"Los del PP son unos aburridos "
Juan Barranco es un hombre enjuto, peque?o, puro nervio. Si fuera m¨¢s alto, se parecer¨ªa a Don Quijote. Naci¨® en Ja¨¦n hace 45 a?os, y durante tres de ellos ha sido alcalde de Madrid. Despu¨¦s, la moci¨®n de censura CDS-PP le ech¨® de su despacho en la Casa de la Villa, y las elecciones de 1991 ratificaron el desalojo. Ahora ignora, si su partido desde detr¨¢s de su barba, con la voz peque?a y de natural quebrada. Su boca es una de esas bocas que s¨®lo pueden pronunciar letras min¨²sculas.
, La entrevista se desarrolla el mi¨¦rcoles por la tarde en el despacho de senador de Juan Barranco. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid ha acudido al pleno de la C¨¢mara siguiendo el toque de corneta: se vota la Ley de Huelga y no puede faltar nadie. "Si gobernase la derecha no votar¨ªamos este proyecto de ley", dice. Precisamente, al empezar la charla suenan en su despacho -como en los dem¨¢s- los timbrazos que anuncian la votaci¨®n. Debe salir. Cuando se va, all¨ª dentro no queda nada que sirva a la curiosidad del periodista: una estanter¨ªa llena de libros editados por las Cortes para gozo de leguleyos y r¨¢bulas, un televisor de circuito cerrado que expulsa las voces mon¨®tonas del pleno, una mesa sin papeles revueltos y un modesto tresillo. Barranco regresa 20 minutos despu¨¦s.
Pregunta. Est¨¢ usted en candelero con sus denuncias sobre la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV).
Respuesta.
Con casos como el de la EMV se est¨¢ poniendo de manifiesto que la derecha es la corrupci¨®n objetiva: un concurso como el de la EMV [en el que resultaron favorecidos con pisos baratos algunos funcionarios y familiares]; un concejal que a la vez que preside una junta tiene negocios en el distrito [Miguel Cantos, que promovi¨® un aparcamiento explotado luego por una empresa suya]... y que dice con todo el desparpajo del mundo "usted qu¨¦ se ha cre¨ªdo, yo no puedo vivir con 300.000 pesetas"... y las crisis anteriores con Matanzo y Ortiz, y antes con los concejales Mota y Mart¨ªnez Blanco... Y lo que te rondar¨¦. En el ¨²ltimo a?o han adjudicado a dedo m¨¢s de 14.000 millones de pesetas en obras, sin que haya ning¨²n control de la oposici¨®n. Pero yo no busco el enfrentamiento en esos terrenos. Me gustar¨ªa m¨¢s comparar mis proyectos con los suyos: que yo tenga un plan sobre el tr¨¢fico y la derecha otro; que yo plantee que hay que invertir m¨¢s en transporte y la derecha privatice; o que yo plantee un plan sobre viviendas o de creaci¨®n de empleo, o para ayudar a los comerciantes, y que la derecha tenga otros planes. Yo dar¨ªa m¨¢s dinero para cultura, para servicios sociales... y ellos para otros fines. Me gustar¨ªa m¨¢s que habl¨¢semos de eso. Pero con este gobierno es imposible debatir, porque no han sido capaces de poner sobre la mesa ninguna idea ni ning¨²n proyecto de futuro. El debate se reduce a los esc¨¢ndalos y a las crisis que ellos mismos producen.
P. El problema es que ustedes los socialistas denuncian esos esc¨¢ndalos y sin embargo tienen en la nevera el caso Filesa. ?No les tiembla el dedo al se?alar?
R. Yo lo que tengo en la nevera son 10 a?os de gesti¨®n socialista del Ayuntamiento de Madrid, seis a?os y medio de alcald¨ªa de Enrique Tierno -tres de ellos conmigo como teniente de alcalde- y tres a?os y medio yo de alcalde... A?os en que las cuentas han sido revisadas con auditor¨ªas privadas y p¨²blicas. Nadie nos pudo poner un reparo. El resto de las cosas me puede afectar en la medida en que soy militante de un partido y, por tanto, corresponsable pol¨ªtico de lo que ocurra en ¨¦l. Pero no me va a menoscabar para denunciar lo que tenga que denunciar.
P. Ahora est¨¢n en vena, pero su grupo antes tuvo una ¨¦poca de gran aton¨ªa.
R. Posiblemente las dos cosas son verdad. Cuando se aparece con un mayor protagonismo, detr¨¢s hay muchas horas de trabajo. Unas veces es m¨¢s reconocido y otras menos., Yo no voy a negar que en un primer momento pasar del gobierno a la oposici¨®n exige una adaptaci¨®n, un cambio de mentalidad y de actitud. Pero creo que eso se ha superado y estamos funcionando con una gran vitalidad.
P. Dos concejales abandonaron su grupo, y otros renunciaron a, la dedicaci¨®n plena. Al final, por el Ayuntamiento van la mitad.
R. Eso hay que entenderlo y no pasa nada. No se puede exigir el mismo nivel de dedicaci¨®n cuando se est¨¢ en el gobierno que cuando se est¨¢ en la oposici¨®n, entre otras cosas porque tampoco es necesario que todo el equipo est¨¦ dedicado en exclusiva al Ayuntamiento. Lo importante es que cada uno juegue en el puesto que m¨¢s le gusta y donde mejor rinda. L¨®gicamente, cuando se pierden unas elecciones puede ocurrir... Yo recuerdo que cuando las perd¨ªa la derecha los candidatos a alcalde ni siquiera tomaban posesi¨®n despu¨¦s como concejal. Yo he pasado por todo, he perdido las ¨²ltimas y sigo con mi compromiso con los electores. Cuando te llevas una bofetada, ah¨ª es donde se demuestra si hay t¨ªo o no hay t¨ªo.
P. Dos a?os despu¨¦s, ?tiene ya claro porqu¨¦ perdi¨® en 1991?
R. Por un c¨²mulo de circunstancias. Desde 1986 se nos vienen dando avisos al PSOE de que en los grandes n¨²cleos urbanos estamos perdiendo votos. No es algo que se produce de improviso. En las municipales de 1987 perdemos la mayor¨ªa absoluta en muchos ayuntamientos. Incluso en los de C¨¢ceres o Ja¨¦n, que son circunscripciones de mayor¨ªa absoluta del PSOE. Y aqu¨ª en Madrid es donde ese fen¨®menos se aprecia con mayor claridad. Y quiz¨¢s no hemos sabido reaccionar a tiempo. Ha influido que en las ciudades es donde m¨¢s impuestos se pagan, donde los servicios son de menos calidad, donde hay problemas de transporte y de tr¨¢fico, donde unas malas relaciones con los sindicatos se traducen en una falta de apoyo electoral... Y a nosotros nos derrot¨® tambi¨¦n la abstenci¨®n. Y los errores de nuestra propia gesti¨®n.
P. ?Por ejemplo?
R. Pasar mucho tiempo en los despachos y poco en la calle.
P. Por lo que ha dicho, parece como si la recuperaci¨®n de su electorado fuera m¨¢s una tarea del Gobierno central, y no suya.
R. Hay que hacerlo desde todos los sitios. Y el nuestro es el terreno municipal. Y tambi¨¦n hace falta, para remontar, la propia unidad del PSOE. Menos partido y m¨¢s sociedad ... [y a?a de con retranca:] por supuesto que no sea sociedad an¨®nima .El PP quer¨ªa utilizar el ayuntamiento de Madrid como trampol¨ªn electoral, como le pas¨® al PSOE. Pero ese buque insignia suyo lo van a tener que rescatar con remolcador porque hace agua la ventaja de se produzca alternancia en el poder es que se ve a cada cual como es. El PP est¨¢ sumiendo a la ciudad en la tristeza. Son muy malos gestores y adem¨¢s son unos aburridos. Son gente que van a toda prisa hacia ninguna parte. Y todo eso los ciudadanos ya lo est¨¢n percibiendo.
P. Sin embargo, ustedes los socialistas han echado de la capital, envi¨¢ndolos a la periferia, a quienes en teor¨ªa forman sus bases electorales: los trabajadores, los j¨®venes... Ellos no pueden comprarse un piso en Madrid.
R. Durante un tiempo se produjo ese fen¨®meno. Cuando nos dimos cuenta de ello, quiz¨¢s un poco tard¨ªamente, fue cuando empezamos a sacar aquellos planes de derecho a superficie de precio tasado: dar suelo gratis a las cooperativas de trabajadores, sindicatos o asociaciones de vecinos. O dar suelo barato para las capas medias.
P. ?Cu¨¢ndo fue eso?
R. Empezamos en 1988, despu¨¦s de unas experiencias piloto. Despu¨¦s vino el Plan 18.000.
P. Pero no ha dado tiempo a¨²n a que cuaje.
R. No. ?Por qu¨¦ reaccionamos tan tarde nosotros? Porque el Plan General de 1985 iba dirigido, en una parte, a que la iniciativa privada construyera viviendas de protecci¨®n oficial. En aquellos a?os, la iniciativa privada, en lugar de construir esas viviendas en la ciudad de Madrid, prefer¨ªa, porque era m¨¢s rentable para ellos, hacer chalecitos adosados en la cuesta de la monta?a con el sello de vivienda protegida. Y en Madrid no se construy¨® vivienda de protecci¨®n oficial de iniciativa privada en aquellos a?os. Cuando observamos el problema es cuando reaccionamos con esos planes de dar suelo gratis a precio tasado. Ahora no creo que haya que hacer una pol¨ªtica para traer a esa gente otra vez a Madrid, pero s¨ª para que no se vayan m¨¢s: viviendas para j¨®venes en alquiler o en propiedad.
P. Usted dice a menudo que la pol¨ªtica del alcalde la marcan en la sede del PP. ?Por qu¨¦ tanta insistencia? Incluso parece l¨®gico que as¨ª sea, ?no?
R. Es bueno que los ciudadanos sepan de d¨®nde vienen las directrices. Aunque lo que viene ahora de G¨¦nova, 13 [sede del PP] es una gran preocupaci¨®n por los escasos dividendos pol¨ªticos del Ayuntamiento. La prueba es que ning¨²n dirigente del PP se atreve a poner como ejemplo de buena gesti¨®n lo que est¨¢n haciendo en Madrid. El PP promete que bajar¨¢ los impuestos, pero en Madrid ha subido un 20% la contribuci¨®n urbana; el impuesto de actividades ha subido una media del 56%... y las entradas de teatros o de las piscinas han subido un 100%.
P. ?Qu¨¦ le parece el trabajo del grupo municipal de Izquierda Unida?
R. En IU, como en todos los partidos democr¨¢ticos, hay talantes y hay sectores. Un sector, preocupado con su adversario secundario, no se da cuenta de que nos va a dar muerte nuestro enemigo principal: la derecha. Preocupados con quitar votos al PSOE, no se dan cuenta de que quien nos ha ganado ha sido la derecha.
P. Sin embargo, ellos critican m¨¢s al PP.
R. Estar¨ªa bueno. Ya hubo una ¨¦poca en la que hicieron algo un poco extra?o, no voy a decir que a la griega [ uni¨®n de derecha y comunistas] pero s¨ª algo parecido. Merec¨ªa la pena que reflexionasen. ¨¦sta es la derecha m¨¢s conservadora que hay en Europa. Mire que detalle: en dos a?os de mayor¨ªa absoluta, no han tomado ni una iniciativa para llegar a alg¨²n acuerdo con la oposici¨®n. Sin embargo, el PSOE no ha sacado ninguna ley importante en las Cortes sin el apoyo de al menos otro grupo parlamentario. Este Ayuntamiento est¨¢ acumulando un fuerte d¨¦ficit econ¨®moco: 200.000 millones, que en el a?o 93 nos costar¨¢n a los madrile?os 36.000 millones en impuestos. Pero me preocupa m¨¢s el d¨¦ficit democr¨¢tico: presentamos 700 enmiendas a los presupuestos: no fueron aceptadas; el movimiento ciudadano present¨® 6.200 enmiendas: no fue aceptada ninguna. Las subvenciones al movimiento ciudadano se han reducido dr¨¢ticamente... y hasta la correspondencia que quiere cursar la oposici¨®n por la estafeta municipal se mete en un armario. Un deficit democr¨¢tico preocupante. ?Y anosotros nos acusaban de aplicar el rodillo...!
P. ?Ser¨¢ usted candidato a alcalde en 1995?
R. No lo s¨¦.
P. ?Lo quiere ser?
R. No lo tengo claro, y no me preocupa. Lo que quiero es que el pr¨®ximo alcalde sea socialista. Para eso trabajo ahora.
P. ?Qu¨¦ queda de Enrique Tierno en esta ciudad?
R. La melancol¨ªa.
P. Hombre...
R. ... Espero que su talante vuelva alg¨²n d¨ªa: la solidaridad, la alegr¨ªa, la recuperaci¨®n del espacio urbano, la tolerancia... Tambi¨¦n quedan los cientos de polideportivos y de casas de la cultura, los conservatorios de m¨²sica para los hijos de los trabajadores, aquellas normas de participaci¨®n ciudadana, el nuevo r¨ªo Manzanares, el Pasillo Verde, Atocha, el Campo de las Naciones, la Casa de Am¨¦rica... el prestigio de Madrid en aquellos a?os, m¨¢s de 50.000 viviendas sociales ( y el que no lo crea que se de una vuelta por Palomeras, el Pozo del T¨ªo Raimundo, Orcasitas, San Blas...), y algo habr¨¢ quedado tambi¨¦n del talante de juventud que parad¨®jicamente trajo el viejo profesor.
P. Pero la derecha recuerda de ¨¦l que dijo aquello de "a colocarse" y que frivoliz¨® con el problema de la droga.
R. Eso es una insidia. Fue en el Palacio delos Deportes, en un festival de m¨²sica, y , jugando con el doble sentido para hacer un chiste, dijo a los j¨®venes, en un lenguaje cheli, "al loro, y a colocarse", porque a¨²n segu¨ªa entrando gente. Y de ah¨ª a la interpretaci¨®n torticera que se hace...en fin, pasando. Ya sabemos que les gusta mucho endosar sistema?ticamente las responsabilidades a otros. De sacudirse el polvo de encima han hecho aut¨¦ntica profesi¨®n. Su l¨ªnea siempre es la misma: la culpa la tienen otros.
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