"Chulito" super¨® el r¨¦cord de la "cursa" catalana
Chulito, la mascota de la prueba popular madrile?a m¨¢s numerosa, venci¨® a la cursa (carrera en catal¨¢n). Madrid super¨® el r¨¦cord mundial de participaci¨®n en una prueba deportiva que ostentaba Barcelona desde mayo pasado. Setenta mil sesenta madrile?os recorrieron seis kil¨®metros de la Castellana al trote o andando, y tiritando a causa del fr¨ªo polar. En Catalu?a fueron 50.000. La carrera fue un ¨¦xito a pesar de la organizaci¨®n, que no. program¨® ning¨²n servicio especial de transporte colectivo. El metro y los autobuses viajaron abarrotados y muchas personas llegaron tarde a la salida.
Por primera vez, sobre el asfalto de Madrid circularon m¨¢s personas que coches, y durante dos horas una marea humana invadi¨® el paseo de la Castellana. Seg¨²n los primeros datos 70.060 madrile?os participaron en la carrera por el r¨¦cord del mundo, aunque estaban inscritos 79.370. Con estas cifras la organizaci¨®n asegur¨® que Madrid consigue la marca mundial que ostentaba Barcelona, en cuya cursa participaron 50.000 personas de 76.415 inscritos. Sin embargo, la prueba catalana constaba de 12 kil¨®metros con un final dur¨ªsimo en el estadio ol¨ªmpico de Montjuic, y en Madrid se recorrieron seis kil¨®metros cuesta abajo, de la plaza de Castilla hasta la de Neptuno.
El comienzo de la prueba estaba previsto para las diez de la ma?ana, pero a esa hora miles de personas no hab¨ªan llegado a la salida, en el t¨²nel de la plaza de Castilla. La organizaci¨®n, poco previsora, no reforz¨® las l¨ªneas del metro ni las de la EMT para trasladar a tantas personas que optaron por utilizar el transporte p¨²blico. "Mucha gente como yo llegamos tarde porque los pocos trenes que pasaban iban abarrotados", explic¨® uno de los participantes, Eduardo Campo.
Un desastre
Otro corredor, Isidro Gala, confirm¨® que la organizaci¨®n fue un "desastre", puesto que en los folletos no se advirti¨® siquiera el lugar donde estaba instalada la salida.
La gran cantidad de participantes ralentiz¨® la salida. La cola de la carrera empez¨® a moverse 25 minutos despu¨¦s del disparo inicial. Los que quer¨ªan correr se tuvieron que desviar por el carril-b¨²s. Jos¨¦ Luis, un veterano en carreras populares, asegur¨® que la organizaci¨®n hab¨ªa sido nefasta "ya que hab¨ªa que haber preparado concienzudamente la salida, como en Nueva York o Boston".
A pesar de los inconvenientes, las apreturas y la espera, la gente se lo pas¨® en grande durante el trayecto. Core¨® gritos -"eohh, eohhh"-. Hizo la ola. Los primeros en llegar fueron Aurelio Antonio Oliver, de 25 a?os, que tard¨® 17 minutos en recorrer los seis kil¨®metros. La primera mujer fue Marisa Medina, de 18 a?os, del Club Marat¨®n. A continuaci¨®n, y tras un selecto grupo de atletas, lleg¨® el aluvi¨®n. Seg¨²n las primeras estimaciones, el 60% cubri¨® parte del trayecto, cuando no todo, andando.
Entre los participantes hab¨ªa familias enteras acompa?adas de sus miembros m¨¢s j¨®venes. Fernando ?lvarez llevaba a cuestas a Alberto, su hijo de nueve meses: "nos lo hemos tomado como un paseo", asegur¨¦ mientras le daba el biber¨®n. Tambi¨¦n cruz¨® la meta ?ngel, de 95 a?os, vecino de Burgos, quien coment¨® que ten¨ªa fuerzas para correr, ya que montaba a menudo en bicicleta.
Dorsal n¨²mero 1
En la meta tambi¨¦n hubo quejas porque no hubo recuerdos para todos. El diploma prometido, seg¨²n la organizaci¨®n, se repartir¨¢ la pr¨®xima semana. El alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, con el dorsal n¨²mero 1, complet¨® el recorrido, con sus cuatro hijos y una ahijada, en 45 minutos. El regidor anunci¨® que el a?o pr¨®ximo se repetir¨¢ la experiencia aunque entonces se reforzar¨¢n los medios de transporte. ?lvarez del Manzano se?al¨® que todo hab¨ªa sido un ¨¦xito en cuanto a organizaci¨®n y participaci¨®n.
Los servicios m¨¦dicos instalados tan s¨®lo atendieron a unas 50 participantes con esguinces, n¨¢useas y tirones. La ¨²nica persona trasladada a un centro m¨¦dico fue un chaval de la brigada paracaidista, que fue ingresado con un cuadro de fiebres. El sanitario indic¨® que hubo muchos tirones musculares, debido a que algunos participantes no estaban preparados o no calentaron adecuadamente antes de empezar la carrera.
Correr contra Barcelona
Los participantes de la carrera abanderada por Chulito, la mascota castiza, eran conscientes de que iban a rivalizar con Barcelona por un r¨¦cord mundial. Y eso mola, dec¨ªa un grupo en una canci¨®n con ripio. El aire anticatalanista que se respir¨® en la Castellana se tradujo en una afrenta. El esfuerzo de los seis kil¨®metros cuesta abajo no impidi¨® que se escaparan insultos subidos de tono, incluso desde los micr¨®fonos de la organizaci¨®n. Alguno de los incitadores estaba aposentado en la zona VIP, para invitados importantes. Jos¨¦ Cano, organizador de carreras populares como la de Canillejas, lament¨® que la prueba, m¨¢s que fomentar deporte, hubiera propiciado una idea revanchista. Al fin y al cabo, el desaf¨ªo era arrebatarle el t¨ªtulo a la Ciudad Condal a cualquier precio, indic¨® un miembro de la organizaci¨®n. Miles de personas se mov¨ªan a ritmo de estribillos como "es polaco el que no bote, es, es" o "quisi¨¦ramos ser tan altos como la Luna, para poner los cuernos a Catalu?a".
El esp¨ªritu lo resum¨ªa la canci¨®n, con acordes militares, que patentaron un grupo de j¨®venes: "Hemos llegado hasta aqu¨ª, por el r¨¦cord de Madrid. Esta carrera s¨ª que mola, quitaremos el r¨¦cord a Barcelona".
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