La CE acoge con satisfacci¨®n el aplazamiento de las sanciones comerciales norteamericanas
El viaje de Jacques Delors a Washington y su encuentro con el presidente Bill Clinton se han saldado con un ¨¦xito pol¨ªtico, seg¨²n la valoraci¨®n que realizan fuentes pr¨®ximas al presidente de la Comisi¨®n Europea. El aplazamiento de las sanciones comerciales que iban a entrar en vigor ma?ana, lunes, conseguida in extremis por Delors, constituye el signo positivo que esperaba la Comisi¨®n Europea para cambiar el tono de las relaciones comerciales entre Washington y Bruselas. Aunque la Comisi¨®n no quiere lanzar las campanas al vuelo, existen serias expectativas de que el comisario de Comercio, Leon Brittan, a quien le toca ahora terminar la jugada, consiga cerrar definitivamente el paso a la temida guerra comercial.
La CE tiene una semana de tregua, conseguida por Delors, para preparar el encuentro del 29 de marzo entre Kantor y Brittan, de cuyo resultado depender¨¢ la entrada en vigor de las sanciones o el principio de una negociaci¨®n seria que tiene como horizonte la conclusi¨®n de la Ronda Uruguay del GATT. El comisario Brittan, que fue ministro de Comercio e Industria con Margaret Thatcher entre 1985 y 1986, es un ap¨®stol del libre comercio y de la desregulaci¨®n, que aplic¨® sus ideas a fondo en los ¨²ltimos cuatro a?os como comisario de la Competencia. Nadie en Washington puede acusarle de proteccionismo.Brittan cuenta con complicidades en la propia Administraci¨®n norteamericana y utiliza el lenguaje pragm¨¢tico y eficaz propio de los negociadores anglosajones. Su gran desaf¨ªo pol¨ªtico es conseguir que termine la Ronda Uruguay del GATT, para lo que es imprescindible evitar la guerra comercial con Estados Unidos y avanzar de nuevo en las negociaciones en Ginebra. La tarea no es f¨¢cil dado el calibre de su antagonista, el embajador Kantor, un abogado y lobbista que no tiene pelos en la lengua, como demuestra una frase suya reciente, citada en un comentario editorial del Wall Street Journal a prop¨®sito de las sanciones ahora aplazadas: "Los europeos chillan como cerdos atascados en una reja".
La hora de Brittan ha llegado en el momento menos esperado. El presidente de la Comisi¨®n, Jacques Delors, que desea aparecer como la m¨¢xima autoridad europea, se encontr¨® metido en un aut¨¦ntico l¨ªo a prop¨®sito de su entrevista con Clinton. Todo parec¨ªa que iba a conducir a un fracaso estrepitoso: Delors se hab¨ªa ido de viaje, en parte para evitar el trago amargo de la ¨²ltlma semana de la campa?a electoral francesa. Hab¨ªa escogido su continente olvidado, Am¨¦rica Latina, y m¨¢s concretamente Argentina, Chile y M¨¦xico, con un final en Washington, con entrevista en la Casa Blanca.
Pero algo, posiblemente intencionado, vino a perturbar su calendario: Kantor suspendi¨® unilateralmente el encuentro de t¨¦cnicos de ambas administraciones, programado para el pasado lunes, antes de la entrada en vigor de las sanciones. Delors no ten¨ªa as¨ª otro remedio m¨¢s que intentar arrancar algo de Washington, so pena de convertir su viaje en un fracaso pol¨ªtico estrepitoso. A ¨²ltima hora del viernes, una agencia lleg¨® a anunciar el adelanto de las sanciones, como respuesta a las gestiones de Delors. Al fin, el presidente de la Comisi¨®n obtuvo la tregua y un aliento de esperanza.
La CE desea evitar la t¨¦cnica del salchich¨®n, consistente en discutir y cerrar acuerdos comerciales con Estados Unidos en cada uno de los terrenos de confrontaci¨®n. La Comunidad ni tiene las armas comerciales que posee Estados Unidos ni hay consenso entre sus socios para efectuar acciones de represalias o amenazas para forzar la mano en cada una de las partidas en juego.
Bruselas, en cambio, puede obtener muchos puntos en una negociaci¨®n global, en la que las concesiones en un ¨¢mbito pueden quedar compensadas mediante ventajas en otro.
Si se tiene en cuenta el contenido del comunicado emitido conjuntamente por Delors y Kantor, las dos partes concuerdan en tomar el camino de la negociaci¨®n global.
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