Humilde admiraci¨®n
Soy paciente del hospital Gregorio Mara?¨®n. Padezco la enfermedad del sida. Ello me ha obligado a ingresar tres veces en la planta de infecciosos de este hospital. Todas ellas he salido muy agradecido por el trato y la ayuda que me han prestado tanto los m¨¦dicos como las enfermeras que all¨ª trabajan. Si alguna caracter¨ªstica he de resaltar de ellos, no dudar¨ªa en se?alar una: la humanidad.En mi opini¨®n, desde la realidad y el padecimiento de la enfermedad, son ellos los que est¨¢n enfrent¨¢ndose d¨ªa a d¨ªa con la enfermedad. Adem¨¢s de aguantar nuestras incomodidades, han de sufrir nuestro mal humor. Ello no est¨¢ pagado con dinero.
La opini¨®n p¨²blica y los medios de comunicaci¨®n parecen ignorar la encomiable labor de estos profesionales. No me parece justo. Ellos quiz¨¢ no lleven, como otros hacen hip¨®critamente, un lacito rojo, pero su constancia, dedicaci¨®n y sol?daridad les hace dignos de mi humilde admiraci¨®n.-
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