El cementerio de la Chacarita se convirti¨® ayer en la ¨²ltima morada de Miguel de Molina
Entre ovaciones y l¨¢grimas de m¨¢s de un centenar de amigos y familiares, se celebr¨® ayer, en el cementerio de la Chacarita, de Buenos Aires, el entierro del gran tonadillero espa?ol Miguel de Molina, fallecido el jueves a los 86 a?os. El f¨¦retro lleg¨® envuelto en las banderas de Argentina y Espa?a, seguido de un coche colmado de coronas. Una de ellas llevaba una cinta con el texto "Tu amigo Joan Manuel Serrat", y se ve¨ªa tambi¨¦n otra enviada por la cantante folcl¨®rica argentina Mercedes Sosa.
Los asistentes, en su mayor¨ªa personas mayores, ovaciona ron al coche con los restos de Molina. Muchos ten¨ªan los ojos llenos de l¨¢grimas y varios se acercaron y acariciaron el ata¨²d. Poco despu¨¦s del mediod¨ªa, tras un responso en la capilla del cementerio, la comitiva se dirigi¨® al pante¨®n de la Sociedad Argentina de Actores.El presidente de la Sociedad, Juan Borr¨¢s, habl¨® con voz entrecortada por el llanto y rememor¨® la carrera art¨ªstica de Molina. Se refiri¨® Borr¨¢s a sus triunfos en el teatro Avenida, situado en la avenida de Mayo, el centro mismo de la Buenos Aires espa?ola. No omiti¨® Borr¨¢s aludir a las denuncias que sufri¨® Molina de compa?eros en Espa?a, a su expulsi¨®n por "malas costumbres" de Argentina en 1943 y a la falta de solidaridad que padeci¨® de colegas mexicanos, encabezados por Cantinflas y Negrete. "La flor del recuerdo nunca se marchita, querido Miguel", concluy¨® Borr¨¢s entre sollozos y el aplauso de los presentes.
En nombre de la embajada de Espa?a, habl¨® el consejero cultural Fernando Villalonga, quien dijo que Molina era s¨ªmbolo del exilio art¨ªstico y de la reconciliaci¨®n de las dos Espa?as, que se hab¨ªa cumplido con la condecoraci¨®n otorgada por el Rey de Espa?a al artista.
Los medios de comunicaci¨®n argentinos dieron gran despliegue a la noticia de la muerte del cantante. La noticia ocup¨® las primeras p¨¢ginas y amplios reportajes y conexiones en directo de las cadenas de televisi¨®n con el velatorio. La muerte de Celia G¨¢mez, la vedette argentina, que triunf¨® en Espa?a y muri¨® en Buenos Aires hace meses, pas¨® sin pena de gloria. La de Miguel de Molina, que naci¨® en Espa?a y triunf¨® en Argentina, conmovi¨® a la far¨¢ndula y llen¨® p¨¢ginas de los peri¨®dicos.
"Las cosas del querer", titul¨® Clar¨ªn en primera p¨¢gina y una foto de Miguel de Molina con sombrero andaluz y pajarita -el atuendo con que el pasado 14 de diciembre recibi¨® la Encomienda de Isabel la Cat¨®lica en la Embajada de Espa?a en Argentina- junto con una camisa de color anaranjado que se dilu¨ªa en el blanco y negro del peri¨®dico.
Arte y sufrimiento
"Alma andaluza, coraz¨®n de le¨®n lejos de Espa?a", titul¨® Clar¨ªn un reportaje de tres p¨¢ginas dedicadas al tonadillero. "Su historia, llena de arte y sufrimiento, conmovi¨® a varias generaciones de argentinos: los que1e conocieron y los que le vieron representado en la pel¨ªcula Las cosas del querer", dice el peri¨®dico con gran despliegue en primera p¨¢gina."Nadie volvi¨® a cantar como ¨¦l La bien pag¨¢. Sus blusas de lunares, sus volados y su presencia en el teatro Avenida forman parte de la leyenda de Buenos Aires", escribi¨® P¨¢gina 12, que le dedic¨® dos p¨¢ginas de informaci¨®n. M¨¢s reducida fue la informaci¨®n de La Naci¨®n: media p¨¢gina, que titul¨®: "Miguel de Molina fue s¨ªmbolo y gracia de Espa?a".
No coinciden los diarios a la hora de fijar la edad del artista muerto. Unos la calculan en 84 y otros en 86 a?os. Por coqueter¨ªa, Miguel de Molina ocultaba su edad, pero el pasado diciembre, en la Embajada de Espa?a, dijo tener 86, y a?adi¨®: "Ya no es hora de descansar, sino de morir".
Los amigos de Miguel de Molina, por ese respeto que lleva consigo la muerte, pasan por alto su mal genio. Quienes le conoc¨ªan de la noche bonaerense -en el restaurante favorito de la far¨¢ndula porte?a: el del gallego Pepe Fechor¨ªa- sab¨ªan que era un viejo cascarrabias, que se pon¨ªa hecho una furia cuando se alud¨ªa a la pel¨ªcula espa?ola inspirada en ¨¦l Las cosas del querer, que estuvo meses en cartel en Buenos Aires. No hace mucho, el cantante brome¨® con una reportera de la televisi¨®n que le pregunt¨® por su vida y le replic¨®, con su acento andaluz, que no le iba a decir nada, porque pensaba escribir ¨¦l mismo su autobiograf¨ªa.
De los datos de su vida destaca la prensa argentina que, al a?o de llegar a Buenos Aires, huido de los malos tratos que sufri¨® en la Espa?a franquista, tuvo que abandonar el pa¨ªs acusado de "malas costumbres" por su condici¨®n de homosexual. Una huelga de estibadores le oblig¨® a permanecer varios d¨ªas encarcelado en espera de la salida del barco que le llev¨® a M¨¦xico. Relata Marcelo Panozzo en Clar¨ªn que en M¨¦xico triunf¨®, pero tambi¨¦n sufri¨® los ataques de Jorge Negrete y Cantinflas, por esas malas costumbres".
Se recuerda ahora que Molina volvi¨® aqu¨ª gracias a Eva Per¨®n, cuando su marido lleg¨® a la presidencia. En las pantallas de televisi¨®n apareci¨® el viernes una foto fija de Molina junto a Per¨®n y Evita.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.