Historias de discriminaci¨®n

Quiero solidarizarme con la familia Calabuig-Williams, cuya triste historia le¨ª en ese diario. Exactamente lo mismo me pas¨® a m¨ª, a mi hijo y a su novia. Al cruzar la Puerta del Sol, aproximadamente a las seis y media de la tarde, dos polic¨ªas uniformados pidieron a mi hijo la documentaci¨®n por ser de raza negra, y no a nosotras, que somos blancas.Viviendo en un barrio c¨¦ntrico de Madrid, hab¨ªa observado (y sigo observando) el trato discriminatorio de la polic¨ªa hacia las gentes de color. Cuando vino a verme mi hijo desde Londres sent¨ª, por desgracia, la necesidad de advertirle (ciudadano brit¨¢nico, ya da?ado psicol¨®gicamente por el racismo que ha vivido en su tierra) de la posibilidad de un suceso as¨ª. ?Y tal y como hab¨ªa previsto, sucedi¨®!- Helen Thies.