"Maldito mercado com¨²n"
Los agricultores culpan de su mala situaci¨®n a la Comunidad Europea
SARA GARC?A CALLE En la plaza mayor de Serranillos del Valle (Madrid) no hab¨ªa, a las 8 de la ma?ana de ayer, m¨¢s alma que la de un perro negro. De pronto, dos j¨®venes surgieron de la nada sobre una moto envueltos en una nube de ruido y a tumba abierta se metieron en direcci¨®n prohibida. La calma no volvi¨® a ser perturbada hasta que apareci¨® el pu?ado de agricultores camino de la marcha verde en Madrid. Todos ellos culpan a la Comunidad Europea de sus males.
El recorrido comenz¨® en el madrile?o pueblo de Humanes y recogi¨® labradores en Serranillos del Valle, Gri?¨®n, Cuba, Casarrubuelos y Torrej¨®n de Velasco. Una zona en la que, sobre todo, se cultivan cereales. Luis C. F., de 65 a?os, es lo que cultiva desde que ten¨ªa nueve a?os "y ya me duelen todos los huesos de mi cuerpo". Es el delegado de ASAJA en Serranillos y de los primeros en esperar el autob¨²s que los llevar¨¢ a Getafe, donde en un descampado los autocares se colocaban en una especie de parrilla de salida. All¨ª hay un pinar y en cada pino ayer por la ma?ana hab¨ªa un agricultor echando una meadilla previa a la cita en la capital.Durante el trayecto los 40 agricultores que ¨ªban en el autob¨²s no daban cr¨¦dito al despliegue policial. "Hay m¨¢s polis vigil¨¢ndonos que buscando a Antonio Angl¨¦s", comentaba un burl¨®n agricultor. Al recorrer las ciudades dormitorio que rodean Madrid se daban cuenta de que "ten¨ªamos que haber sembrado la tierra de pisos no de cereales".
Isabel Alonso, de 52 a?os, es la ¨²nica mujer de estos pueblos que se manifestaba. Est¨¢ casada con Francisco Vara, de 63 a?os y tienen tres hijos, "El campo no da ni cinco, te lo digo de verdad", asegura esta mujer de tez blanca y pelo negro. Tienen unos terrenos arrendados donde cultivan cebada, trigo y coliflor y un tractor, y siempre hab¨ªan vivido de la agricultura. "Pero hace: 15 a?os tuve que ponerme a trabajar porque ya no viv¨ªamos con lo que ganaba mi marido", explica.
Isabel le ha planteado que abandone y que se quede en casa, por lo menos no perder¨ªan dinero. Francisco no quiere y sigue levant¨¢ndose todos los d¨ªas a las 5.00 de la ma?ana y llegando a casa a las once de la noche para que luego, la coliflor que le compran a 40 pesetas, se venda en el mercado a 300 pesetas. Ella comienza su jornada a las 6.30 limpiando el ayuntamiento y luego contin¨²a con cuatro casas particulares hasta reunir 90.000 pesetas mensuales.
La queja es un¨¢nime. "Maldita Comunidad Europea, es la madre del cordero", explica el ganadero y agricultor Baltasar ?lvarez, de 42 a?os. Todos coinciden en se?alar que el origen de muchos de sus males est¨¢ "en las condiciones para entrar en la CE", dice Alfredo, de 53 a?os, casado y con dos hijas cuyos ingresos del campo se han reducido en un 40%. Todos plantean el mismo problema. Hace unos cinco a?os vend¨ªan el kilo de cereal a unas 33 pesetas el kilo y ahora a 22 / 26 pesetas. Pero en aquellos a?os el gas¨®leo costaba la mitad, el abono tambi¨¦n mucho menos y la recolecci¨®n se cobraba a una 900 pesetas la fanega y ahora hay que pagar 2.800 pesetas por el mismo trabajo.
Excitados ante la gran concentraci¨®n que les esperaba, camino de Madrid, surgi¨® una gran duda: "?Qu¨¦ hacemos con los bocadillos?". Una de dos, o cargaban con los dos sacos llenos de bocatas y la caja con las botellas de vino desde la plaza de Legazpi a la de Espa?a o los dejaban en el autob¨²s. Tras mucha discusi¨®n optaron por la soluci¨®n m¨¢s pr¨¢ctica -dejarlos en el coche y se fundieron con las decenas de miles de compa?eros que caminaban por el paseo de las Delicias. Por all¨ª, a todo correr iba el jubilado Eusebio Fern¨¢ndez empujando la sillita de su nieto Miguel, de once meses. ?l vive en Madrid pero ha sido agricultor y no quer¨ªa perderse la oportunidad de manifestarse. Y aprovechando el d¨ªa, Israel y Javier, dos veintea?eros de Ciudad Real, ten¨ªan previsto pasar la madrile?a noche del viernes bailando m¨²sica bacalao en las discotecas.
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