La polic¨ªa asalta por error el piso de dos ancianas en una operaci¨®n antidroga

Los familiares de dos ancianas de Pineda de Mar (Barcelona) han denunciado ante el juez la actuaci¨®n en la noche del pasado martes de tres agentes del grupo de estupefacientes. Tras romper la puerta del piso e irrumpir violentamente en ¨¦l, los agentes encontraron s¨®lo a dos ancianas asustadas: Balbina Pastor, de 85 a?os, y su cu?ada Consuelo S¨¢nchez, de 83. Ni rastro de droga ni de narcotraricantes.

La orden de registro y de b¨²squeda la hab¨ªa emitido el juzgado n¨²mero 4 de Arenys de Mar contra Jes¨²s Sanz y Concepci¨®n Fuster, propietarios del piso que ten¨ªan alquilado las ancianas. El susto se lo llevaron, sin embargo, las dos mujeres, quienes, hechas un manojo de nervios, tuvieron que ser atendidas en primera instancia por los agentes -uno de ellos dio Agua del Carmen a una de las ancianas- y despu¨¦s en el hospital de Calella.La polic¨ªa segu¨ªa la pista de 21 cartas con coca¨ªna procedentes de un pa¨ªs latinoamericano dirigidas a un piso de la calle de Ordesa de Barcelona. En esta vivienda, inspeccionada en varias ocasiones, la polic¨ªa no hall¨® sustancias estupefacientes, pero s¨ª documentaci¨®n en la que constaba la direcci¨®n del piso de Pineda en el que viven las ancianas.

Tras conseguir el preceptivo mandamiento judicial de registro, el grupo de estupefacientes decidi¨® registrar la citada vivienda para localizar a Jes¨²s Sanz y Concepci¨®n Fuster, propietarios del piso de Pineda. Antes de acudir al piso, los agentes efectuaron desde un bar pr¨®ximo varias llamadas telef¨®nicas preguntando por un tal Manuel.

Cuando llamaron a la puerta del piso, Balbina Pastor abri¨® en primera instancia, pero "al ver las pintas que ten¨ªan [los polic¨ªas]", manifest¨® ayer la mujer, volvi¨® a cerrar. Fue entonces cuando los agentes, vestidos de paisano, decidieron romper la puerta a patadas e irrumpir en el domicilio.

Los vecinos de las dos ancianas mostraron ayer su indignaci¨®n por la forma en la que hab¨ªa actuado la polic¨ªa. Seg¨²n aseguran, ellos mismos advirtieron a los agentes que en aquella vivienda s¨®lo resid¨ªan dos ancianas que "no estaban muy bien de salud". Incluso se ofrecieron a intervenir para que Balbina y Consuelo, que llevan un a?o y medio viviendo en el piso, les abrieran la puerta, pero la ¨²nica respuesta que recibieron de los polic¨ªas fueron insultos y la exigencia de que se identificaran, seg¨²n declararon posteriormente.

Jos¨¦ P¨¦rez Fern¨¢ndez, propietario del bar Cal Gallego, donde los polic¨ªas permanecieron desde las cuatro de la tarde hasta las nueve de la noche, manifest¨® ayer que ¨¦stos bebieron en abundancia, y que uno de ellos particip¨® en el registro con evidentes muestras de ebriedad y agresividad. "Servimos seis whiskies de malta y un buen n¨²mero de gin tonics ", manifest¨®. El propietario dijo que el polic¨ªa m¨¢s alterado media 1,80 metros, era rubio, con el pelo corto y vest¨ªa ropa de color claro.

Un portavoz de la Jefatura Superior de Polic¨ªa consultado por este diario neg¨® las acusaciones y remiti¨® por fax el acta del registro firmada por la secretaria del juzgado, en la que no consta ninguna referencia a incidentes con los polic¨ªas. El portavoz policial dijo que la secretaria tuvo que llamar la atenci¨®n al due?o del bar cuando entr¨® en el domicilio de las ancianas.