?C¨®mo sobrevivir en Tangent¨®polis?
Desconcierto entre los empresarios italianos, cuyos 'buques insignia' anuncian n¨²meros rojos
ENVIADO ESPECIAL La econom¨ªa italiana vive sin reglas de juego. Mientras el magistrado de Mil¨¢n Antonio di Pietro contin¨²a con valent¨ªa la investigaci¨®n manos limpias, los empresarios vivert desconcertados y no saben c¨®mo actuar. El n¨²mero de detenidos se acerca a los, 900 y la mitad de los parlamentarios est¨¢ bajo sospecha. La contrataci¨®n oficial no existe desde hace meses y el consumo privado ha empezado a estancarse. "?C¨®mo sobrevivir en Tangent¨®polis?" es la pregunta que se hacen ¨²ltimamente los hombres de negocios en Italia.
La historia y la cultura italianas siempre se han caracterizado por la imaginaci¨®n y el esp¨ªritu emprendedor. La imagen del empresariado de este pa¨ªs dio la vuelta al mundo de la mano de los caballeros que hicieron grandes fortunas, en la d¨¦cada de los ochenta o que simplemente siguieron la tradici¨®n familiar y engrandecieron sus negocios.Agnelli, De Benedetti, Ferruzzi, Pirelli, Berlusconi, Gardini, Benetton... Todos ellos han sido aut¨¦nticos embajadores de Italia por todo el plansta. Junto a ellos, decenas de miles de peque?os empresarios y comerciantes consiguieron situar al pa¨ªs en el grupo de los siete pa¨ªses m¨¢s poderosos de la Tierra (el G-7).
El producto interior bruto (PIB) italiano representa el 17,7% del total de la CE (el espa?ol apenas supone el 7,7%) y el 4,5% del producto bruto mundial. Pero hoy todo parece haberse venido abajo por el esc¨¢ndalo de Tangent¨®polis.
Este t¨¦rmino, acu?ado por los propios italianos, resume todos los actos de corrupci¨®n relacionados con la financiaci¨®n de la pol¨ªtica, a partir de la palabra "tangente", que en italiano se utiliza como sin¨®nimo de comisi¨®n ilegal. Las investigaciones del juez Di Pietro han puesto de manifiesto que la financiaci¨®n negra de los partidos pol¨ªticos ha estado incrementando el d¨¦ficit p¨²blico italiano en un 6,6% anual durante una d¨¦cada y que solamente en 1992 las cajas negras de estos partidos se llevaron m¨¢s de 10 billones de liras (750.000 millones de pesetas), el 0,4% del PIB.
Punta del iceberg
Estas cifras abrumadoras -que seg¨²n analistas privados consultados por este peri¨®dico, no son m¨¢s que la punta del iceberg de la corrupci¨®n italiana- mantienen en vilo a los que hasta hace muy poco eran los grandes empresarios del pa¨ªs.
Carlo de Benedetti, presidente del grupo Olivetti (el cuarto grupo privado italiano, tras Fiat, Ferruzzi y Pirelli), presentaba la semana pasada ante la prensa su balance anual, con unas p¨¦rdidas de 650.000 millones de liras (50.000 millones de pesetas)? y anunciaba con cierto abatimiento que 1993 ser¨¢ igualmente malo y que era imprescindible acometer una ampliaci¨®n de capital del 150%. La noticia provoc¨® una r¨¢pida ca¨ªda en picado las acciones de Olivetti en la Bolsa de Mil¨¢n.
En Confindustria, la, patronal italiana, tienen muy claro que las cifras presentadas por De Benedetti no son m¨¢s que el principio de una larga serie de n¨²meros rojos que presentar¨¢n en las pr¨®ximas semanas las grandes empresas italianas. Y este a?o se presenta peor todav¨ªa. Esta impresi¨®n la corroboraba hace 10 d¨ªas Giacomo Vaciago, uno de los asesores econ¨®micos del primer ministro, Giuliano Amato. "La construcci¨®n de carreteras, puentes, centrales el¨¦ctricas y en general todas las obras p¨²blicas est¨¢n paralizadas", explicaba.
Esta afirmaci¨®n fue corroborada por el director- general de Confindustria, Innocenzo Cipolletta, que declaraba a EL PA?S: "El esc¨¢ndalo pol¨ªtico ha bloqueado todos los pagos y los contratos del Estado, y las empresas lo est¨¢n sufriendo desde hace semanas".
Los empresar¨ªos est¨¢n desconcertados. No s¨®lo porque se haya cerrado el grifo de dinero p¨²blico -el peso del Estado en la actividad econ¨®mica se acerca al 40%-, sino tambi¨¦n porque desconocen las nuevas reglas del juego.
Nadie reconoce en p¨²blico que su empresa pagaba comisiones y sobornos a los partidos pol¨ªticos para conseguir contratos p¨²blicos, pero nadie niega en privado que la corrupci¨®n hab¨ªa llegado hasta los escalones m¨¢s bajos de la estructura econ¨®mica italiana.
Romano Prodi, presidente de la Fundaci¨®n Nomisma -a la que contribuyen la mayor¨ªa de las grandes empresas del pa¨ªs-, explica que '1a diferencia entre la corrupci¨®n en Italia y en Jap¨®n no es una cuesti¨®n de volumen, sino de concepto. En Jap¨®n, los sobornos se quedaban en los escalones m¨¢s altos del poder, mientras que aqu¨ª hay que pagar comisiones hasta al ¨²ltimo funcionario".
La detenci¨®n el mes pasado del n¨²mero tres de la primera empresa privada italiana, la Fiat, el director financiero, Francesco Paolo Mattioli, ha supuesto adem¨¢s un golpe mortal a la reputaci¨®n intemacional del pa¨ªs.
Un financiero extranjero afincado en Roma explicaba a este peri¨®dico: "Todos sab¨ªamos que aqu¨ª hab¨ªa corrupci¨®n y siempre hemos tenido dificultades para operar en Italia. Pero nadie pensaba que se mov¨ªan esos miles de millones. Ahora m¨¢s que nunca, el Gobierno de Amato va a tener muy dificil la homologaci¨®n internacional del pa¨ªs. Italia est¨¢ cada vez m¨¢s lejos de la Comunidad Europea".
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