Enfrentamiento entre el norte industrial y el sur agricola
El enfrentamiento entre el norte industrial y el sur agr¨ªcola se ha agudizado en los ¨²ltimos meses debido al nuevo tratamiento comercial dado por la Comisi¨®n de las Comunidad Europea al pl¨¢tano producido en sus territorios, en los territorios de los pa¨ªses de Asia-CaribePac¨ªfico (ACP) y en el ¨¢rea del d¨®lar (pa¨ªses centroamericanos, m¨¢s Colombia y Ecuador).El Mercado Com¨²n europeo de seis miembros de 1957 dio un trato de importaci¨®n especial al pl¨¢tano y al caf¨¦ verde mediante dos protocolos anexos al Tratado de Roma, productos que interesaban respectivamente, por un lado, a Alemania y, por otro, a Italia y a los pa¨ªses del Benelux.
El protocolo del pl¨¢tano concedi¨® a Alemania un volumen de pl¨¢tanos libre de derechos de aduana basado en las importaciones de 1956, revisable durante los 12 a?os del periodo de transici¨®n. El volumen se fij¨® en 290.000 toneladas al a?o, pudiendo ser incrementado en a?os sucesivos en un 50%, calculado sobre la diferencia importada en el a?o inmediato anterior y la cuota base. El contingente, de acuerdo al protocolo, pod¨ªa ser modificado o suprimido por el Consejo de Ministros a propuesta de la Comisi¨®n.
As¨ª, el protocolo anexo del pl¨¢tano del Tratado de Roma ha permitido a Alemania ?mportar esta fruta de pa¨ªses terceros sin grav¨¢menes arancelarios y ha competido en precios con la fruta proveniente de zonas de altos costes de producci¨®n de los pa¨ªses comunitarios, de pa¨ªses ACP y de territorios de ultramar franceses. Esta situaci¨®n privilegiada de Alemania frente a sus socios comunitarios le ha permitido que su consumo per c¨¢pita alcance los 14-15 kilos al a?o, frente a los ocho kilos del Reino Unido o los 10 de Espa?a. Claro est¨¢, esta diferencia de consumo es comprensible si se comparan los precios en los diferentes pa¨ªses citados.
Aranceles
El 17 de diciembre de 1992 el Consejo de Ministros de las Comunidad Europea incluye el pl¨¢tano dentro. de la Organizaci¨®n Com¨²n de Mercados (OCM), aplicando unos complejos sistemas de aranceles, contingentes tarifarios y licencias para la importaci¨®n de pl¨¢tanos de terceros pa¨ªses, mientras que mantiene: la exenci¨®n de derechos arancelarios para las importaciones tradicionales de esta fruta proveniente de los pa¨ªses ACP. Huelga mencionar que las producciones comunitarias y de ultramar francesas no s¨®lo est¨¢n exentas de grav¨¢menes, sino que, de acuerdo con la reforma de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) de Mayo de 1992, se trata de maximizar- su ingreso, ya no a trav¨¦s de sobreprecios sostenidos artificialmente en los mercados, sino a trav¨¦s de ayudas directas a la renta del agricultor platanero bas¨¢ndose en cuotas asignadas y s¨®lo ¨¦stas sujetas a compensaci¨®n y que: deber¨¢n ser las siguientes- islas Canarias, 420.000 toneladas; Guadalupe, 150.000; Martinica, 219.000; Madeira, 50.000; Creta, 15.000 toneladas.
En cambio, se instituye un contingente para las importaciones originarias de pa¨ªses terceros, com¨²nmente llamados del ¨¢rea del d¨®lar, y de acuerdo al siguiente reglamento tarifario:
- Hasta dos millones de toneladas, derechos arancelarios de 100 ecus por tonelada.
- El exceso de este volumen, 850 ecus por tonelada.
- El 66,5% de los dos millones de toneladas est¨¢ destinado, a trav¨¦s de licencias, a comercializadores de pl¨¢tanos de terceros pa¨ªses y de pa¨ªses no tradicionales ACP cuya actividad se desarroll¨® entre 1989 y 1,991.
-El 30%, destinado a comercializadores tambi¨¦n de 1989 a 1991 de pl¨¢tanos propios y de pa¨ªses ACP tradicionales.
- El 3,5%, destinado a ?mportadores establecidos en territorios comunitarios que comercializaron esta fruta procedente de otras regiones en 1992.
Para analizar la repercusi¨®n de las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros de la Comunidad y comprender el rechazo a las mismas por parte de siete presidentes de pa¨ªses Productores de pl¨¢tano reunidos en Guayaquil (Ecuador) el 10 de febrero de este a?o, se debe tomar en consideraci¨®n que los pa¨ªses del ¨¢rea del d¨®lar han sido los proveedores tradicionales de los mercados comunitarios. La importaci¨®n de pl¨¢tanos de Iberoam¨¦rica en la CE, en miles de toneladas, ha sido la siguiente: en 1976, 1.084; en 1986, 1.252; en 1987, 1.365; en 1988, 1.600; en 1989, 1.744; en 1990, 2.010, y en 1991, 2.400.
Inaccesible
Evidentemente, el contingente tarifario de s¨®lo dos millones de toneladas, con las exigencias de permisos de importaci¨®n y licencias, limita las exportaciones de pl¨¢tanos de los pa¨ªses del ¨¢rea del d¨®lar hacia los mercados comunitarios, puesto que, m¨¢s all¨¢ de ese volumen con derechos de aduana de 8 50 ecus por tonelada, el pl¨¢tano de esas procedencias adquiere con los aranceles precios elevados que lo convierten en inaccesible para el consumo. De este modo, no es de extra?ar que los agricultores del ¨¢rea del d¨®lar, a trav¨¦s de sus presidentes en la reuni¨®n de Ecuador, hayan protestado airadamente la decisi¨®n del Consejo de Ministros de la Comunidad.
Tampoco los agricultores comunitarios se encuentran satisfechos con la decisi¨®n del Consejo de Ministros. Ellos saben que, dentro del contingente tarifario del primer segmento, el de los dos millones de toneladas, los derechos de aduana de 100 ecus cada una, no constituye ¨®bice para que sus producciones sean marginadas por el pl¨¢tano americano, con precios m¨¢s bajos y, si no de mejor calidad, al menos de mejor presentaci¨®n que el comunitario. La ventaja que tiene el productor comunitario es que recibir¨¢ compensaciones entre el precio CIF global de referencia y el precio medio de sus pl¨¢tanos comercializados durante un periodo de referencia, deducidos los costes de transporte y de entrega FOB.
En consecuencia, la guerra del pl¨¢tano se ha desatado, pero es una guerra balc¨¢nica que no ha colmado las aspiraciones ni de propios ni de extra?os. Cada pa¨ªs, por defender su parcela, sus intereses, ha olvidado los intereses y los usos o costumbres del mercado. Habr¨¢ que esperar que los hechos se produzcan para sacar conclusiones acerca de la decisi¨®n ¨²ltima del Consejo de Ministros. Habr¨ªa que preguntarse, cuando se hayan agotado las importaciones de los dos millones de toneladas y se haya desabastecido el mercado, ?se podr¨¢n aplicar los 850 ecus de derechos de aduana?
Por otra parte, los Gobiernos de los pa¨ªses exportadores de fruta del ¨¢rea del d¨®lar, llevados por la corriente neoliberal que les arrastra, no han tomado en consideraci¨®n la complejidad de aplicar 9a libertad del mercado" en el sector agr¨ªcola comunitario siempre protegido. Entre otros, ¨¦ste ha sido el caso de la agricultura insular canaria, cuya protecci¨®n ha dado lugar para que se desarrolle a¨²n con costes m¨¢s elevados la producci¨®n del pl¨¢tano, sector del que viven alrededor de 80.000 personas, con una cifra global de negocios de cerca de 40.000 millones de pesetas, constituyendo, despu¨¦s del turismo, la principal fuente de ingresos de ese territorio, muy por encima del tomate y de otros renglones de exportaci¨®n. Adem¨¢s, Latinoam¨¦rica parece no haber comprendido que el mundo se ha dividido en bloques; uno de ellos es el europeo, el cual ordena su comercio en su beneficio, de igual manera que pr¨®ximamente el bloque formado por Estados Unidos, M¨¦xico y Canad¨¢ cerrar¨¢ sus fronteras a terceros pa¨ªses en beneficio propio.
Motivo de discordia
En todo caso, el pl¨¢tano, fruta t¨ªpicamente ex¨®tica, ejemplar de producciones de pa¨ªses en desarrollo, se ha convertido en la manzana de la discordia del norte industrializado, del norte proteccionista y del Estado protector frente al sur en desarrollo, neoliberal e imbuido por la corriente norteamericana de un capitalismo a ultranza, en donde se preconiza -y no siempre se practica- la competencia perfecta o casi perfecta, sin tomar en cuenta que esta seudolibertad en las producciones primarias no lleva sino a producciones por encima de la demanda y, por ende, a la baja de precios. ?Acaso estas sobreproducciones agr¨ªcolas no son causa y efecto del deterioro de los t¨¦rminos de intercambio entre los productos de la industria y los de la agricultura? ?No ser¨ªa mejor una organizaci¨®n com¨²n de mercado con cuotas y sin derechos de aduanas, que trate de nivelar la oferta con la demanda y mantenga as¨ª la renta del productor agr¨ªcola? ?No ser¨ªa mejor crear una organizaci¨®n com¨²n de mercados a nivel internacional, extrapolable a otros productos primarios, que agrupe a productores y consumidores y fije precios remuneradores para los primeros y equitativos para los segundos?
Mientras el norte y el sur no lleguen a acuerdos internacionales sobre precios de productos agr¨ªcolas que permitan mejorar las rentas de los agricultores de los pa¨ªses de menos ingresos, no se acabar¨¢ con la inestabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica del mundo en desarrollo, que repercute en el mundo desarrollado y que es la causa de conflictos b¨¦licos del presente y que puede recrudecerse en el futuro.
Finalmente, se debe mencionar que la decisi¨®n del Consejo de Ministros de la Comunidad, al haberse inclinado por establecer recargos impositivos elevados a la entrada de esta fruta, encarecer¨¢ el producto con la consecuencia inmediata de la ca¨ªda del consumo, y as¨ª contradice un estudio realizado por la propia CE en 1963, Serie desarrollo de productos tropicales, en el que se menciona que el aumento del consumo del pl¨¢tano es funci¨®n de cuatro variables: a) incremento demogr¨¢fico, b) aumento del ingreso, c) variaci¨®n de precios y d) decisiones pol¨ªticas tales como acuerdos, contingentes, etc¨¦tera.
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