre los temas que por las disputas entre los socialistas y la inacci¨®n del Gobierno no se abordan. Y parece oportuno recordarle al PSOE que pudo firmar el pacto auton¨®mico merced a la colaboraci¨®n y a la iniciativa del Partido Popular. Y que hace unos d¨ªas ratific¨¢bamos como procedimiento para abordar los "problemas territoriales", el "consenso", cuya existencia fue decisiva para aprobar el t¨ªtulo VIII de la CE, y despu¨¦s, en el proceso de desarrollo del mismo: Estatuto de Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Galicia y pactos de 1981. Y sirvi¨® para evitar la repetici¨®n de nuestros errores hist¨®ricos, cuyas consecuencias son de todos conocidas.
Y en esa oferta de di¨¢logo que en asuntos de estas caracter¨ªsticas es permanente e independiente de quien asuma en cada momento la responsabilidad de Gobierno se incluye la administraci¨®n ¨²nica. Que s¨ª ha pasado de los enunciados generales, pero que est¨¢ planteada de suerte que sea posible llegar a un acuerdo sobre la misma. Porque no es otra la pretensi¨®n. Porque no hay m¨¢s manera viable de afrontar con visi¨®n general la cuesti¨®n territorial que el acuerdo entre los grandes partidos de ¨¢mbito nacional. Como el del pacto auton¨®mico, y quien no quiera verlo as¨ª flaco favor har¨¢ a su pa¨ªs.
Y sugerir acuerdos para racionalizar el funcionamiento de nuestra administraci¨®n p¨²blica no es atentar contra nada. Es plantear cuestiones. Cuando se plantea una propuesta como la de la administraci¨®n ¨²nica se hace porque previamente se ha constatado que nuestra administraci¨®n es mejorable. Y que las comunidades aut¨®nomas puedan ejercer por delegaci¨®n competencias de titularidad estatal es una previsi¨®n constitucional. Habr¨¢ que determinar cu¨¢les de esas competencias son delegables y cu¨¢les no. Y el congreso del Partido Popular ya apunt¨® un criterio: el Estado debe ejercer en todo caso, y por tanto son indelegables, las competencias cuya delegaci¨®n pudiese "trastornar o romper la estructura pol¨ªtica general que la Constituci¨®n Espa?ola ha dise?ado". Y la gesti¨®n de esas competencias indelegables debe hacerla el Estado a trav¨¦s de su administraci¨®n en las comunidades aut¨®nomas, dirigida y coordinada por el delegado del Gobierno.
Proyecto nacional
Hablemos de ello y de qu¨¦ se puede hacer para enfrentarse a las dem¨¢s cuestiones pendientes en nuestra organizaci¨®n territorial. Qu¨¦ queremos hacer con el Senado. C¨®mo vamos a resolver las decisiones que el 20 de enero del pasado a?o pospuso para el futuro el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera respecto a corresponsabilidad fiscal, nivelaci¨®n de servicios p¨²blicos fundamentales en el territorio nacional o financiaci¨®n de las prestaciones sanitarias. De qu¨¦ forma hemos de abordar el "complejo proceso de construcci¨®n de la Europa Comunitaria" a que se refiere el se?or Sol¨¦ Tura...
Y es que a estas alturas ya no se pueden basar los proyectos pol¨ªticos en la simple descalificaci¨®n del adversario. Quien gobern¨® debe defender su gesti¨®n, y todos hacer propuestas de futuro. Y que no se preocupe el se?or Sol¨¦ Tura de la mayor o menor presencia del Partido Popular en algunas comunidades. Ni de los partidos regionalistas. El Partido Popular es un proyecto nacional para toda Espa?a, que no pretende articular fuerzas pol¨ªticas, sino a la sociedad espa?ola. Y no podemos olvidarnos que hace diez a?os largos el PSOE apenas superaba las cien actas de diputados, y poco tiempo despu¨¦s super¨® las doscientas. Esperemos con calma el ma?ana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.